Diferentes regiones del país se ven afectadas por una alerta amarilla por tormentas que comenzarán en lo que resta de la jornada de este domingo y se extenderán durante el lunes. Es más, en la provincia Buenos Aires, rige un alerta naranja por el mismo fenómeno climático que podrá incluir una “actividad eléctrica importante, caída de granizo y, principalmente, abundante caída de agua en cortos períodos”, según remarcaron desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) a Infobae. Al mismo tiempo, se esperan vientos fuertes en el sur.
“El avance de un importante frente frío por el centro del país va a provocar una serie de fenómenos meteorológicos, particularmente, en las provincias de la región central, asociado con la interacción de aire caluroso y húmedo que se encuentra posicionado en la zona”, explicaron desde el organismo.
Asimismo, parte del territorio de Buenos Aires, La Pampa, San Luis y el sur de Córdoba registrarán tormentas durante lo que resta de este domingo, que bien pueden ser “tormentas eléctricas moderadas o fuertes y, ocasionalmente, severas”, según precisaron desde el SMN.
En tanto, Neuquén presenta este domingo un alerta amarillo por vientos, de acuerdo a la última actualización del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de esta tarde. Además, en Mendoza, también habrá fuertes caídas de lluvias, como así también, viento. Justamente, en ambas provincias se espera la presencia de un “viento muy fuerte”, tal como subrayaron desde el organismo.
Y agregaron: “A medida que el frente avance en la madrugada del lunes, el alerta meteorológico se desplaza o, en realidad, completa el resto de la provincia de Buenos Aires, inclusive la Capital Federal y alrededores. Y ese alerta es de un nivel superior, un nivel naranja en el centro y sudeste de la provincia de Buenos Aires”.
“En el caso de la alerta naranja en la provincia de Buenos Aires, en el centro y este de la provincia de Buenos Aires, involucra fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a precipitación acumulada entre 50 y 80 milímetros, pudiendo ser superados en forma puntual y el área será afectada por lluvias y tormentas localmente fuertes o severas, lo cual implica ráfagas que pueden alcanzar los 90 kilómetros por hora, actividad eléctrica importante, caída de granizo y principalmente abundante caída de agua en cortos períodos”, señalaron.
A pesar de esta situación, se espera que el tiempo mejore durante la misma tarde del lunes “en toda la región con descenso de temperatura”.
En simultáneo, casi la totalidad del territorio bonaerense, a excepción de una parte de la región sur, también permanece con un alerta amarillo por tormentas que, en estos casos, serán apenas más leves que donde rige la alerta naranja.
Además, durante la jornada, las alertas por tormentas continuarán al sur de la provincia de Córdoba, y se sumarán otras regiones del norte del país. “Esto abarca el norte de Santiago del Estero, Tucumán, el centro oeste de Salta y el extremo sudeste de la provincia de Jujuy”, detallaron las fuentes consultadas por este medio.
Por otro lado, gran parte del territorio neuquino continuará bajo un alerta amarillo por vientos durante el lunes. Pero no será la única provincia del sur del país que presente esta condición, ya que lo mismo ocurrirá en Río Negro, en toda la provincia de Chubut y en gran parte del territorio de Santa Cruz.
Recomendaciones
Para los casos de alerta naranja por tormentas, el SMN sugiere estar preparado, ya que “se esperan fenómenos meteorológicos peligrosos para la sociedad, la vida, los bienes y el medio ambiente”.
Además, se aconseja permanecer en un lugar bajo techo, lejos de zonas costeras y ribereñas; cortar el suministro eléctrico en caso de identificar riesgo de que el agua ingrese al domicilio; mantenerse alejado de postes de luz o cables de electricidad.
En cambio, para los episodios de alerta amarilla, remarca que se trata de “posibles fenómenos meteorológicos con capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas”.
Asimismo, sugiere evitar actividades al aire libre, no sacar la basura, retirar objetos que impidan que el agua escurra y permanecer lejos de zonas costeras y ribereñas.