En las últimas horas, la Justicia porteña concretó el rescate y el traslado de Ricardito, un yacaré overo (Caimán Latirostris) que habitaba en el Instituto Malbrán. El animal, que vivía “en un piletón inadecuado para satisfacer todas sus necesidades” fue llevado a un centro de rescate y rehabilitación de fauna silvestre ubicado en la ciudad de Santa Fe.
Ricardito, llegó en 2018 al Instituto Nacional de Microbiología situado en el barrio de Barracas, donde fue alojado en el mencionado piletón, rodeado por una fosa y un enrejado. Según lo investigado por la división Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina, fue llevado allí desde algún lugar del NOA por un ex trabajador del centro. Sin embargo, fuentes de la investigación judicial le indicaron a Infobae que el yacaré no poseía “ningún tipo de documentación”.
En los últimos meses, un desperfecto técnico llevó a un problema con el filtrado del agua de esa fosa, que terminó pudriéndose, generando un ambiente insano para el reptil. Por eso, un empleado realizó una denuncia anónima que recayó en la Unidad Fiscal Especializada en Medio Ambiente (UFEMA), a cargo de Carlos Rolero Santurián.
Según informó el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, se ordenó una inspección, tras la cual tanto los especialistas involucrados en la investigación como los del Malbrán coincidieron en que correspondía trasladar al animal a un lugar más adecuado para su especie. En ese sentido, se destacó la buena predisposición mostrada por la gente del centro científico, tanto para la entrega del yacaré como para su traslado.
Tal como suele actuar en estos casos, la UFEMA procedió a buscarle un destino acorde a este reptil endémico en las zonas tropicales y subtropicales de Sudamérica, en ríos, riachuelos, pantanos y esteros de Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina, donde predomina el clima cálido y húmedo, sin grandes oscilaciones térmicas y abundantes lluvias.
Tras un estudio de las opciones más viables, se dispuso trasladar al yacaré, un animal que puede llegar a medir hasta dos metros y medio y pesar 90 kilos, a la Estación zoológica Experimental “Granja La Esmeralda”, un centro de rescate, reproducción e investigación de la fauna silvestre ubicado en la Ciudad de Santa Fe. Allí se reciben especies de todo el país.
El director de La Esmeralda, lugar que recibe también a todos los loros y lagartos rescatados en CABA, indicó que la idea es liberar a Ricardito -tal como lo bautizaron miembros de la UFEMA- en un dique para que conviva con otros ejemplares de su especie, aunque primero lo evaluarán, ya que pasó mucho tiempo en cautiverio y no sabe cazar ni interactuar con sus semejantes.
De todos modos, prevalece la confianza, ya que los yacarés no se deshacen de su instinto tan fácilmente y por eso, luego de tenerlo en un período de cuarentena, esperan poder liberarlo.
La Esperanza es el centro más importante en cría y reintroducción de ejemplares de aguara guazú, el famoso “lobizón” de los cuentos criollos.
De la inspección y traslado participaron especialistas del área ambiental del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio público Fiscal de la Ciudad, así como personal técnico de la UFEMA y el Área de Fauna del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina. Asimismo, el Ecoparque porteño colaboró con el resguardo del yacaré en un habitáculo especial para su traslado.