El rabino de AMIA Eliahu Hamra envió su mensaje por Iom Kipur: “Este año la Fe judía resurgió con toda su fuerza”

En su mensaje por el Día del Perdón, que comenzará esta noche con la aparición de la primera estrella, hizo referencia al primer aniversario del 7 de octubre de 2023. Indicó que los ataques recibidos ese día en Israel fueron ”una degradación sin precedentes”. Y subrayó que el tiempo que siguió a esa tragedia “marca el carácter resiliente de nuestro pueblo”

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Rabino de la AMIA Eliahu Hamra
Rabino de la AMIA Eliahu Hamra

Ante la llegada de Iom Kipur, el día más sagrado del calendario hebreo, el rabino de la AMIA, Eliahu Hamra, compartió un profundo mensaje dirigido a toda la comunidad judía, invitando a reflexionar sobre la importancia del arrepentimiento y la elevación espiritual que marca esta jornada.

“La esencia de este día radica en la capacidad de transformar los pecados en méritos. De ascender desde las profundidades de la degradación hasta las cimas más altas. Regresar en un arrepentimiento completo y volver a ser hijos amados que se refugian en el regazo del Creador del mundo”, afirmó Hamra.

Iom Kipur es conocido como el Día del Perdón, un momento de introspección donde los fieles buscan rectificar sus errores y reconectar con lo sagrado. Según explicó Hamra, este proceso va más allá de las acciones, es una oportunidad para elevarse espiritualmente y dejar de lado el mundo superficial. “Nuestro trabajo de arrepentimiento durante el ayuno de Iom Kipur es intentar dejar el mundo simple y superficial en el que vivimos, y pertenecer a un mundo superior, ver nuestras vidas desde una perspectiva más elevada. Como decimos en la plegaria: ‘Abandona, hombre, abandona’, que habla acerca de que vivimos en un mundo incorrecto y que debemos dejarlo para elevarnos y apegarnos a Dios”.

En su mensaje, Hamra también recordó el difícil año que ha atravesado la comunidad judía, haciendo alusión a los trágicos eventos del 7 de octubre, en los que numerosas vidas se perdieron y más de 100 personas aún permanecen cautivas. “Esto es lo que nos sucedió este año, desde aquel fatídico 7 de octubre. Una degradación sin precedentes, en la que perdimos a tantos hermanos y hermanas, y por la que aún estamos esperando el regreso de las 101 personas que aún hoy permanecen cautivas”, señaló con dolor.

El shofar, instrumento que se toca en Iom Kipur (Getty)
El shofar, instrumento que se toca en Iom Kipur (Getty)

Sin embargo, el rabino subrayó la resiliencia y fortaleza espiritual que caracteriza al pueblo judío en medio de la adversidad. “En estas horas estamos entrando en Iom Kipur, en medio de una atmósfera completamente diferente, que marca el carácter resiliente de nuestro pueblo”, destacó. Pese al sufrimiento, Hamra observó que “éste ha sido un año en el que la fe judía ha resurgido con toda su fuerza. La hemos visto arder en los corazones de los soldados que entraban en combate: colocándose los tefilín, vistiendo el tzitzit y recitando “Shemá Israel”. Hemos sido testigos de innumerables historias de fe y conexión con nuestras raíces”.

Para el rabino Hamra, Iom Kipur representa un momento sagrado que permite a las personas replantearse su forma de vivir y buscar una conexión más profunda con lo espiritual. “En Iom Kipur se nos ofrece la oportunidad de regresar y pertenecer a un mundo elevado y rectificado, con una conexión y cercanía a la santidad que reside en este día,” subrayando que el objetivo de este día no es solo el arrepentimiento por actos cometidos, sino también reconocer que muchas veces se ha elegido un camino superficial y alejado de lo sagrado.

“El problema principal no son nuestros actos negativos, aunque ciertamente también carecen de mérito. El verdadero origen de nuestras deficiencias radica en que no vivimos en un mundo de valores correctos”, afirmó. En este sentido, el rabino insistió en la importancia de “abandonar el mundo incorrecto” y aprovechar Iom Kipur como una oportunidad para regresar y “pertenecer a un mundo elevado y rectificado”.

Rabino Eliahu Hamra (AMIA)
Rabino Eliahu Hamra (AMIA)

En su reflexión, Hamra subrayó que el primer paso del arrepentimiento es el remordimiento sincero. Citando a Rabenu Yoná en Shaarei Teshuvá (I, 9), explicó: “¿Cómo cambié un mundo pasajero por un mundo eterno?”, destacando que no solo se trata de cambiar un placer temporal por una orden divina, sino de comprender que se ha perdido la oportunidad de vivir en un mundo elevado. “El comienzo del arrepentimiento es el reconocimiento de que no estamos entendiendo la vida”, expresó el rabino, refiriéndose a la necesidad de reconocer las fallas propias y el desafío de vivir en un plano superior.

El rabino también destacó la dificultad de vivir en un mundo superficial y la necesidad de esforzarse por pertenecer a uno más elevado. Aunque reconoce que, tras Iom Kipur, muchas personas volverán a su rutina habitual, Hamra enfatizó la importancia de llevar consigo la reflexión y los aprendizajes de este día. “Aunque después de Iom Kipur volvemos a nuestro universo superficial, debemos reflexionar más intensamente sobre cómo podemos pertenecer a algo más excelso, una pertenencia que nos impulsa a ver las cosas de manera diferente durante todo el año”.

Para ello, el rabino Hamra recomendó que cada persona identifique sus puntos fuertes y los utilice como una plataforma para elevarse espiritualmente. “Debemos identificar en nosotros mismos nuestros puntos de pertenencia y hacer que nos desafíen”, sugirió Hamra, dando el ejemplo de quienes tienen una capacidad especial para las relaciones interpersonales. Según el rabino, esas personas deberían reflexionar no solo en brindar apoyo, sino en ver al otro como un “mundo completo” al que se puede ayudar de manera más profunda.

En su mensaje, el rabino Eliahu Hamra concluyó con un llamado a aprovechar Iom Kipur como una oportunidad para transformar no solo los errores cometidos, sino toda la perspectiva de vida. “Dejaremos gradualmente nuestro mundo simple y superficial, y lograremos alcanzar otro mundo, mucho más noble y sublime”, afirmó. Para el rabino, este proceso de transformación no solo es posible, sino necesario para aquellos que buscan una vida con mayor sentido espiritual y conexión con lo divino.

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