El paseador que lleva a jugar a los perros en un micro escolar: cómo son los días de “Amigos Caninos”

León Sipes y los 36 miembros de la manada pasan unas cinco horas diarias a puro juego y diversión: caminatas en el parque Ameghino, corridas en un canil y siestas. Además, organiza vacaciones y campamentos para ellos

Guardar
Una de las perras que, feliz, espera subir al colectivo (facebook.com/amigoscaninospaseos)

A las 6.30, jugando con el amanecer, León Sipes pone el marcha el micro que en 2015 convirtió en un innovador vehículo con el que hoy lleva a pasear a 36 perros. Cuando están todos acomodados, el destino será el gran canil de Parque Ameghino, en el barrio porteño de Parque Patricios.

“La idea es que ellos jueguen, socialicen, se diviertan y la pasen bien, no que solamente caminen, sino que sean felices”, resume el objetivo diario y que cumple de lunes a viernes, y casi siempre en el horario laboral de los tutores de los perros.

Allí arrancan el día de juegos que —entre el recorrido para completar la manada y el tiempo de juego, siesta y regreso— implican unas cinco o seis horas. “Le hice un par de reformas al colectivo para que los perros vayan más cómodos, porque cada vez son más. Ahora tengo una ayudante, Lucero, que es la que pasea a los más chicos, de tamaño”, describe el paseador y adiestrador canino de Parque Patricios que se dedica a este oficio porque ama a los canes.

“Antes hacía el mismo trabajo, pero en un auto adaptado para los paseos. Los perros grandes iban atrás y los chicos adelante. Cada uno viajaba con su cinturón de seguridad, como ahora”, cuenta el también hincha de Huracán que creó una escuelita de recreación canina e ideó el “Campamento Canino”.

Un momento de juegos de los "Amigos Caninos" en el canil del Parque

Vida de perros

Cuando comenzó con este emprendimiento, Sipes salía seis de los siete días de la semana en busca de los perros, incluso los feriados. Ahora lo hace de lunes a viernes y el recorrido también cambió un poco: lo inicia en el Parque Florentino Ameghino, sigue por Avenida Entre Ríos, Avenida Independencia, en San Cristóbal, hasta Boedo con destino a Estación Buenos Aires y regresa al lugar de origen.

“Lo bueno de esto es que, en este caso, los perros no van todos a buscar a otro sino que cada uno sube al micro, saluda, lo acomodo y ato para que viaje seguro y espera mientras suben todos los que faltan. Así es con todos. Esto es mejor para ellos porque no tiene que estar lidiando con las temperaturas, ni en verano ni en invierno”, explica las ventajas.

Entre lo que destaca de sus años de trabajo con Amigos Caninos es la confianza de los tutores de los animales. “Aunque me hice conocido en las redes, y sé que el micro llama la atención, lo que destaco es que lo mío no pasa por las redes sino por el boca a boca; porque me recomiendan. Lo único que lamento es que a veces un video se viraliza y me contactan para pedirme que busque a su perro, pero yo no hago todos los barrios. El recorrido hoy es ese solamente”, aclara.

Leo con sus Amigos Caninos
Leo con sus Amigos Caninos

Contento por estar rodeado de quienes considera “verdaderos amigos”, el joven cuenta emocionado: “Trabajo de esto porque me encanta. Tuve otro trabajo antes de dedicarme a esto, pero lo dejé para estar con los perros porque también soy adiestrador profesional”.

Entonces, es cuando dice que el lógico que un perro encerrado tenga problemas de conducta. “Yo los saco a pasear mientras sus dueños trabajan, y no se quedan solitos en las casas. Ellos conocen a otros perros, se hacen amigos, juegan, corren, se olfatean... ¡Hacen cosas de perros! ¡Se divierten! ¡Es hermoso ver cómo se divierten y juegan! Cuando los devuelvo a sus casas ya están listos para dormir. ¡Eso necesitan”, enfatiza en la importancia de que los animales también socialicen.

Sobre ese aspecto, agrega: “No todos son iguales. Cuando estás con muchos perros te das cuenta de las personalidades que tiene cada uno: hay perros que cuando recién llegan, saludan a todos y ves que enseguida se hace amigo y juega; y otros, no. Son tímidos o retraídos, o les cuesta más socializar. Como nos pasa a las personas”.

La manada ingresando al Parque Buenos Aires (Instagram/amigoscaninospaseos)

Por eso, vuelve a la conducta: “A veces los perros rompen cosas en las casas, pero porque no salen y necesitan gastar toda esa energía. En cambio, cuando pasean y juegan la gastan ahí. Tener eso es importante, sobre todo para los que viven en departamentos”, explica.

En el regreso a casa, la historia es otra. “Ya están cansados y encima les pongo música para que se relajen, dejo las ventanas abiertas para que se aireen bien, y ellos se duermen. ¡Vuelven a la casa hechos una seda!”, admite y se ríe.

Hace unos años, la labor de Leo se viralizó cuando una usuaria de la ex red social Twitter contó: “El paseador pasa a buscar a mi perro en un colectivo escolar”. El encantador video mostraba a un perro subiendo con cierta desesperación y alegría los tres escalones del trasporte. Mientras arrastraba su correa por el apuro, lo saludan sus amigos, los otros perros pasajeros.

Una de las vacaciones de los Amigos Caninos, que conocieron el mar
Una de las vacaciones de los Amigos Caninos, que conocieron el mar

Vacaciones y campamento

La es la confianza, lo asegura y subraya. “Lo importante es que las personas trabajen y hagan sus cosas tranquilas, sabiendo que su perro está conmigo y que la está pasando bárbaro. Porque son cinco horas, a lo sumo, cuatro horas. La emoción de cada uno cuando les toco bocina para que sepan que estoy llegando es tremenda, porque la reconocen”, asegura.

En tiempos de pandemia, cuando ésta lo permitía, ideó el “Campamento Canino”. “Pasé a buscar a todos los que hacían el recorrido, que no se podía hacer, entonces se me ocurrió armar una actividad para que puedan estar bien en el parque y después dormíamos en el micro. Se quedaron una semana conmigo”.

Así ideó una guardería que alivió las distintas circunstancias de las familias.

Hace unos años, comenzó con otra idea: “Las Vacaciones para Perros. Los llevé a la Costa, conocieron la playa, jugaron con el mar. ¡Se volvieron locos! Creo que nunca nadie había hecho eso antes. Ahora no estoy organizando nada por el estilo. No lo sé aún”, duda sobre la posibilidad, pero asegura que aún no está todo dicho.

Guardar