La Ciudad compactó más de 2.800 autos abandonados en las calles durante este año

En un esfuerzo por ordenar el espacio público y responder a las demandas de los vecinos, la Ciudad de Buenos Aires ha retirado y compactado un total de 2.811 vehículos abandonados durante 2024. Este número supera el total de autos recuperados en todo el año anterior y refleja la creciente preocupación por los efectos negativos de los automóviles en desuso. Estos vehículos no solo ocupan espacio público, sino que también representan un peligro para la salud, la seguridad y el ambiente.

El Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, señaló la importancia de esta medida para el bienestar de los ciudadanos: “Ya levantamos de la calle más autos que en todo el año pasado. Asumimos el compromiso de ordenar la Ciudad y los autos abandonados son un problema habitual, una de las denuncias principales de los vecinos al BOTI y al 147″.

Macri hizo estas declaraciones mientras supervisaba las operaciones del Programa de Descontaminación, Compactación y Disposición Final de Automotores (PROCOM), junto al ministro de Seguridad, Waldo Wolff, y el secretario de Seguridad, Diego Kravetz. Este programa, presidido por Leandro Iribas, se encarga de la remoción, descontaminación y eventual desguace de los vehículos. También estuvo presente en la supervisión Ezequiel Daglio, subsecretario de Relaciones con la Comunidad y Atención a la Víctima.

Los vehículos abandonados en la vía pública no solo obstaculizan el tránsito y ocupan espacio de estacionamiento, sino que también se convierten en una amenaza latente para el entorno urbano. Según explicó Macri, “los autos abandonados son un problema porque se transforman en lugares donde se instalan a vivir personas y en espacios propicios para que el mosquito del dengue prolifere. También son una amenaza para el ambiente porque tienen baterías y líquidos que pueden contaminar”.

Además del riesgo de enfermedades, la presencia de automóviles en deterioro compromete el bienestar general al convertirse en focos de acumulación de desechos y, en algunos casos, en refugios temporales. La compactación de estos vehículos es parte de una estrategia integral para mejorar la calidad de vida en la ciudad y preservar la seguridad pública.

El proceso de identificación y retiro de un auto abandonado comienza con la denuncia de un vecino o la actuación de oficio por parte de las autoridades de la Ciudad. Las denuncias pueden realizarse de manera sencilla a través de la aplicación BA 147 o mediante el chat virtual BOTI (al número 11–5050–0147). El procedimiento requiere que el vecino suba dos fotos que muestren el estado del vehículo y su patente, en caso de que tenga una.

Una vez recibida la denuncia, un inspector de la comuna se acerca al lugar, constata la infracción y labra un acta. Al mismo tiempo, se adhiere un cartel informando al propietario del vehículo que dispone de un plazo de 10 días para retirarlo o ponerlo en condiciones, de acuerdo con lo estipulado por la Ley 342/2000. Si este plazo no se cumple, se emite una segunda notificación otorgando 15 días adicionales para su remoción. Si tras este segundo período no se obtiene respuesta, el auto es removido por las autoridades.

El PROCOM retira el vehículo y lo transporta a una playa de disposición final, donde es descontaminado antes de proceder a su compactación. Este proceso incluye la eliminación de todos los líquidos peligrosos, la batería y cualquier equipo de gas, que son tratados como residuos peligrosos. Una vez completada la descontaminación, el vehículo es llevado a la planta de compactación.

Después de ser compactado en la planta de Mataderos, el material resultante es entregado a la empresa Acindar, una productora de acero que se encarga de la fundición del “material ferroso”. En este acuerdo, la Ciudad recibe el 5% del valor del material, mientras que un 2% se destina a una entidad benéfica. Esta colaboración no solo genera ingresos para la Ciudad, sino que también contribuye a un uso responsable de los residuos metálicos, impulsando la economía circular.

Hasta el momento, el PROCOM ha retirado más de 5 millones de kilos de chatarra en los últimos dos años, con un ritmo de más de 250 vehículos removidos por mes. Las comunas del sur de la Ciudad son las que presentan una mayor concentración de autos abandonados, un desafío que el gobierno porteño continúa afrontando con determinación.