Clarisa Noales en “Y sí, soy mamá”: “Mis mejores posgrados fueron mis hijos”

Además de ser terapista ocupacional, especialista en neurodesarrollo y estimulación temprana, es mamá de tres hijos, quienes le permitieron llevar a la práctica todo su bagaje profesional. Las recomendaciones de una experta en la maternidad, en la crianza y en el desarrollo de los bebés, y su mirada contemplativa: “Uno hace lo que puede, no siempre hace lo que quiere”

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"Es tan nocivo no estimular un bebé como estimularlo demasiado, presentarle demasiados estímulos cuando ese bebé no está listo para esos estímulos", sugiere la especialista (Candela Teicheira)
"Es tan nocivo no estimular un bebé como estimularlo demasiado, presentarle demasiados estímulos cuando ese bebé no está listo para esos estímulos", sugiere la especialista (Candela Teicheira)

Clarisa Noales ostenta una prestigiosa carrera como terapista ocupacional, como especialista en neurodesarrollo y estimulación temprana. Del desarrollo funcional, orgánico y progresivo de los bebés conoce toda la teoría bibliográfica. Pero admite recién haber entendido el concepto de las palabras de esos autores cuando nacieron sus hijos. Tiene tres. El mayor ya tiene 33 años y el menor, 26. Por eso dice que la crianza es una misión compleja que precisa de acompañar varios procesos. “Pero no hay nada mejor que ese shock de realidad que te da la propia maternidad”, dice la mamá y la terapista, que vierte su visión, su expertise y sus consejos sobre lo bueno y lo malo, el piso y la cama, boca arriba y boca abajo, la información y la sobreinformación, la estimulación y la sobreestimulación.

Sobre este punto crucial y vital en su desarrollo profesional, empieza la charla: “La mejor manera de estimular a un bebé es conectarnos con sus necesidades para ir mes a mes, momento a momento, presentándole según sus tiempos recursos que le permitan adaptarse al mundo, apropiarse de su cuerpo y sus posibilidades, descubrir sus movimientos para poder interactuar con el mundo. El primer y mejor estímulo somos las mamás y los papás. No necesitamos hacer ningún curso, comprar juguetes carísimos. Lo que el bebé necesita es de nuestra presencia y de nuestra mirada, que estemos atentos a sus señales y a sus necesidades”.

-¿Cómo nos damos cuenta de estas señales?

-Es un largo camina y cada familia tiene que ir armando su propio manual. Sí es interesante que nos ocupemos más de mirar a nuestro bebé, de ir percibiendo lo que el bebé nos va pidiendo. Un recién nacido llega al mundo absolutamente indefenso. Y, ¿qué necesita? Necesita lo que uno tiende a ofertarle, que es el contacto piel a piel. Darle contención, que el bebé escuche el latido de tu corazón, el calor de tu cuerpo. Si vos sabés mirar a tu bebé, si tenés la amorosa paciencia de ir interpretando lo que el bebé te marca, solito va apareciendo esto. El bebé no sabe que tiene un cuerpo, lo va a tener que ir conociendo. La primera parte del cuerpo que el bebé conoce es su mano y para eso necesita chuparla. Entonces por eso es tan importante que no le saquemos las manos de la boca, que permitamos que el bebé se chupe las manos y esto se va a ir dando gradualmente: la salida al mundo del bebé y cómo se va a ir apropiando de de sus posibilidades.

-Claro, y ahí nos van a ir mostrando qué es lo que van necesitando.

-Sí, y también nosotros vamos a ir presentando. Cerca del primer mes es el gran momento para presentarle al bebé el piso. La rutina… Ya sabés que soy muy intensa con esto del piso.

-Fundamental el piso.

-Total. Es muy importante que el bebé pueda empezar a tener una rutina de juego en el piso, tanto boca arriba como boca abajo. Yo soy muy intensa con esto de recomendar el piso, ¿por qué? Porque en mi práctica profesional es impresionante el cambio que genera en el desarrollo de un bebé tener desde el principio la experiencia de juego en el piso. El piso tiene muchísimos beneficios para el desarrollo del bebé porque le permite moverse libremente, descubrir su cuerpo, descubrir sus posibilidades. Pero además también tiene un montón de beneficios para las mamás y los papás.

-Claro, porque está en el piso y te deja las manos libres y tu cuerpo libre para hacer cosas.

-Y en un lugar seguro. Además todos tenemos piso, no hace falta que uno salga a hacer nada demasiado complicado. Es encontrar en el lugar de la casa donde más estemos un rincón para poner unas placas de goma eva. Eso sería perfecto. ¿No contamos con eso? Una colchoneta, una frazada, algo para que el bebé pueda empezar a estar de a ratitos. Al principio van a ser ratitos cortitos.

"Siempre me interesa no bajar culpa, no generar demasiada exigencia a las mamás y a los papás que ya están muy exigidos. Sino saber que cada familia tiene que ir escribiendo su propio manual", expresa Clarisa Noales (Candela Teicheira)
"Siempre me interesa no bajar culpa, no generar demasiada exigencia a las mamás y a los papás que ya están muy exigidos. Sino saber que cada familia tiene que ir escribiendo su propio manual", expresa Clarisa Noales (Candela Teicheira)

-Claro, es como que no hay excusa. No tenés goma eva, podés poner una frazada o te las podés ingeniar.

-Y además porque hay un error muy habitual que es pensar que los bebés chiquitos no se mueven y entonces tendemos a ponerlos arriba de la cama, arriba del sillón. Y la verdad es que una de las frases más habituales que se escucha de este lado es “fue un segundo, lo había rodeado de almohadones”. Y los bebés se caen porque los bebés se mueven. Entonces el piso es un lugar que le da muchos beneficios y que además es un lugar seguro.

-¿Cómo hacemos con un bebé tan chiquito? En general necesita el contacto, necesita estar contenido.

-Obviamente que la crianza siempre es acompañar procesos. Entonces acá va a importar mucho que nosotros empecemos a presentarlo siempre. Al principio van a ser ratitos cortitos y yo me puedo tirar al piso con mi bebé y también puedo tener al bebé arriba mío, estando tirada en el piso. Es ir de a poco, porque además es muy importante que el bebé se apropie de las sensaciones que le da esto de estar en el piso. Estar boca abajo hace que el bebé sienta el peso del cuerpo sobre sí mismo, que empiece a ejercitar sus músculos peleando contra la gravedad. Esto va a favorecer el control de su cabecita. Recién decía que una de las primeras partes de su cuerpo que el bebé conoce son sus manos y se las tiene que chupar. La posición boca abajo hace que el bebé encuentre sus manos fácilmente. Son muchos los beneficios que va a ir teniendo, pero obviamente esto va a ser poquito a poquito, va a ser despacito, que vamos a ir ampliando los tiempos a la medida de cada bebé y pensemos que además después el bebé va a ir descubriendo cada vez más partes de su cuerpo. A partir de los cuatro meses el bebé descubre sus rodillas y luego los pies. Empieza a agarrárselos, se los chupa, hace esos giros laterales y logra rolar. Empiezan a pasar un montón de momentos que son hitos muy importantes en el desarrollo.

-Y además esto de que una cosa está relacionada con otra y cómo son cosas que tienen que pasar para que el bebé llegue a hacer determinadas cosas, por ejemplo para sentarse tiene que ganar fuerza estando en el piso, estando boca abajo, cómo sus músculos ganan fuerza para poder tomar esa posición.

-El desarrollo tiene ciertos peldaños, ciertos escalones. Por eso es tan importante que nosotros no apuremos un bebé y que vayamos acompañando momento por momento. El bebé primero tiene que estar boca arriba y boca abajo, después van a encontrar los giros y va a empezar a rolar. Después, una vez que el bebé roló, empieza a conocerse los pies. Ésas son las señales que nos empiezan a marcar que ese bebé está maduro. Esto es cerca de los cinco meses, cinco meses y pico como para empezar a presentarle la posición de sentado, que es la postura que nos va a habilitar que empiece con la alimentación complementaria. Y después pasa una cosa: al bebé le encanta estar sentado, pero también es muy importante que siga jugando boca arriba y boca abajo, porque así va a empezar a descubrir la posibilidad de moverse, de ya escaparse del piso de goma eva empezando a reptar y después a gatear. Y ahí también es muy importante que nosotros nos ocupemos de la seguridad del hogar, porque es el momento en que hay que tapar los enchufes, ver dónde guardamos los productos de limpieza porque es el. momento en que el bebé gana movimiento y autonomía. El bebé se interesa siempre más por lo que no es juguete que por lo que es juguete. Le va a interesar más la ojota o el enchufe que un juguete.

-Hay veces que nos preocupamos tanto de qué regalarle, qué juguete le falta y al final se termina entreteniendo mucho más con una caja de cartón. Hay algo con la importancia de estimular a un bebé. ¿Pero qué pasa con la sobreestimulación?

-Bueno, es clave eso que decís. Porque es tan importante estimular a un bebé como tener en cuenta esto de no sobreestimularlo. Y a veces sobreestimularlo es ofrecerle recursos para los que todavía él no está listo, ofrecerle estímulos para los que no está listo. Es tan nocivo no estimular un bebé como estimularlo demasiado, presentarle demasiados estímulos cuando ese bebé no está listo para esos estímulos. Por ejemplo, si hablamos del recién nacido, no necesita juguetes, luces, no necesita ir de un brazo al otro, necesita más del contacto piel a piel con mamá y papá. No es el momento de presentarle juguetes y objetos. Eso va a pasar después, un poquito más adelante. Lo mismo ocurre con las salidas. Es muy importante que el bebé no esté rodeado de demasiada gente, que gradualmente vayamos presentándole estímulos y siempre que seamos muy respetuosos de su descanso. ¿Un bebé sobreestimulado cómo lo manifiesta? Está mucho más irritable, llora, se despierta más de noche. Y hay una cosa que me parece también importante marcar que es que el bebé cuanto mejor duerma de día, mejor va a dormir de noche. Y a veces hay como ese mito de que lo tengo todo despierto a todo ritmo durante el día para que después duerma bien de noche. Y no, es exactamente al revés. El bebé necesita que seamos muy respetuosos de sus horarios de sueño. Y obviamente tenemos que nombrar al sobreestímulo por excelencia que son las pantallas. Todos los que trabajamos con bebés y con niños pequeños decimos pantalla cero hasta los dos años. Sé que es difícil, pero uno tiene que intentar sostener esto de que los bebés y niños pequeños no tengan acceso a pantallas. Y a veces no solamente es la pantalla que nosotros le ofrecemos al niño, sino también que nosotros seamos cuidadosos de nuestra propia conexión con las pantallas. Es muy difícil para las mamás y los papás de hoy no acudir a las pantallas porque las pantallas son como una niñera.

-Una liberación.

-Exactamente. Entonces el piso nos permite… ¿tenés que trabajar? ¿estás picando la cebolla? Poné a tu bebé en el piso. Si vos le das naturalmente una rutina de juego en el piso, el bebé la pasa genial en el piso, porque es el mejor medio para que se apropie de sus posibilidades, para que esté canchero. Yo siempre digo que el piso para un bebé chiquito es como la plaza para un nene más grande. Es súper importante la experiencia de plaza. Lo mismo de importante es la experiencia de piso y es tan accesible, está tan a mano de todos que no hay excusa.

"El piso tiene muchísimos beneficios para el desarrollo del bebé porque le permite moverse libremente, descubrir su cuerpo, descubrir sus posibilidades. Y además es un lugar seguro", dice la profesional (Candela Teicheira)
"El piso tiene muchísimos beneficios para el desarrollo del bebé porque le permite moverse libremente, descubrir su cuerpo, descubrir sus posibilidades. Y además es un lugar seguro", dice la profesional (Candela Teicheira)

-Es como ver el mundo desde otra perspectiva también.

-Absolutamente, absolutamente. Porque, acá vuelvo a lo que decíamos al principio, el bebé no sabe que tiene un cuerpo, tiene que ir conociéndolo, tiene que ir descubriendo sus posibilidades y para eso necesita ensayar, necesita un poquito golpearse, necesita ir descubriendo formas. Por eso cuando las mamás a veces dicen “yo lo pongo boca abajo, pero no le gusta, protesta”. La idea no es dejar al bebé llorar sino que es cómo nosotros lo vamos acompañando en esta postura, que es una postura nueva. Antes, hace muchos años y hasta principios de la década de los 90, la indicación era que los bebés durmieran boca abajo. Entonces ya los bebés tenían mucha experiencia en esta postura. Desde principios de la década de los 90 se descubrió que no. Ahora la indicación es que los bebés duerman boca arriba justamente por la relación que puede tener el boca abajo con el síndrome de muerte súbita del bebé. Pero a veces los pediatras se olvidan de recordarles a los padres que cuando el bebé está despierto está buenísimo que pueda jugar también boca abajo.

-No es que el boca abajo está prohibido para siempre, sino únicamente se recomienda que para dormir no.

-Cuando un bebé está demasiado boca arriba, lo que puede pasar es que se le aplane la cabecita en la parte de atrás. Eso se llama plagiocefalia postural y es un problema para el bebé, que no solamente es estético. Justamente la variabilidad de las posiciones es lo que el bebé necesita. No necesita estar todo el tiempo en una sillita, en un cochecito, necesita estar en el piso justamente para ir descubriendo el movimiento. Y lo hace de un modo muy orgánico, muy natural, es como muy maravilloso ir viendo cómo el bebé va descubriendo sus posibilidades.

-Es increíble la cantidad de beneficios que le encontramos al piso, algo tan simple.

-También vamos a la plaza. Tenemos un pedacito de pasto, tiramos una mantita y lo ponemos ahí. Es muy importante, es muy beneficioso para todos los aspectos del desarrollo y la maduración de un bebé.

-¿Vos sos mamá?

-Sí, soy mamá también.

-¿Cuántos hijos tenés? ¿Y cuántos años tienen?

-Tengo tres hijos. 33, 30 -no me quiero equivocar- y 26.

-¿Cuando fuiste mamá contabas con toda esta información y la aplicabas?

-Un poco sí. Porque yo cuando fui mamá, ya había terminado la facultad. Pero yo siempre digo que mis mejores posgrados fueron mis hijos. Porque justamente la experiencia de la maternidad me permitió bajar toda esa teoría que estaba en los libros a la realidad de cada familia. Siempre que acompaño a una familia me interesa justamente ponerme de ese lado del mostrador. Es muy difícil la crianza: implica acompañar un montón de procesos y no hay nada mejor que ese shock de realidad que te da la propia maternidad.

-Está todo muy bien con esta teoría, pero hay que ver qué pasa en la práctica.

-Y también es entender que uno hace lo que puede, no siempre hace lo que quiere y por eso a mí siempre me interesa no bajar culpa, no generar demasiada exigencia a las mamás y a los papás que ya están muy exigidos. Sino saber que cada familia tiene que ir escribiendo su propio manual.

-La información, al menos a mí, me hizo atravesar todo el proceso de maternidad con menos culpa y con menos desesperación porque son todas cosas nuevas. Sí, es todo nuevo y todo es difícil. Pero si leés y si te hacés de buena información, lo enfrentás con menos angustia.

-Sí, y también está el lado B de eso que vos decís. Tener información es importante, pero también a veces, sobre todo en estos que hay una sobreinformación, los papás y las mamás se quedan un poco confundidos.. Hoy en día hay mucho fundamentalismo. Hay que hacer esto, no hay que hacer esto, esto sí, esto no, y entonces uno siempre siente que le debe algo a alguien o que no estás haciendo todo lo que podrías hacer. Entonces me parece que hoy en día hace falta mucho pensamiento crítico, saber hasta dónde me informo y sobre todo que con esa información no se te pierda tu bebé.

-Y que cada familia es un mundo y que tiene que ir escribiendo su libro.

-Siempre acompañar las señales y los tiempos de cada bebé. Obviamente que es importante entender que en el desarrollo de un bebé hay ciertos tiempos, hitos que tienen que darse en cierto margen, pero después es ir acompañando a tu bebé a su estilo, pero con la tranquilidad de que le estamos ofreciendo los recursos que necesita. Y acá vuelvo: por eso es que el piso es tan importante y está bueno que lo presentemos desde el principio, porque no es lo mismo que vos pongas a tu bebé en el piso a los cinco o seis meses. Es muy importante que el bebé ya tenga experiencia en el piso previamente.

-Bueno, ya sabemos, a partir del primer mes el bebé al piso, recurso económico que todo el mundo puede acceder.

-Absolutamente sí.

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