Nacho Pelizzari es profesor de educación física y creador de contenido. En sus redes muestra, a través del humor, su día a día como padre de Pía Amelia de 9 meses. Un clip de pocos segundos donde se lo ve durmiendo con la bebé sobre su pecho fue visto por más de 16 millones de personas. ¿Cuál es el fenómeno detrás de esto?
En diálogo con la sección “Y sí, soy papá” de Infobae, Nacho habló sobre el impacto de ser padre y cómo es su vida tras el nacimiento de la nena. “Con Mel somos primerizos y creo que hay que dejar de tener miedo a hacer preguntas. Pedir ayuda es muy importante y también hablar con el pediatra todo. Nos pasa a veces que estamos colapsados. La nena capaz que llora y llora y no sabemos qué hacer. Y bueno, le preguntamos al pediatra y te dice fijate tal cosa, fijate tal otra... hay muchas crisis dentro del crecimiento que nos enteramos con el paso del tiempo”.
Pelizzari recordó los primeros días con su hija. “El primer miedo fue la primera noche en casa, porque en el hospital teníamos un botón que tocábamos para que viniera la enfermera, lo tocábamos 20 veces al día. En casa entonces hicimos turnos para dormir: arrancamos a las 8 de la noche. De 8 a 10 dormía yo. De 10 a 12 dormía ella. De 12 a 2 dormía yo. Y así hasta las 10 de la mañana. Era aprovechar al máximo la licencia por paternidad, pero fue caótico. Fuimos haciendo guardia para dormir como cuatro días, hasta que un día la llevamos al lado de la cama y ahí pudimos relajarnos un poco”.
Nacho confiesa que desde que es papá aparecieron los celos. “Este personaje que armo yo en las redes, de papá celoso, en parte es realidad. Te pasa que vos ves cómo eras en tu adolescencia, en tu niñez y decís ‘¿mirá si le toca alguien como yo?’. Capaz que me reía y me hacía el canchero, que tenía una novia, que tenía otra novia y hoy en día veo a mi hija y digo ‘¿mirá si le toca un boludo como yo que la haga sufrir?’”, admite.
Y continúa. “Me pasa que viene un nene y le agarra la mano y no es de malo, pero es chocante. Están jugando. Me cargan mucho porque los nenes juegan y si viene un nene a jugar y la agarra, la abraza o le da un beso… ¿es necesario que le de un beso? Después me río también. No me quiero imaginar la primera vez que tenga un novio. Pero bueno, es parte del proceso también y yo quiero ser un padre que la acompañe. No quiero que me tenga miedo. Hoy digo esto, pero sé que más adelante voy a empezar a ser un poco más flexible, porque no quiero que tenga miedo de contarme algo. Quiero que tenga la confianza necesaria como para contarme todo”.
Nacho asegura que quiere ser “un padre compañero, que la ayude a crecer”. Que si le pasa algo, al primero que llame sea a papá.
Pelizzari, destaca que trabajar en la docencia lo ayudó a entender un montón de situaciones que le pasan a él y a su hija. Sostiene que también le dio herramientas para entretener y educar a Pía. “Hay momentos en los que estoy dos horas tirado en el piso jugando y cantando canciones infantiles, que es parte también de lo que estudié, de lo que soy. Me ayudó un montón”.
Además, el joven recordó su infancia y la relación con su propio padre. “Vengo de una familia muy humilde. Mi papá trabajaba y llegaba tarde, pero yo siempre me acuerdo de que todas las tardes jugaba con él a los soldaditos o a la pelota. Me iba a dormir y siempre me contaba cuentos, que el día de hoy a veces le cuento ahora a mi hija. Mi papá es el claro ejemplo de que se puede paternar teniendo poco tiempo”.
“Si mi papá pudo, yo obviamente voy a poder, porque porque tengo mucho más tiempo, porque el trabajo de redes sociales también me dio esta posibilidad de estar más tiempo con mi hija”, se entusiasma.
Y cómo son los primeros meses con la beba. “Pía no quiere tomar mamadera, no usa chupete, entonces depende mucho de la madre. Esto nos complica a veces las cosas. Ahora estamos intentando con el tema de la comida, ya no tiene tanta hambre como antes y puedo despegarla más de Mel. Yo quiero que mi pareja haga cosas sola porque a veces está todo el día en casa y colapsa, obviamente. Creo que la maternidad es muy cansadora, mucho más cansadora que la paternidad. No se compara”.
Pelizzari admite que intenta estar el máximo tiempo posible con su hija que todavía no cumplió un año. “Intento despegar a Pía de Mel, porque creo que eso es lo que más necesita la mamá: tiempo para ella. Salir con las amigas a tomar algo, hacerse las pestañas, las uñas, lo que quiera. Creo que es importante eso para que ella pueda despejar la mente”, explica.
“Cada uno tiene que ser constructor de su propia paternidad. No hay un libro de cómo ser padre. Cada uno crea el propio y completa sus hojas con las cosas que le van pasando. Obviamente siempre yendo a un especialista para cosas puntuales, en este caso el pediatra”, sintetiza Nacho sobre su experiencia.