El operativo secreto para liberar a Benjamín Cincunegui, el argentino que estuvo ocho meses secuestrado en Afganistán por el régimen talibán, se mantuvo durante semanas bajo total hermetismo y cautela. Cualquier información que se filtrara con respecto a la misión que se estaba llevando a cabo en Medio Oriente -que se realizó en colaboración con otros países de la región- podían significar un riesgo para la vida del joven de 23 años, quien recién logró ser rescatado y puesto a salvo esta semana. Ahora, tras más de medio año en cautiverio, la víctima ya se encuentra de regreso a Buenos Aires: según confiaron fuentes con conocimiento del caso a Infobae, su vuelo estaría aterrizando durante la mañana de este domingo en Argentina tras una escala en San Pablo, Brasil.
Desde el gobierno nacional, que estaba al tanto del operativo, al igual que otros funcionarios no oficialistas, dicen que se trató de un hecho “sin precedentes”. De acuerdo a la información a la que accedió este medio, la situación que provocó una tensión y preocupación extrema llegó a oídos de las autoridades argentinas cuando ya había pasado un mes desde que Benjamín había sido arrestado. La información trascendió porque el padre del chico, Juan de Dios Cincunegui, es un asesor de la cámara de Diputados con vínculos en la política que movilizó rápidamente sus contactos para entablar negociaciones con los afganos y salvar a su hijo.
La víctima quedó secuestrada por los talibanes sin motivo alguno. Interesado por las relaciones internacionales, había viajado al país desde Tayikistán, donde estaba radicado, con una visa de estudios. Esta la gestionó justamente para evitar cualquier conflicto al momento de su ingreso. Sin embargo, la documentación no fue aceptada por los locales y, ante la sospecha de los motivos reales por los cuales había realizado la visita, procedieron a detenerlo. Lo mantuvieron dentro de un pozo en la ciudad de Kabul, la capital nacional.
El proceso para rescatar a Benjamín comenzó varias semanas después, cuando se lanzó un alerta amarilla de Interpol para dar con su paradero. Luego, con la intervención de diferentes personas de relevancia que actuaron de intermediarias, se procedió a realizar el primer paso para su liberación, que consistió en localizar el lugar exacto en el que se encontraba el chico. Una vez ubicadas las coordenadas, se procedió al segundo y más significativo avance: comprobar que la víctima se encontrara con vida.
Según supo Infobae, durante el tiempo que Cincunegui permaneció en cautiverio, su papá -que le había pedido anteriormente que no intentara visitar Afganistán- viajó varias veces a Doha, Qatar, para estar más cerca de él. Se trató de un país que fue clave en la resolución del conflicto, ya que finalmente fue el que actuó como intermediario entre Argentina y Afganistán.
La liberación de Benjamín comenzó a ser un objetivo más real recién hace dos meses, a partir de una reunión entre representantes argentinos y un qatarí que es conocido como un “alto negociador” con el régimen de los Talibanes. En el marco del encuentro, las autoridades involucradas cruzaron información sobre el joven y pautaron algunas etapas a seguir para soltarlo. Además de nuevas pruebas de vida, también se consiguió el reconocimiento informal de su captura y “comunicaciones discretas” del argentino con su familia.
Según indicaron fuentes del gobierno argentino, se solicitó que el operativo sea realizado de manera totalmente secreta por razones de seguridad nacional y para mantener la discreción sobre otros casos. En este sentido, detallaron que las gestiones de Argentina se consumaron a partir de una mesa de trabajo que se reunía constantemente en el edificio de Seguridad de la Nación, de la cual participaban representantes del ministerio, Cancillería e Inteligencia. Todo fue coordinado a través de tareas con varias agencias de diferentes países.
Hacia fines de esta semana, finalmente se concretó el objetivo y Benjamín fue liberado. Tras el rescate, lo trasladaron a la ciudad de Doha, en Qatar, donde permaneció hasta este sábado, cuando abordó el vuelo de regreso a Sudamérica. Ahora, luego de una escala en la ciudad de San Pablo, Brasil, volverá a Argentina. Se estima que su aterrizaje en Buenos Aires sea durante la madrugada del domingo.