“Nos enteramos ayer a la mañana por el Boletín Oficial. No teníamos ninguna información oficial al respecto”, admitió a Infobae Victoria Salías, directora del Museo del Traje, al conocer la noticia de su repentino cierre por decreto.
“De hecho, el jueves pasado inauguramos una exposición en el sexto piso del Centro Cultural Kirchner (CCK) -actual Palacio Libertad- y su directora, Valeria Ambrosio, nos dijo que esa sala iba a quedar como espacio permanente para el Museo del Traje. Así que cuando todo indicaba que estábamos ganando territorio, pero resultó que no”, se lamentó Salías la sobre la decisión oficial.
La medida, informada a través de una reorganización operativa de la Secretaría de Cultura, incluye la derogación de la función ejecutiva de la directora actual y conlleva la desaparición de la institución como entidad independiente. Sin embargo, se aclaró que aunque el museo cerrará sus puertas, seguirá con sus muestras en otros centros culturales.
“Lo que lamento es que desaparezca el museo como institución”, dijo Salías, quien aclaró que tras la publicación del decreto pierde su función ejecutiva. “Actualmente, soy de planta permanente del Estado y tenía un plus que se me asignaba por esa función ejecutiva, que es lo que implica que yo me hacía cargo de la dirección del museo. Ahora, pasaría a ser una empleada más del museo”, afirmó.
Desde la Secretaría de Cultura, encabezada por Leonardo Cifelli y la subsecretaria de Patrimonio Cultural, Liliana Barela, argumentaron que la decisión se tomó tras considerar el bajo número de visitas y el costo del personal. Datos oficiales arrojan que el Museo Nacional de la Historia del Traje recibió, en promedio, 46 visitantes diarios en 2023, mientras que el gasto anual en personal ascendía a 66 millones de pesos. “Si el Museo del Traje fuese más grande seguramente tendríamos mucho más público”, se defendió Salías al recordar una de las peticiones que viene realizando de su asunción, en 2017.
“Desde hace 4 años vengo pidiendo que el museo se mude a un lugar más grande. Lo solicité durante la Mauricio Macri, lo repetí cuando asumió Alberto Fernández y lo volví a pedir ahora. De hecho la subsecretaria Liliana Varela está muy de acuerdo conmigo porque ella sabe de museos y entiende perfectamente que este espacio es chico”, enfatizó Salías.
Desde el Gobierno confirmaron que el museo continuará realizando exhibiciones, pero ahora en otros establecimientos culturales, como el CCK y la Casa Nacional del Bicentenario, así como en diversas Casas del Bicentenario ubicadas en distintas provincias del país.
El acervo del museo, que incluye más de 9.300 piezas que datan desde el siglo XVIII hasta la actualidad (entre trajes, accesorios, calzados, objetos de uso cotidiano, instrumentos de costura, molderías y materiales gráficos), permanecerá en la actual sede. En este lugar también se mantendrán los talleres y depósitos del museo, aunque la institución no funcionará más como espacio de exhibición propio.
Desde la Secretaría de Cultura precisaron que los 28 empleados de la institución serán reubicados en otros organismos de la Secretaría, lo mismo que la directora Victoria Salías -concursada y cuyo mandato fue prorrogado- que, sin embargo, con esta reorganización pierde su cargo de “directora” para pasar a ser “coordinadora”. “¿Si los reubican, quién se queda custodiando el patrimonio y controlando que las piezas sigan en buen estado? Y más, si como ellos dicen, van a seguir realizando muestras itinerantes”, se preguntó Salías.
Polémica por el cierre del Museo del Traje
El anuncio generó conmoción y rechazo en gran parte de la sociedad; sobre todo entre los trabajadores del museo, que aseguran estar “estupefactos” ante la medida y ya están convocando a la comunidad cultural para impedir el cierre.
“Conocí muy bien el Museo Nacional de Historia del Traje, su maravillosa colección y su equipo de trabajadores. Cerrarlo es una decisión irracional, basada en la ignorancia y los prejuicios del grupo de incompetentes a cargo de la política cultural argentina”, tuiteó Pablo Avelluto, ex Ministro de Cultura de la Nación.
La noticia del cierre también generó críticas de diversos sectores de la moda y el diseño textil en Buenos Aires. La cuenta de X La Curva de la Moda alertó sobre la situación en redes sociales, indicando que la medida implica el cierre definitivo del museo: “Están destruyendo la cultura”
Paula Guardia Bourdin, conocida como Revista Pola, expresó su preocupación en sus redes sociales: “Hoy, por decreto, cerraron el Museo del Traje de Buenos Aires. El acervo patrimonial de nuestro país está en jaque”. Ante la noticia, planteó la posibilidad de crear una asociación para evitar que la institución deje de existir.
¿Qué pasará con el edificio de Chile 832?
Desde 1972, el museo había funcionado en la calle Chile 832 y, a partir de 1986, se había convertido en un organismo propio, dejando de ser una extensión del Museo Histórico Nacional.
La histórica casona, donde funcionaba el museo, será transformada en un nuevo centro cultural “con foco en la cultura independiente”. El Gobierno planea programar allí actividades relacionadas con el teatro, muestras artísticas y otras propuestas culturales.
La programación se realizará en conjunto con la dirección del Teatro Nacional Cervantes y se espera que el nuevo espacio esté dedicado a teatro y música “emergentes”, con el objetivo de ofrecer contenidos alternativos a la cartelera convencional.
Sin embargo, el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1990, por lo que es improbable que se realicen reformas de gran envergadura. El problema de espacio y la imposibilidad de mostrar todas las piezas era una dificultad recurrente, ya que el museo solo contaba con una capacidad limitada.
Se espera que sus piezas sean exhibidas en muestras temporales repartidas por toda la geografía argentina. Asimismo, se mantendrá la biblioteca del museo, que cuenta con miles de ejemplares, catálogos, libros, revistas, grabados y moldes de prendas de distintas épocas.
Fuentes oficiales indicaron que la decisión de cerrar el Museo del Traje responde a la necesidad de “administrar mejor los recursos” y buscar propuestas culturales alternativas. La idea central es crear un nuevo espacio en la zona sur de la ciudad, entre los barrios de Monserrat y San Telmo, con el fin de atraer turistas y ofrecer una cartelera cultural diferente.
Sin embargo, las razones detrás de esta decisión, como el bajo número de visitas, problemas de accesibilidad y la necesidad de mantenimiento del edificio, son cuestionadas por quienes defienden la continuidad del museo.