El desesperado pedido de un papá para reparar la máquina Braille de su hija: “La necesita para estudiar”

Nicolás Alfaro cuenta que Wendy, de 8 años y ciega de nacimiento, debe usar todos los días dos instrumentos de ese tipo: una en la escuela y otra en la casa para hacer las tareas. Son herramientas indispensables para ella y tienen piezas importadas, por lo que el costo del arreglo superaría los 400 mil pesos

Wendy Alfaro con la máquina para escribir en Braille

A Wendy Alfaro le gusta escuchar novelas y cuentos. Su favorito es La niña de los fósforos, de Hans Christian Andersen. También le gusta escribir. Nació ciega y para hacerlo se vale de su máquina Perkins, una herramienta indispensable que le facilita la escritura en sistema Braille. “A esa máquina la necesito para hacer mis tareas. La necesito para escribir y leer porque me facilita mucho la escritura. Es más fácil y más rápido escribir en Braille que escribir en pizarra y punzón, que además es difícil porque se escribe en espejo”, describe la niña de 8 años que cursa el tercer grado en dos escuelas de Tupungato, en Mendoza, que sueña con ser maestra y que ahora necesita ayuda.

Nicolás Alfaro, su padre, cuenta la situación que está viviendo la familia: “Hace unas tres semanas, las dos máquina de escribir en Braille se rompieron debido a los años de constante uso. Mandé a arreglar una, que necesitaba una sola pieza y costó $190.000. Entiendo que todas las piezas que lleva son importadas, por lo que el precio puede aumentar, y tengo que mandar a reparar la otra, que está bastante más deteriorada...”.

El hombre, que llegó al mundo con retinopatía del prematuro (ceguera de nacimiento), tiene su propia estación de radio en el pueblo y usó ese medio para pedir ayuda a quienes lo escuchan, pero no fue suficiente. “Ella usa dos máquinas: una en la escuela y otra en casa. En estos días la estuvo llevando a la escuela la máquina que arreglaron, que es pesada para su espaldita; por eso tiene que tener una en la escuela y la otra en casa. Es una herramienta también para la familia”, asegura.

Wendy y sus hermanos Kevin y Gabriel

La historia

En diciembre de 2021, Nicolás habló con Infobae y contó que de niño amaba la radio y que hacía unos pocos años había cumplido el sueño de fundar su propia emisora: “Es uno quien se pone los límites”, dijo al referirse a los impedimentos que la ceguera podría ocasionarle al momento de desarrollar cualquier tarea mientras emite un programa al aire.

Gracias a la repercusión que tuvo esa nota, en la que además contó que había mandado “una nota al Presidente (Alberto Fernández) para pedirle que los trámites para legalizar las radios puedan pagarse de a poco”, no dudó en pedirle ayuda a Infobae para poder ayudar a su pequeña.

“No sé con exactitud cuál es la antigüedad de esas máquinas, pero sacando cuentas, tienen más de una década y se pueden arreglar en un solo lugar, en Godoy Cruz. A la primera máquina me la dieron con una promesa de pago porque no llegué al total. Dejé lo que tenía, $120 mil, y el total es de $190 mil. No sé aún cuánto saldrá el arreglo de la otra máquina porque todavía no la llevé al lugar donde la reparan y no tengo el presupuesto, pero al estar en peores condiciones que la otra estimo que será un poco más”, dice Nicolás y asume que el costo de ambas oscilarán por encima de los 400 mil pesos.

Su temor, además de que la otra máquina no dure mucho más, es que el valor de las piezas sigan aumentando y no poder costear el arreglo en su totalidad. “Todo aumenta mucho, sobre todo lo importados. Pero, si no reúno el dinero esta semana no podré cumplir mi promesa de pago y menos dejar la otra que Wendy necesita porque no puede seguir cargando en su mochila una máquina tan pesada”, lamenta.

Wendy con la máquina que deben reparar

Hasta el momento, Wndy se las arregla como puede. Como te decía, lleva la máquina a la escuela o a veces la deja en casa porque le pesa. Cuando no la tenía, se arreglaba de manera oral. Creo que la seño le va escribiendo todo para que cuando ella pueda lo pase todo a Braille, que es la manera en la que empezó a manejarse”, cuenta el padre.

Las piezas que deban ser reemplazadas serán pedidas al extranjero (no sabe con certeza a dónde), pero explica: “Después hay que soldarla, pero encima tiene que una soldadura muy especial porque son piezas muy frágiles. Yo uso máquinas de este tipo hace más de 15 años y las conozco. Hoy, calculo que una usada debe estar otra que la otra máquina que está ya te digo, yo vengo usando máquinas Braille hacen más de 15 años y conozco y esa máquina, el costo de arreglar esa máquina debe estar, mínimo, unos 300 mil pesos. Porque además del problema de un rodillo que tiene, tiene problemas de lubricación, hay que limpiarla, desarmarla pieza por pieza y ese trabajo es costoso”.

Hasta el momento, pese a que en Mendoza se conoció el pedido público de ayuda que Nicolás hizo, ninguna institución le ofreció prestarle de manera provisoria una maquina de Braille a Wendy hasta que la que más usa (la que aún falta presupuestar) quede en condiciones.

“Mi hija es una nena muy dulce, muy tierna. Me emociona cada vez que hablo con ella porque es tan comprensiva cuando no puedo comprarle algo. Hace unas semanas, que viajé a Buenos Aires, no conseguí unos chizitos que le encantan. Regrese a verla y le dije que no los había encontrado y me dijo: ‘No importa, papá. ¡Lo intentaste!’... ¿Sabés la emoción que me dio?”, revive y se quiebra.

El deseo de Wendy

“Me gusta mucho jugar, escribir, escuchar novelas, escuchar cuentos y leer”, le cuenta la niña a Infobae y se presenta: “Tengo dos hermanos, Gabi y Kevin; mis papás son Jessica Gabriela Moyano y Nico Maximiliano Alfaro. Voy a dos escuelas: la Tomás Silvestre y a la Especial, el lunes y viernes en la tarde”.

También cuenta que su cantante favorita es Tini y que, de todas las canciones de la artista, la que más escucha y baila es Paleta. Al hablar de su herramienta para la escritura, dice: “Tengo dos máquinas para escribir. Una es la que está arreglada, que es la de mi hermano Gabi y la mía está rota. Mi hermano también es ciego”.

Agradecida por quienes ya la ayudaron y la ayudarán, expresa: “Quiero agradecer muchísimo a la gente que me ayudó porque gracias a ellos pudimos arreglar la máquina y ahora vamos a arreglar la que están en casa. Les quiero agradecer mucho a quienes puedan colaborar y ayudarnos a juntar toda la plata que necesitamos”.

La pequeña dice que desea poder contar pronto con su máquina para poder seguir escribiendo y haciendo todo lo que necesita e, incluso, prestársela a su hermano Gabriel.

Con una voz dulce, reconoce el trabajo de su maestra Noelia. “Ella me ayuda. Aprendió a leer y a escribir en Braille aunque no es ciega para ayudarme. Escribe en la pizarra y en la máquina”, cuenta.

“Ojalá podamos poder cubrir el costo de la reparación. No es mucho el dinero, pero para mi lo es. Por eso, pido ayuda”, finaliza Nicolás emocionado.

*Para colaborar con Wendy el alias a nombre de Nicolás Maximiliano Alfaro es eclipse.5.nx y el CBU: 4530000800012344097288 (Naranja Digital Compañía Financiera)

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