La Usina del Arte en La Boca se convirtió por un día en el centro del mundo para los jóvenes que sueñan con triunfar en las redes sociales. Los creadores de contenidos tomaron este 24 de octubre las instalaciones de ladrillo naranja y la usaron para escuchar los modelos de éxito de otras y otros que ya alcanzaron ese sitio de privilegio en el cual las marcas los buscan, en vez de ellos estar golpeando puertas en busca de auspiciantes de sus contenidos.
El evento se denominó Tent Creator Summit 2024. En varias zonas de la Usina del Arte, antes de la entrada al auditorio principal pululan las inferiores de los futuros creadores de contenidos. De fondo, suena música electrónica constante y los chicos se sacan selfies de a dos o tres, cuando se reconocen de TikTok o Instagram. Un foodtruck los abastece de papas fritas, hamburguesas y una cerveza sin alcohol que es auspiciante del evento.
Cómo convertirse en un creador de contenidos
Las pibas y pibes visten a la moda. Se los nota casi uniformados. Pantalones y remeras anchas. Algún pelo de color azul o verde, anteojos redondos y celular en mano casi todo el tiempo. Usan el móvil para selfies, para likear historias de colegas o para ver lo que subieron otros chicos que también están en la Usina del Arte, quizás a pocos metros de ellos.
El auditorio principal está todo el tiempo colmado y se suceden las exposiciones. Hay un denominador común en los que cuentan sus casos de éxito. Agustín Soy Rada Aristarán lo resume muy bien. “Sean ustedes mismos que es la mejor manera de hacer contenidos de calidad y lograr encontrar un lugar. El plan tiene que ser lograr la mejor versión de uno mismo”, explica el mago y actor.
Los jóvenes preguntan. Quieren conocer la clave del éxito. Ese pasito diferencial que los llevará de los miles de seguidores a los millones. Que los hará sentarse a esperar la llegada de las marcas. Y los consejos van en ese mismo sentido. El de la autenticidad. Lucas Fridman, de Olga, sostiene que “la sinceridad es imprescindible para conectar. Hacemos cosas con valor artístico, porque nos divertimos. No sólo por las métricas”.
Las claves del éxito
Paulina Cocina también estuvo en el Tent Creator Summit 2024. ”La creatividad es muy linda y divertida, pero hay que organizarla para que funcione - revela la influencer gastro-. Hay que golpear unas 50 puertas para que quizás con suerte se abra una. Y eso a veces no siempre sucede. Pero hay que seguir intentándolo”.
Los chicos en las butacas del auditorio asienten y sienten que tienen los mismos problemas que las estrellas de las redes sociales. Paulina saluda y mira fijo a una de las jóvenes del público. “Perdón es que a esta piba la sigo en TikTok y me encanta lo que hace”, admite. Así, es en esta era. Una figura reconocida es a su vez público consumidor. Todo se retroalimenta.
Stephanie Demner, influencer y creadora de la marca Serendipity junto a su socia Agustina Casal, cuenta como fueron sus comienzos. “Quería ser modelo. Y me presenté en una agencia. Me dijeron que me sobraban dos kilos y medio y que era muy petisa -recuerda Demner-. Igual insistí y me anoté en la escuela de la agencia. Hice todo el curso y logré quedar en un primer casting que fue para la revista de Chiquititas”.
Stephanie cuenta los “no” que la ayudaron a progresar en su carrera. “Me gusta una frase de Agustina que dice que cuando ´se cierra una puerta, se abre un portón´”. Cada cosa que Demner recomendaba comprar enseguida se agotaba o era furor.
Obstáculos en el camino
“Había un lápiz labial que yo había comprado en Tailandia y era muy bueno, pero no se conseguía. Lo encontré en Nueva York, lo compré e hice un video para mis redes. Cuando volví al otro año del negocio me dijeron que fueron decenas de argentinas a comprarlo. Ahí, me dije guau esto es fuerte”, explica la influencer.
Junto con Casal, le ofrecieron el negocio a Dior, pero la empresa lo rechazó. Entonces lo hicieron por su cuenta y fue el primer producto de lo que ahora es su marca, Serendipity. Luego, llegó un acuerdo con Disney, pero el dúo mantiene una ley a rajatabla para trabajar: “Los contenidos de cómo vendemos una marca lo decidimos nosotras, porque cuidamos a nuestra comunidad”, explica Agustina y Demner asiente. Al final de la charla, Stephanie se acomoda a un costado del escenario y se saca foto con todos los que se le acercan. “Mis seguidores son lo más importante”, sostiene, entre selfies y besos con chicas que la miran con los ojos bien abiertos.
Del evento también participó Luzu TV. “Creo que las redes democratizaron la comunicación. Hoy, con muy poca tecnología se puede hacer una transmisión -explica Guido Corallo, gerente artístico del canal de streaming-. Con un teléfono ya se puede hacer videos en 4K”.
En tanto, Diego Leuco de Luzu TV, sostiene que el acercamiento con el público es total. “Conozco a algunos de los que chatean durante la transmisión de Youtube. Ya sé los chistes que van a hacer. No sé donde viven, ni como se llaman, pero tenemos un tipo de relación”, explica el conductor de Antes que nadie. Corallo y Leuco, a dúo, definen a los algoritmos de las redes sociales como ese “demonio inexplicable, que cambia cuando pensás que lo conocés”.
Soy Rada contó sus inicios. “El primer video lo subí el 31 de octubre del 2011. Como la mayoría de los usuarios vimos que había filtros y que las fotos de las milanesas o del osobuco quedaban recopadas - recuerda el influencer-. Mi idea al principio era hacerme conocido para llevar gente al teatro”.
Las redes se desarrollaron y Aristarán encontró allí una fuente de sustento. “Sigo haciendo lo que me gusta y lo que creo que divierte a mis seguidores. Cuando una marca me viene a buscar trato de explicarle que yo sé mejor que nadie que quiere el público que me acompaña”, explica.
Uno de los chicos del público le pregunta a Rada sobre la salud mental de los que se exponen en redes sociales. “Con mucho trabajo en terapia -responde Aristarán-. Vivimos de que muchas personas le pongan like al posteo o reproduzcan nuestros videos. Cuando eso no pasa hay que estar preparado para no caer. Yo tuve ataques de pánico en el escenario. Por eso recomiendo a todas y todos la terapia”.
Lo que no hay que hacer en las redes
Sobre lo que no se debe hacer en redes sociales, Rada fue tajante. “Rechazo las publicidades de apuestas online. No está bueno difundir ese tema”, dice. Y el público lo premia con un aplauso unánime. Paulina, en tanto, recomienda delegar en un equipo tareas como la edición de los videos o los trámites administrativos. “Al principio pensás que podés hacer todo. Después te vas dando cuenta que te vas quedando sin tiempo”, admite.
En los pasillos de la Usina del Arte, decenas de jóvenes caminan con el celular en la mano. Buscan un buen ángulo para grabar un video para sus redes sociales. Definen si el contenido irá a Instagram o Youtube. Y sueñan con sumar seguidores y likes a sus posteos. Entre los asistentes, estaba Juliet con su micrófono de notera. La nena, de 8 años, se viralizó por las notas que le hizo a los famosos en la alfombra roja de la entrega de los Martín Fierro. Con ropa animal print y el pelo carré perfecto, la mini influencer miraba maravillada mientras Soy Rada hablaba en el escenario. Un rato después, descansaba sentada sobre su mamá, mientras soñaba con nuevas coberturas para sus redes sociales.