Este último fin de semana, la ciudad de San Carlos de Bariloche vio el renacimiento de su tradicional Fiesta Nacional de la Nieve después de nueve años de pausa. Y, con el regreso, también se reavivó la polémica que rodea, desde hace tres meses, a esta celebración que culminó el domingo con la coronación de Juana Saporiti (19), una estudiante de Turismo en la Universidad Nacional de Río Negro.
La controversia tuvo su punto de partida en mayo, cuando la municipalidad de la ciudad rionegrina decidió reinstaurar el certamen que había sido reemplazado en 2015 por la figura de “embajadora”. El evento había dejado de celebrarse casi una década atrás ante las críticas sobre la cosificación de la mujer y los debates sobre la igualdad de género propuestos por la Multisectorial de Mujeres y Disidencias de Bariloche, que consideran el evento de elección de la Reina Nacional de la Nieve como una forma de violencia simbólica.
En ese marco, el secretario de Turismo local, Sergio Herrero, apoyó la decisión de la vuelta del certamen y señaló que “tiene que ver con una tradición de muchísimos años”. Por su parte, el intendente Walter Cortés defendió el evento, remarcando “la importancia de volver a las tradiciones de la fiesta”.
El regreso de esta festividad fue fuertemente criticado por asociaciones de mujeres y organizaciones sociales. Claudia Quiroga, integrante de la Multisectorial, opinó acerca de la elección de la Reina de la Nieve: “Es volver a categorizar a compañeras por su condición física, y a partir de ahí hacer un certamen. Nos parece una práctica muy arcaica, que desde el propio Estado no se tiene que generar”, expresó a Prensa Obrera.
Y agregó: “Hicimos notas, cartas, conferencias de prensa, todo lo que estuvo a nuestro alcance para poder explicar nuestra posición, y sabemos que ha habido algunos medios hegemónicos realizando una contracampaña tratando de ponernos en una posición ridícula. Vamos a seguir en la lucha por el freno de toda forma de violencia contra las mujeres y las disidencias”.
Para ello, propusieron impulsar una ordenanza que promueva que haya otro tipo de eventos y no una elección por características físicas. Vale recordar que, entre 2013 y 2022, más de 70 ciudades y festividades en toda Argentina eliminaron sus concursos de belleza, según un relevamiento de la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género (Consavig).
En búsqueda de la diversidad
A pesar de las críticas, la Municipalidad avanzó con la convocatoria, remodelando los criterios de participación para incluir a mujeres mayores de edad sin límite de años, intentando evadir así la idea de cosificación. Un ejemplo de esto fue la postulación de Susana Polgi, una vecina barilochense de 61 años.
“La gente critica por criticar y hay que eliminar todos los prejuicios. Sin dudas, apoyo esto, soy una representante de las mujeres y tenemos que tirar todas para adelante”, declaró al diario Río Negro, insistiendo en que su edad no debe ser un impedimento.
“La fiesta del ego”, “Premio a la hegemoneidad”, “Atrasa 20 años”, “¿Se siguen haciendo concursos de belleza en 2024?″, fueron algunas de las quejas posteadas de los usuarios en la cuenta de IG de la Municipalidad de Bariloche. Y varios les contestaron defendiendo la tradicional celebración. Además, se criticó el uso de fuegos artificiales para cerrar la coronación, en contra de la ordenanza Nº 676-CM-06, que establece la prohibición de su utilización en Bariloche.
Herrero sostuvo ante medios locales que en esta edición no se excluyeron a las candidatas con hijos, otra de las nuevas cláusulas para participar, algo que no ocurría con anterioridad. “Tampoco impusimos medidas corpóreas”, destacó el funcionario.
El evento no pasó desapercibido y logró movilizar a cerca de 60.000 votantes a través de códigos QR, en una ciudad con 160.000 habitantes, posicionándose como un verdadero éxito de participación ciudadana,
Este no es un fenómeno aislado. Otras provincias también han mantenido similares certámenes pese a las críticas. Mendoza, por ejemplo, celebró la elección de la Reina y Virreina Nacionales de la Vendimia durante 88 años. En 2023 se realizó una elección “a ciegas” donde los vecinos sufragaban por una frase sin conocer a la candidata, un sistema que no fue repetido en la reciente elección de 2024.
Juana Saporiti fue coronada con 8.762 votos, obteniendo un premio de un millón de pesos y otros beneficios. María Yung, una policía de Río Negro, fue elegida primera princesa con 7.836 votos, mientras que Brenda Puñalef, estudiante del CET 2, se llevó el título de segunda princesa con 6.171 votos.