Cerró una emblemática confitería de Mar del Plata: acusaciones de fraude, desalojos y el sentido adiós de los vecinos

La histórica pastelería Boston databa de 1958. Un grupo empresarial consiguió una probation que les permitió pagar indemnizaciones y deudas al 2018. Cronología de la batalla judicial

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La fachada de la mítica Boston, un ícono de Mar del Plata
La fachada de la mítica Boston, un ícono de Mar del Plata

Este lunes la confitería Boston de Mar del Plata calentó sus hornos por última vez y cerró sus puertas, luego de 66 años de historias de café y medialunas. El final ocurrió tras una larga batalla judicial, que comenzaron los empleados en 2016 e involucró cambio de dueños, promesas de expansión fallidas, quiebra y la intervención de la Justicia.

De las cinco sucursales que supo tener alguna vez, solo restaban dos: una ubicada en Avenida Constitución y otra en la calle Buenos Aires. Administradas por una sindicatura, ayer fueron entregadas ambas. El cierre surge a raíz de un acuerdo judicial alcanzado por los propietarios de la empresa, bajo acusaciones de quiebra fraudulenta.

“Entre 40 y 50 familias quedaron sin trabajo”, lamenta Carolina Jara, quien trabajó 20 años para Boston como cajera, encargada y “de todo un poco”. Para los vecinos es un momento muy emotivo: la mujer asegura que muchos lloraron a la par de los empleados.

Una de las postales de quienes trabajaron en la confitería Bostón (Gentileza Carolina Jara)
Una de las postales de quienes trabajaron en la confitería Bostón (Gentileza Carolina Jara)

Nos consideramos familia entre nosotros y a nuestros clientes también, había gente que venía todos los días”, agrega Jara. Respecto al futuro laboral de los empleados, se refiere a un clima de mucha incertidumbre porque en Mar del Plata “no llueven” los trabajos.

Hasta este momento, “La Boston” estaba siendo administrada por una sindicatura. El sueño de los empleados era que la Justicia vendiera la confitería a algún empresario que quisiera “sacar la empresa adelante”. “La sentíamos nuestra casa, queríamos sostener las fuentes laborales. Dicen que los trabajadores quieren quedarse con las empresas de los empresarios, nosotros no queríamos eso”, advierte.

Los conflictos en Boston se iniciaron en 2016 tras la compra de los nuevos dueños.
Los conflictos en Boston se iniciaron en 2016 tras la compra de los nuevos dueños.

La confitería y pastelería Boston se inauguró en 1958 en el local de la calle Buenos Aires, cerca del Casino Central marplatense, de la mano de Fernando Álvarez y Miguel Potrone. La empresa fue adquirida en 2016 por los empresarios Juan Manuel y Pablo Lotero, asociados con Carlos Ludwig y Aston Schonfeldt. Las promesas de expansión eran grandilocuentes en aquel momento. Según sus ex exmpleados “prometían transformarse en un nuevo Havanna con más de 300 sucursales en todo el país”.

Ese supuesto salto nunca ocurrió y, pasado un año y medio de la compra, los trabajadores ya no cobrabran sus sueldos. “Veíamos que se tomaban decisiones que no ayudaban mucho, pero había que dejarlos. Jamás habíamos tenido un conflicto sindical con los anteriores dueños”, recuerda Jara. Así fue que en 2018, tras tres meses sin percibir los salarios, los empleados iniciaron una toma que duró un año. Ya en 2019 comenzó la administración judicial para sostener los trabajos de Boston.

En septiembre de este año iba a comenzar el juicio oral, explicó la exempleada. “No solo perdimos el trabajo, sino que cerraron las puertas de nuestra casa”, se lamentó Jara.

Los desalojos del año 2019
Los desalojos del año 2019

La despedida de los empleados

“Hoy nos toca despedirnos, después de 60 años compartiendo momentos, sabores y tradiciones con ustedes, y 6 años de lucha. Queremos agradecerles desde lo más profundo de nuestro corazón por haber sido parte de esta historia. Cada café servido, cada medialuna horneada, cada charla compartida en nuestras mesas. Todo ha sido posible gracias a ustedes, nuestra familia extendida. Ustedes hicieron de La Boston más que una confitería, la hicieron su hogar”, postearon desde la cuenta de Instagram de la confitería.

Y concluyeron: “Nos llevamos en el corazón cada sonrisa, cada conversación y cada encuentro que hicieron de La Boston un lugar especial. Gracias por habernos permitido ser parte de sus días, sus momentos importantes, sus reuniones familiares y sus charlas con amigos. Gracias por acompañarnos hasta el final. Nos despedimos, pero el sabor de los buenos recuerdos siempre quedará”.

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