La División Seguridad y Custodia del Poder Judicial informó que esta mañana, alrededor de las 6:20 hs, un hombre intentó ingresar a la fuerza al hall del edificio de la calle Talcahuano 550, causando serios disturbios.
Según fuentes policiales, el agresor -identificado como Mario Alberto Orozco- gritó a viva voz “¡Quiero justicia!” y ocasionó daños en el sector de control de la sede judicial. Por este motivo, en colaboración con la Seguridad de la Corte y personal propio de esta dependencia, se procedió a la detención del hombre. “Dijo que tenía que ir a un juzgado, se le dijo que abría a las 7.30 (llegó más de una hora antes) y estalló”, informaron fuentes judiciales a Infobae.
Aparatos de control derribados y afiches publicitarios por el suelo fueron algunas de las consecuencias del daño causado. Se solicitó cooperación de la División Intervenciones Judiciales de la Policía Federal Argentina. “La situación se encuentra dominada y el personal interventor está ileso”, afirmaron desde PFA. La causa tramita como averiguación de daño y quedó radicada en el Juzgado Federal 6, a cargo de Ariel Lijo.
Vale recordar que el 13 de mayo último, el Palacio de Tribunales fue lugar de un importante operativo policial por una amenaza de bomba. Por entonces, según confirmaron fuentes del caso a Infobae, un llamado al 911 alertó sobre un presunto explosivo a el lugar, ubicado en “un rincón”, por lo cual personal de la Comisaría Vecinal 1B de la Policía de la Ciudad asistió al edificio, al igual que su Escuadrón Antibombas.
Los oficiales de la Policía de la Ciudad se quedaron de guardia en el perímetro externo; la Policía Federal Argentina tomó intervención, al ser el edificio de jurisdicción federal. Fuentes policiales aseveraron que el juzgado interventor dispuso que sólo permanezca personal de la PFA en el lugar.
Sin embargo, trabajadores judiciales afirmaron en diálogo con este medio que no se había realizado un operativo general de evacuación a mediados de aquella mañana. “Nos quedamos adentro, mientras que a nuestros compañeros que llegaron después no los dejaron entrar”, afirmaba una fuente desde dentro de un juzgado del lugar.