Trabajadores y familiares de pacientes del Hospital Nacional en Red “Lic. Laura Bonaparte” realizaron este lunes un abrazo simbólico al centro de salud mental ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios, en rechazo al anuncio del Ministerio de Salud. “¡El Bona no se cierra!”, cantaban una y otra vez los manifestantes que participaron de la medida de fuerza, que culminó con una conferencia de prensa a cargo de Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE.
El viernes al mediodía, a través de un comunicado difundido por la Red Nacional de Salud, los médicos del Hospital Bonaparte fueron notificados de que el Gobierno había dispuesto el cierre de la guardia y de las nuevas internaciones. En consecuencia, los trabajadores lo interpretaron como un primer paso para la clausura definitiva de este nosocomio, especializado en salud mental y consumo problemático.
No obstante, durante el fin de semana los directivos le pidieron a los trabajadores que continuaran con la atención habitual, y debido a ello los propios trabajadores dispusieron un sistema para que no se cortara ninguno de los servicios brindados.
“La única comunicación oficial que tenemos es la del día viernes, que nos dijeron que cerraba la guardia y la internación. Hoy en día estamos sosteniendo nuestros puestos de trabajo”, explicó una médica desde las escalinatas de ingreso al hospital Bonaparte, mientras formaba parte de la medida de fuerza.
En diálogo con el canal de noticias TN, la médica dijo que hoy “la guardia está funcionando con atención mínima y los pacientes siguen internados”.
Claudia, madre de una paciente internada en el Bonaparte, destacó la labor de los profesionales que atienden a su hija, quien en el último tiempo manifestó importantes mejorías en su cuadro. “Hace un año que yo estaba buscando tratamiento, y desde que está acá mi hija ha cambiado tanto. Tiene un trastorno leve de la personalidad”, explicó la mujer. Y en esa línea, valoró: “Ahora está terminando la secundaria y luego va a ir a la facultad para estudiar instrumentista. Todo esto no se hubiera logrado si no fuese por este hospital”.
“Somos una familia pobre de discapacitados y nos atienden excelentemente. Hay médicos que han dejado de comer ellos para que coman los pacientes. La salud mental está desbordada. No toman gente en ningún hospital porque no dan a basto”, advirtió al final del reportaje.
Por su parte Claudia Sachetti, una de las psicólogas que brindan atención en el Bonaparte, contradijo los argumentos para disponer el cierre paulatino del centro de salud mental que expuso el Gobierno, desde donde aseguraron que cuenta con un presupuesto anual de 16.800 millones de pesos pero que mantiene “una ocupación promedio de solo 30 pacientes, y una tasa de internación que oscila entre 16 y 19 personas”.
“Actualmente hay 40 pacientes internados, y en lo que va del año se han recibido 98 mil consultas. Tenemos servicio de atención a la demanda espontánea, que brinda atención de 8 a 20 a cualquier paciente que ingresa a la institución y se hace una primera escucha”, enumeró la profesional.
Y disconforme por la decisión que adoptó la cartera que conduce el ministro Mario Lugones, subrayó: “Los pacientes no son un número”.
“Nos vamos a quedar trabajando y atendiendo a los pacientes. Para mi es muy doloroso esto. Yo no estoy acá por mi, estoy por los pacientes porque se ven afectados todos sus derechos. Pacientes que no tienen otro lugar donde ir. Esto de que pueden ser derivados no es cierto. ¿Adónde van a ir? ¿Adónde van a recibir la calidad de atención que nosotros brindamos? No hay otro lugar, esto es un hospital nacional”, concluyó la doctora Sachetti.
Tal como estaba pautado, Rodolfo Aguiar, titular de ATE, fue el orador de la conferencia de prensa y le puso voz al reclamo de los trabajadores del hospital Bonaparte. “Rechazamos cualquier posibilidad de que se clausuren servicios, se inicie un proceso de vaciamiento o se cierre el hospital Bonaparte. Un hospital referencia, un hospital modelo en atención de salud mental para todo el país”, enfatizó el sindicalista desde la puerta del centro de salud, ante una multitud que aguardaba su palabra.
En un comunicado difundido el viernes pasado, las autoridades explicaron que “el cierre responde a un proceso de normalización que iniciamos hace tiempo debido a la baja ocupación y la ineficiencia en la utilización de los recursos”. Además, detallaron que la decisión no afectará a los pacientes internados, quienes serán derivados a otras instituciones bajo la órbita del Ministerio de Salud. También garantizaron que aquellos en tratamientos ambulatorios serán atendidos en otras instituciones del radio de la comunidad o en hospitales de sus respectivas jurisdicciones.
Desde ATE enviaron un comunicado en el que anunciaron la toma de las instalaciones. “La desidia y la incompetencia del Gobierno en materia de salud alarma, pero esta decisión de cerrar hospitales genera una escalada de la conflictividad dentro del Estado. Las medidas de fuerza comenzarán a ser más duras y esto ocurre por exclusiva responsabilidad del Poder Ejecutivo”, señaló Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE Nacional.