Con el objetivo de resaltar el valor cultural y emblemático de uno de los íconos de la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno porteño puso en marcha una innovadora iniciativa artística que consta de la intervención de 30 taxis por reconocidos artistas plásticos, quienes pintaron los vehículos con famosas obras y homenajes a diferentes personalidades argentinas.
El proyecto fue priorizado y destacado por el alcalde, Jorge Macri, quien apoyó su realización dado que no representa ningún costo y persigue la misión de poner en valor uno de los transportes más representativos de la movilidad en Buenos Aires. En este sentido, permitió que los autos intervenidos comiencen a circular por las calles porteñas, mostrando a su paso retratos que embellecen y dinamizan el entorno urbano.
Entre los 30 vehículos que ya transportan pasajeros en CABA, hay algunos que exhiben creaciones propias de los artistas que participaron de la iniciativa y otros que rinden homenaje a destacadas personalidades argentinas, como Mafalda o Diego Armando Maradona, que fue dibujado levantando la Copa del Mundo y metiendo su famoso gol con la mano a Inglaterra en 1986.
En la lista de los artistas que plasmaron su arte en los taxis se encuentran nombres ilustres como Marta Minujín, Milo Lockett y Ricardo Celma. También formaron parte del proyecto Guille Pachelo, Tano Verón, BIH_ART, Manuel Paz, Abraham Gómez, Guigui Payer, Darío Rego, Pedro Gianini, Silvia Dota, Carito Elefante Violeta, Fernando Weiman, Benito Laren, Maco García, Ivanna Rojas, Tomás Baisi, Agostina Mauro y Kevin Berdi.
Según explicaron desde la organización, cada intervención fue cuidadosamente coordinada a fin de obtener grandes resultados. Esto se llevó a cabo emparejando a cada artista con un taxista cuya historia personal o interés tiene una conexión significativa con el arte presentado.
Por ejemplo, el conductor del taxi intervenido por Milo Lockett eligió el nombre de su hijo en honor al artista. Hoy, el niño tiene 10 años. Una historia diferente tiene el auto que le tocó a Carito Elefante Violeta, artista con autismo, quien colaboró en la intervención de un vehículo cuyo chofer también tiene un hijo autista. En este sentido, juntos decidieron utilizar la acción para dar un mensaje de concientización: en el baúl del taxi pintaron la frase “La bocina duele”.
Esta iniciativa no solo tiene el objetivo de embellecer la ciudad, sino que también busca celebrar el talento local y fomentar un sentido de comunidad y pertenencia entre los residentes. Al integrar estas obras de arte móvil en la vida cotidiana, se espera que los ciudadanos se sientan más conectados con su entorno cultural y con las historias personales de los artistas y los taxistas implicados.
Los taxis, que ya son un símbolo inconfundible de Buenos Aires, adquieren con esta iniciativa una nueva dimensión como lienzos en movimiento, ofreciendo a los pasajeros y transeúntes una experiencia artística única e interactiva. Esta intervención artística itinerante resalta el talento de los artistas contemporáneos, al tiempo que invita a los habitantes y visitantes de la ciudad a detenerse un momento y apreciar la creatividad y diversidad cultural de Buenos Aires, según especificaron los encargados de la acción.