Regresó al mar una tortuga marina de 130 kilos y más de un metro de longitud que había quedado varada en Las Toninas

Al ser hallado en una playa, a fines de octubre, el reptil presentaba un cuadro de debilidad generalizada. Fue auxiliado por una vecina y, más tarde, la Fundación Mundo Marino le brindó los primeros auxilios y lo trasladó hasta su centro médico. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el estado de conservación de la tortuga cabezona es “vulnerable”

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La tortuga cabezona que regresó al mar luego de recuperarse (Fundación Mundo Marino)

Una tortuga cabezona (Caretta caretta) regresó al mar durante la mañana del pasado miércoles, luego de atravesar un proceso de rehabilitación de tres semanas en la Fundación Mundo Marino. Había sido encontrada el 30 de octubre en una playa de la localidad costera de Las Toninas, cuando una vecina la vio varado y con notables signos de debilidad.

“Todas las mañanas salgo a caminar desde la bajada 22 de Las Toninas hasta Costa Chica. En ese recorrido fue que vi a un tortugón gigante y a un señor que estaba intentando ayudarlo tirándole agua. Por mi actividad en redes sociales, empecé a hacer videos pidiendo ayuda y decidí quedarme con la tortuga hasta quedarme tranquila de que quedara en buenas manos. Afortunadamente, llegó la camioneta de la Fundación y dos personas increíbles se ocuparon de trasladarla junto con la colaboración de todos los que estaban ahí presentes”, explicó Natalia Nicolás, quien, además de haberla encontrado también participó de su regreso al mar.

La tortuga es un macho adulto que, hasta el momento, fue el animal vivo más grande de esta especie que ingresó a la Fundación Mundo Marino, donde fue asistida: registró un peso de 130 kilos y un caparazón de más de 1 metro de longitud.

 La tortuga cabezona que regresó al mar luego de recuperarse  (Fundación Mundo Marino)
La tortuga cabezona que regresó al mar luego de recuperarse (Fundación Mundo Marino)

La recuperación

La tortuga cabezona es una especie que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se encuentra en estado “vulnerable”, lo que significa que la especie corre el riesgo de pasar a la categoría “en peligro de extinción” en un futuro inmediato si los factores adversos que actúan sobre ella no son corregidos.

Respecto a su origen, la mayoría de las tortugas de esta especie llegan a las latitudes de la Costa bonaerense provenientes de las playas que se encuentran en el nordeste de Brasil y al igual que el resto de las especies de tortugas marinas, las hembras vuelven a desovar (soltar los huevos) a la misma playa de anidación en la cual nacieron. El apareamiento ocurre en el agua cerca de las playas de anidación y se produce cada tres años.

La tortuga cabezona se diferencia de las otras especies por tener cinco escudos costales en su caparazón y tener un pico ancho y robusto. Respecto a su dieta es una especie eminentemente carnívora que se alimenta de almejas, ostras, cangrejos, esponjas, medusas, y distintos tipos de peces.

Pesa más de 130 kilos y tiene más de 1 metro de longitud (Fundación Mundo Marino)
Pesa más de 130 kilos y tiene más de 1 metro de longitud (Fundación Mundo Marino)

Sobre cómo fue el proceso de recuperación, Juana Caferri, médica veterinaria de la Fundación Mundo Marino, explicó que el animal ingresó “muy débil, sin capacidad de reacción frente a estímulos y con una herida en su caparazón ya cicatrizada en la zona caudal”.

También detalló: “Como presumimos que llevaba un tiempo sin alimentarse, primero procedimos a hidratarlo por vía subcutánea con soluciones glucosadas y sales. Luego, una vez estabilizado, le tomamos una muestra de sangre que, aunque mostró parámetros sanguíneos normales, evidenció un bajo nivel de glucosa y proteínas. Esos datos nos confirmaron que el animal no se estaba alimentando. Por último, como tratamiento de soporte general, le administramos antibióticos y antiinflamatorios”.

Por otra parte, como parte del proceso de diagnóstico, se le realizaron radiografías y una ecografía para descartar la presencia de elementos extraños en su interior, compatibles con plástico, y de un posible síndrome de ahogamiento.

Los instantes previos a devolverla al mar (Fundación Mundo Marino)
Los instantes previos a devolverla al mar (Fundación Mundo Marino)

Lamentablemente es común la interacción negativa de basura con estos animales. Además, como tienen respiración pulmonar, si quedan atrapados en alguna red de pesca, pueden ahogarse o sufrir un síndrome de descompresión por cambios bruscos en la presión del agua. Afortunadamente, en el caso de esta tortuga, a través de las imágenes que tomamos, descartamos ambas posibilidades”, agregó Caferri.

Una vez transcurridos los 10 primeros días de rehabilitación, la tortuga comenzó a comer por sus propios medios mostrando una buena actitud alimenticia y comportamental, así como una natación adecuada. En ese sentido, el equipo veterinario del centro de Rescate procedió a darle el alta médico veterinaria.

Este tipo de reptil es omnívoro y entre sus presas incluyen invertebrados bentónicos, como gasterópodos, bivalvos y decápodos, isópodos y cirrípedos, esponjas, corales, pennatuláceos, gusanos poliquetos, anémonas de mar, cefalópodos, braquiópodos, briozoos, erizos, pepinos de mar, estrellas de mar, peces (huevos, juveniles y adultos), tortugas recién nacidas (incluso miembros de su propia especie), pero también insectos, algas, y plantas vasculares.

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