El pasado lunes por la noche, una mujer se acercó desesperada al cuartel de Bomberos Voluntarios de la localidad de Lomas de Zamora, para pedir ayuda debido a que su bebé se estaba ahogando y, en consecuencia, no podía respirar. Inmediatamente, el personal que se encontraba en el lugar, socorrió al niño, practicándole la maniobra de Heimlich.
Mientras aguardaban a que lleguen los servicios de emergencia, los bomberos activaron el protocolo de auxilio y comenzaron con el trabajo de compresiones abdominales en serie, debajo del diafragma. De esta manera lograron desbloquear las vías respiratorias.
En un video de seguridad del lugar, quedó registrado el momento en el que uno de los hombres ingresa con el niño en brazos. Se notaba además que el menor estaba prácticamente inconsciente debido a la imposibilidad de respirar. Cerca de la puerta se encontraba la madre, que movía sus brazos y se tomaba la cabeza en señal de desesperación.
Mientras el Sargento Hernán De Grazia, el Cabo 1º Matías Galota, el Cabo Mauro Nardoni, el bombero Nicolás Subiria Serafini y la bombera Luciana Flores, actuaban para reincorporar al niño, la progenitora se cubría la cara intentando controlar sus emociones.
Según indicó el Diario La Unión, al lograr estabilizar al menor, los socorristas explicaron que “se realizó el control auscultando para verificar la entrada de aire en ambos pulmones y la frecuencia cardiaca hasta la llegada de la ambulancia. La madre y el bebé de un año y medio fueron trasladados hacia el Hospital Gandulfo para continuar el chequeo”.
Por el rápido desempeño del equipo, la Asociación de Bomberos Voluntarios de Lomas envió un mensaje de felicitación “por su profesionalismo y eficaz accionar”, a través de la cuenta de Instagram. En ese mismo posteo recordaron “la importancia del conocimiento de las maniobras de Primeros Auxilios. La técnica adecuada en el momento indicado puede salvar una vida”.
A principios del mes de septiembre, un bebé fue encontrado abandonado en Esteban Echeverría, lo que automáticamente movilizó a la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Núñez. Según fuentes policiales, el lunes 2 por la tarde, mientras los oficiales realizaban un control vehicular en la avenida Crámer, una mujer se acercó desesperada pidiendo ayuda para su bebé de tres meses, quien sufría una crisis respiratoria.
Los efectivos de la Comisaría Vecinal 13 B actuaron rápidamente, aplicando maniobras de primeros auxilios que lograron estabilizar al menor, quien mostraba signos de ahogo. La situación fue captada por una cámara de seguridad, reflejando la angustia de los familiares y la rápida respuesta de los agentes.
Dada la gravedad del caso, los policías decidieron trasladar al bebé y a su madre al Hospital Pirovano en un móvil policial. Allí, el personal médico diagnosticó al pequeño con un “catarro en vía superior”, aunque su estado era estable.
Este incidente ocurrió poco después de que un bebé fuera rescatado en Esteban Echeverría. El niño, hallado por vecinos del barrio San Carlos en la localidad de 9 de Abril, estaba envuelto en una campera rosa sobre el pasto mojado. Se descubrió que había nacido el día anterior en una casa cercana. Una vecina, identificada como personal de Bomberos, asistió al bebé antes de que la Policía Bonaerense llegara al lugar.
Luego de auxiliar al recién nacido, la bombera que lo salvó contó a la prensa: “Me enteré por un grupo de WhatsApp, donde unos vecinos decían que habían abandonado a un bebé a unas cuadras de la estación. Al parecer un vecino salió a comprar y lo vio en un pasillo. No lloraba, sino que movía un bracito”.
Estos casos resaltan la importancia de la rápida intervención de las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia en situaciones críticas que involucran a menores. La actuación oportuna puede marcar la diferencia en la salud y el bienestar de los más vulnerables.