El pasado fin de semana, turistas y residentes de Mar del Plata se sorprendieron al encontrar la costa cubierta por numerosos “huevos transparentes”. Estas ovicápsulas, que suelen aparecer en grandes cantidades durante la temporada de verano, son arrastradas a la orilla luego de eventos climáticos como cambios en las corrientes de fondo, fuertes vientos o mareas. Lo cierto es que el fenómeno no es extraño y puede seguir repitiéndose a lo largo de la primavera y el verano.
“Tenemos una población de caracoles que se llaman Pachycymbiola brasiliana, que habitan bastante cercano a la costa y, si bien se reproducen durante todo el año, después de la primavera se empiezan a reproducir con mayor intensidad”, explicó al respecto Laura Schejter, bióloga del Programa Ecología Pesquera del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP).
En diálogo con el programa Buenas Mañanas del Canal 8 de Mar del Plata, Schejter precisó que los embriones de los caracoles se desarrollan en estos huevos transparentes que -cuando ocurren temporales o fuertes vientos- son arrastrados por el mar “porque no están anclados al fondo”. Suelen estar acompañados por algas u otros organismos.
Las cápsulas pueden contener hasta 30 embriones cada una y, aunque pueden llegar a la costa ya eclosionadas, lo más habitual es que los caracoles permanezcan en su interior. Una vez desarrollados, alcanzan el tamaño de un puño, e incluso más grandes.
“Creo que este fin de semana se ha notado más porque había mucha gente en las playas,” agregó la bióloga, quien advirtió que muchas veces la especie no puede terminar su desarrollo debido al desgaste producto de las olas, el sol y de los humanos que manipulan los huevos, usándolos “de pelota”. El desarrollo dentro de la cápsula dura aproximadamente tres meses.
“La ovicápsula no es urticante, no tiene ninguna contraindicación, salvo que una persona sea alérgica, con lo cual no tendría ningún peligro. Sí habría que tener cuidado si estas resacas del mar están muchos días en un lugar y se empiezan a descomponer. Los productos de la descomposición no son los más adecuados para que un chico toque”, concluyó.
El fenómeno de este fin de semana ocurrió a menor escala en comparación con enero de 2023, cuando la playa Bristol amaneció con una notable presencia de algas y huevos de caracol, sorprendiendo a los turistas que visitaban la zona.
El fenómeno de los arribazones
Desde el INIDEP precisan que estos caracoles, llamados volutas negras o brasilianas, habitan en la costa de la provincia de Buenos Aires y Uruguay, en profundidades de entre 5 y 20 metros. La aparición masiva de ovicápsulas y algas se denomina “arribazones”, es decir, que su llegada a la costa forma parte de todo aquello que las corrientes marinas (sudestadas) arrastran a partir de ciertos fenómenos meteorológicos.
Los caracoles son fácilmente reconocibles por su tamaño y forma. Al completar su desarrollo embrionario, emergen rompiendo la ovicápsula y se integran a la comunidad del fondo marino. La reproducción de esta especie ocurre entre primavera y verano, por lo que es durante esta época, cuando las playas están más concurridas, que se encuentran las cápsulas.
Este fenómeno de arribazones de ovicápsulas en las costas ocurre en distintos lugares y suele causar sorpresa en los turistas. Sin embargo, es un suceso documentado desde hace bastante tiempo. Uno de los primeros reportes data de mediados del siglo XIX en la zona de la Bahía San Blas, en la provincia de Buenos Aires.