La Policía Civil de Río de Janeiro arrestó el viernes pasado a un turista argentino, acusado de haber cometido actos racistas contra dos empleadas de una agencia de alquiler de autos en la Isla del Gobernador, en la Zona Norte de la ciudad, cercana al aeropuerto internacional Galeao.
El incidente comenzó alrededor de las 14 cuando empleados del establecimiento alertaron a la Policía sobre un conflicto con un turista argentino que, junto con su esposa, les habría lanzado insultos racistas y agresiones verbales. Según los testimonios de las empleadas, el hombre, identificado por el medio local O Globo como Pablo Martín Barbera, profirió insultos como “todos los n... son hijos de p...” y “n... de mierda”. La gerenta de la tienda declaró a los agentes que la discusión surgió debido al cobro de una tarifa extra por la devolución del vehículo en malas condiciones de higiene y limpieza, lo que implicaba un trabajo sobre el auto adicional.
Además de los insultos racistas de Barbera, las empleadas denunciaron que la esposa del acusado los agredió físicamente. Sin embargo, no ofrecieron resistencia al ser llevados a la comisaría 37ª de la Isla del Gobernador. La agresión de la mujer a un trabajador del local de alquiler de autos quedó registrada por las cámaras de seguridad del lugar.
En su declaración, Barbera negó haber realizado comentarios racistas, sin embargo, el delegado Felipe Santoro, jefe de la comisaría 37ª, condenó el comportamiento del acusado, y lo calificó como “extremadamente reprobable” y que “genera distinción entre ciudadanos en función del color de piel, contribuyendo a una conducta histórica de racismo que no debe ser admitida”.
Santoro también destacó la importancia de responsabilizar a extranjeros por crímenes de discriminación racial en Brasil como parte del compromiso del país en promover una sociedad equitativa. Tras los procedimientos de rigor, Barbera fue trasladado a una audiencia de custodia en el Tribunal de Justicia de Río de Janeiro. Su esposa, por su parte, responderá por el delito de lesiones físicas contra uno de los empleados.