El río Paraná registró su nivel más bajo en lo que va del año, con 0,33 metros el miércoles 2 de octubre en el puerto de Rosario, según informó la Prefectura Naval Argentina. Este dato se encuentra dos metros por debajo del mismo periodo de 2023 y es un indicativo de la severa bajante que afecta a la región, en gran medida debido a la falta de lluvias y a las condiciones de aguas bajas en el Delta.
Esta situación no es reciente. Durante el mes de septiembre, los niveles del río fluctuaron constantemente. Al inicio del mes, el Paraná mantenía niveles superiores al metro, pero hacia finales, los registros cayeron hasta los 0,34 metros los días 23 y 24 de septiembre, de acuerdo a las mediciones de Prefectura en Rosario.
El 1 de octubre, el Instituto Nacional del Agua (INA) emitió un comunicado sobre la situación del Paraná en el tramo argentino: “Son tendencias consideradas en los valores medios diarios. Los niveles se encuentran en el rango de aguas bajas, en leve ascenso. Durante el 4 de octubre se actualizarán y publicarán nuevamente los pronósticos a 4 y 11 días”. A pesar de esta ligera mejora, la situación sigue siendo delicada y requiere un monitoreo continuo para determinar si el río podrá recuperar niveles más altos en el futuro cercano.
El contraste con los registros anteriores
Los recientes datos obtenidos por Prefectura en el puerto de Rosario contrastan de manera significativa con lo sucedido en el mes de mayo, cuando el río superó el pico de los 3 metros, mientras que en el verano de 2023, los niveles llegaron a superar los 4,80 metros. En aquel entonces, el caudal se acercó peligrosamente a los 5 metros, que es un umbral de alerta.
La zona de evacuación en esta región se sitúa en los 5,30 metros, lo que significa que el Paraná estuvo muy cerca de esos límites en momentos críticos. En tanto, de acuerdo al “Pronóstico Hidrométrico” del INA, se espera que el río Paraná en la zona del puerto de Rosario fluctúe entre 0,40 metros y 1,15 metros para el 8 de octubre. Hacia mediados de mes, las proyecciones oscilan entre 0,20 y 1,15 metros, lo que implica que el río podría mantenerse en niveles bajos durante las próximas semanas.
La comparación con años anteriores pone en evidencia el cambio en los niveles del Paraná. A principios de octubre de 2023, el nivel del río en Rosario era de 2,30 metros, casi dos metros por encima de la altura actual.
El impacto del fenómeno de la Niña
Para comprender parte de esta dinámica del río Paraná, hay que adentrarse en los datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). “De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre octubre-noviembre-diciembre 2024 (OND), hay 81% de probabilidad de desarrollo de La Niña. Dicha probabilidad se mantiene alta durante lo que resta de la primavera y el verano”, indica un informe del organismo. Según el SMN, durante la fase La Niña se tienden a registrar precipitaciones por debajo de lo normal.
A su vez, en esta línea, desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN) conceptualizan: “Las sequías y las inundaciones en nuestro país están relacionadas con dos eventos de circulación general de la atmósfera que se denominan comúnmente El Niño y La Niña. Estos fenómenos están ocasionados por los cambios en la circulación de los vientos y de las corrientes marinas como consecuencia de los desplazamientos de centros de alta y baja presión que ocurren en la zona ecuatorial del océano Pacífico, entre la localidad de Darwin en Australia y la isla de Tahití”.
“Durante los episodios de La Niña en Argentina, se produce una disminución drástica de las precipitaciones en amplias regiones del país, generando graves problemas en el sector agropecuario”, postulan desde el IGN.