El gobernador de la provincia de Chubut, Ignacio Torres, aseguró que el de este año será el ciclo lectivo con más días de clases en los últimos 25 años en dicha provincia con un total de 144. Si bien en un principio el número parecía estar lejos de las 190 jornadas efectivas de clase que establece el calendario acordado por el Consejo Federal de Educación (CFE) —objetivo que, según el mandatario provincial, cumplirán el año próximo—, luego las autoridades enfatizaron que se alcanzará el registro de los 180 días que dice la ley.
En el marco de la presentación de los avances del Plan de Mejora Educativa, Torres resaltó: “Estamos finalizando un ciclo sumamente exitoso donde no solo pudimos lograr, después de 25 años, la meta de días de clases cumplidos, sino que también conseguimos mejorar la calidad académica y garantizar que la educación pública esté en el lugar que tiene que estar”. En 2023, la provincia había tenido solo 120 días.
Durante la jornada, el gobernador estuvo acompañado por el vicegobernador, Gustavo Menna; el ministro de Educación, José Luis Punta; y el intendente local, Dante Bowen, entre otras autoridades. A su vez, el mandatario adelantó que para el año próximo “más del 25% de los recursos de la provincia van a estar abocados al futuro de Chubut, a la educación pública, a lograr esa meta de 190 días de clases y a ser el ejemplo de que en muy poco tiempo se puede dar vuelta la página”.
La crisis educativa en la provincia
A lo largo de los últimos años, Chubut fue epicentro de fuertes conflictos gremiales y por los cuales se perdieron casi dos de los últimos diez años de escolaridad, entre 2013 y 2023. Incluso en 2019, la provincia encabezó el ranking nacional con menos cantidad de días de aulas abiertas y tuvo cuatro ministros de Educación (Andrés Meiszner, Paulo Cassutti, Graciela Cigudosa y Leonardo De Bella).
Ese año, y bajo la gobernación de Mariano Arcioni (2017-2023), la provincia patagónica tuvo un paro docente de 17 semanas ininterrumpido, llevado adelante por el principal sindicato docente de Chubut, la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut (ATECH); y que llegó a nacionalizarse, con tres paros docentes en todo el país e impulsados por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).
El pago escalonado de los salarios y las críticas por la falta de calefacción y problemas de infraestructura escolar desembocó en los más de 100 días de conflicto. Incluso se denunció que maestros fueron agredidos por una patota vinculada al sindicato de petroleros.
Sin embargo, el mandatario provincial puntualizó que todas “esas situaciones lamentables” también tienen su “lado positivo”, ya que a partir de ahí encontraron “una forma de hermanarnos como ciudadanía a través de Juntos por la Educación, donde sindicatos, toda la comunidad educativa, cámaras empresariales, las familias chubutenses, decidimos parar la pelota para no seguir comprometiendo el futuro de los más chicos”.
Por otro lado, Torres también señaló que, “pese a la difícil situación económica y financiera durante el inicio de la gestión”, decidieron “hacer un esfuerzo fiscal extra” para compensar el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), para el cual el gobierno nacional había dejado de realizar su aporte en febrero de este año.
En este punto, Chubut no es la única provincia que destina a dicho fondo con dinero propio. En septiembre y en medio de una disputa con los sindicatos docentes, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, había anunciado la restitución del FONID, con el objetivo de recomponer la pérdida que habían sufrido los trabajadores, tras la falta de inversión de dicho mecanismo determinado por parte de la administración nacional, encabezada por el presidente, Javier Milei.
Otro ítem que forma parte de dicha crisis son los alarmantes índices de aprendizaje. En este sentido, el gobierno chubutense había informado a finales de mayo de este año que, tras un relevamiento y los resultados de las evaluaciones “Aprender” realizadas en los últimos meses a un total de 1235 estudiantes de 3° y 6° grado del nivel primario, se registró que cinco de cada diez estudiantes de tercer grado “no comprenden conceptos matemáticos básicos y habilidades de resolución de problemas; y en la misma proporción, se identifican dificultades para identificar detalles relevantes en un texto, habilidades de redacción limitadas, así como carencia de conciencia ortográfica y gramática”. Y que en seis años apenas hubo un ciclo completo de clases.