Un fragmento del Muro de Berlín fue inaugurado como obra de arte en una bodega mendocina

Emplazado entre viñedos y montañas en el departamento de Luján de Cuyo, se lo puede visitar. La pieza fue intervenida por artistas locales en una iniciativa de la Fundación Norma y Leo Werthein

El fragmento intervenido artísticamente del Muro de Berlín en la bodega Huarpe Riglos de Luján de Cuyo

El Muro de Berlín, también denominado como el Muro de Protección Antifascista o el Muro de la Vergüenza, según de qué lado se contaba la historia por ese entonces; fue construido en 1961 y se convirtió en un símbolo de la división ideológica y política durante la Guerra Fría. Con sus 45 kilómetros de largo y 3,6 metros de alto, separó a Berlín Oriental, bajo el régimen comunista, de Berlín Occidental. Simbólicamente, no solo partió un país en dos, también el mundo. Su caída, en 1989, marcó el fin de la Cortina de Hierro y confluyó en la reunificación de Alemania.

Casi 35 años después, un fragmento del Muro de Berlín fue inaugurado en la provincia de Mendoza, más precisamente en el departamento de Luján de Cuyo. Rodeado de viñedos y montañas, el bloque, que pesa 2,5 toneladas y tiene 3,60 metros de alto y 1,50 metros de ancho, fue intervenido por dos artistas plásticos mendocinos para promover los valores de libertad y de unidad. Se encuentra en el corazón de los jardines de la Bodega Huarpe Riglos, que elabora cerca de un millón de botellas al año, de las cuales un 60/65 por ciento se exporta.

Este fragmento del Muro de Berlín forma parte de la Colección Pampa, que incluye selectas obras del arte moderno y contemporáneo argentino. Y fue cedido por el empresario Darío Werthein, presidente de la Fundación Norma y Leo Werthein y cofundador de la bodega Huarpe I Riglos Family Wines. A él se lo regaló un amigo de años que lo había traído desde Alemania junto a otros fragmentos.

“A mí me gustaba mucho la idea del muro, me parecía una cosa única en el mundo en un momento de la historia mundial muy particular. Y bueno, acá está para todo el mundo que lo quiera visitar y, de paso, comprar vinos”, contó entre risas el empresario que lo recibió como regalo de parte de un amigo.

Así, el fragmento del Muro de Berlín se exhibe de manera permanente en la bodega, ubicada en el kilómetro 32 de la Ruta Provincial 15, para que quienes quieran visitarla puedan disfrutar de un espacio en el que el arte, la historia y el vino se encuentran.

La Fundación Norma y Leo Werthein, cuya misión es promover, desarrollar y brindar apoyo a programas y actividades orientados a la educación, la cultura y la sostenibilidad; decidió que la intervención de la pieza sea de artistas plásticos mendocinos y, para ello, lanzó una convocatoria. Los ganadores fueron Edgar Murillo y Vivian Levinson, y los dos fueron seleccionados porque planteaban un proyecto que estaba relacionado con lo anti-belicista.

Así, ambos trabajaron en conjunto para crear una obra que no sólo rinde homenaje a la historia global, sino que también refleja la identidad cultural de Mendoza. “Justamente, Levinson colocó una figura arriba que está saltando un muro y Murillo una mujer con el pelo alrededor y con ese esténcil que dice ‘No more world’”, explicó la curadora de la Colección Pampa, Laura Batkis, los conceptos elegidos por los artistas.

“Justamente, Murillo y Levinson sobresalen en sus obras por combinar las técnicas y visiones únicas para explorar los temas de libertad, resistencia y unidad; y son artistas con capacidad para conectar el pasado con el presente a través de un lenguaje visual poderoso y también para darle una impronta local al muro para sumarle atractivo”, describieron a este medio el porqué de la elección de ambos.

Con la intervención, este fragmento del Muro de Berlín se transformó en único en su tipo en el selecto grupo que integra la Colección Pampa -de la Fundación Norma y Leo Werthein- que hace más de 25 años reúne destacadas piezas del arte moderno y contemporáneo.

De izq. a der: José Hernández Toso, Darío Werthein, Amador Sánchez Rico y Alfredo Cornejo

“Es una pieza de gran valor histórico que nos interpela y nos recuerda el valor de la libertad. Es un testimonio tangible de un pasado doloroso y complejo, pero también de la capacidad del ser humano para superar la adversidad y construir caminos de unidad. Celebramos la intervención realizada por estos grandes artistas mendocinos que dotan a este fragmento de nuevo sentido, que mantiene activo el diálogo entre la historia y el presente”, destacó Darío Werthein.

Y añadió: “El muro de hormigón es duro, las artes plásticas son flexibles, pero con toda la emotividad y la conjunción que existe en estos momentos es como que todo se transformó en una flexibilidad y fue fluyendo”.

En la inauguración del bloque del Muro de Berlín devenido en arte, además, estuvo el Embajador de la Unión Europea en Argentina, Amador Sánchez Rico. “Tener este fragmento aquí es algo muy importante para las generaciones más jóvenes porque su contacto con una pieza de semejante simbología, permite tender puentes intergeneracionales e instancias de cooperación entre las naciones”, dijo.

A su turno, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, manifestó: “La evolución histórica es positiva, eso es lo que celebramos. Estamos infinitamente mejor que en décadas pasadas; pero tenemos por delante desafíos comunes para lograr mayor libertad y mayor democracia en los que estamos trabajando”.

También desde la Embajada de la República Federal de Alemania enviaron una carta para celebrar la inauguración del fragmento en la bodega en la que destacaron: “El muro en su totalidad es un símbolo de separación. Sin embargo, las numerosas piezas que se encuentran en todo el mundo, individuales, son un símbolo del hecho de que juntos, y por medios pacíficos, podemos lograr grandes cosas para el bien de las personas, ya que es importante que cooperemos y nos escuchemos los unos y los otros para superar las diferencias entre las personas”.