A pocos días de celebrarse el Día del Amigo, en las redes sociales se viralizó el tuit de una joven cordobesa de 30 años que contó los detalles de una insólita situación con una de sus seguidoras, quien con el tiempo se terminó convirtiendo en su mejor amiga.
“¿Cómo conocieron a sus mejores amigos ? Yo así”, escribió Juliana Ortiz (27) en X junto a dos capturas de chat donde mostraba la conversación que había tenido con Julieta Forcato (30), en 2022.
Más allá de intercambiar algunos “me gusta”, Juliana y Julieta no eran muy cercanas. Ambas son oriundas de la ciudad cordobesa de Río de Cuarto y se habían conocido durante la adolescencia. Solían juntarse en la misma plaza, pero cada una con su grupo de amigos. Mantenían una relación cordial, que con el tiempo se fue diluyendo y luego volvieron a retomar contacto con el auge de las redes sociales.
Se miraban las historias de Instagram, estaban al tanto de las publicaciones que cada una hacía en el feed y de los videos que compartían. Juliana era de mostrar más los aspectos de su vida privada y le gustaba subir fotos con su novio. Julieta, en cambio, era más esquiva.
Al alertar que Juliana estaba en pareja con un chico que también se la estaba “chayumando” a ella, Julieta no dudó en escribirle. “¿Vos sos la novia de ...” (Infobae no revela la identidad del joven), no?, le preguntó. A lo que Juliana respondió: “Jajajaja lpm, ¿te chamuya?.
La confirmación no tardó en llegar. Lo curioso es que para Juliana no fue algo revelador, sino que le terminó de confirmar que ese chico no era para ella porque ya venía sospechando de otras situaciones similares.
Aprovechando que estaban en “modo confesión”, Juliana le contó a Julieta que su novio también le estaba escribiendo a ella. Es decir, se enteraron que eran blanco de infidelidades cruzadas, que las involucraban a ellas y a sus novios por igual.
“A Julieta la conozco desde hace más de 10 años y nos terminamos distanciando por situaciones de la vida, no es que nos peleamos o terminamos mal por algún motivo”, aclaró Juliana. “Lo curioso es que nos volvimos a hablar por esta razón y nos hicimos inseparables cuando, quizás, tendría que haber sido al revés”, remarcó. “Lo copado de esta historia es que nuestros ex nos unieron nuevamente”, agregó.
La desilusión de Juliana
“Cuando Julieta me escribe, me pregunta si ese chico era mi ex o mi novio actual. Yo le respondo que sí, que estaba en pareja, y que me imaginaba el motivo por el que me estaba hablando. Sabía que era medio pirata y recordé que ya habíamos tenido problemas por eso. Me tomó por sorpresa descubrir que se la estaba chamuyando porque él sabía que nos conocíamos”, detalló.
Inmediatamente, Julieta le mostró las capturas y ahí comprobó que este chico le reaccionaba todas las historias, que la piropeaba, que le sacaba charla de cualquier tema y que le escribía con frecuencia para saber en qué andaba.
“Río Cuarto es así. Pueblo chico, infierno grande. Todos nos conocemos con todos y a la larga todo se sabe”, le dijo Juliana a quien era su novio para dejarle bien en claro que ya no había vuelta atrás en la relación.
La desilusión de Julieta
Mientras Julieta trataba de abrirle los ojos a Juliana sobre la persona infiel que tenía a su lado, jamás imaginó que a ella le pasaría lo mismo.
“Como ella subía fotos con su novio muy de vez en cuando, yo no sabía realmente si seguía con él. Entonces, aprovechando la charla, le pregunté. Cuando me dijo que sí, no dudé en contarle que él también me estaba escribiendo por Instagram”, recordó Juliana.
La historia puede simplificarse de la siguiente manera: al mismo tiempo que el novio de Juliana intentaba algo con Julieta, el novio de Julieta hacía lo mismo con Juliana. Cuando las acciones de ambos novios quedaron al descubierto, el vínculo entre las chicas se consolidó de manera sorprendente.
“Nuestro reencuentro empezó un poco cruzado”, admitió entre risas Juliana. “Pero gracias a eso empezamos a hablar todos los días para contarnos cómo iban nuestros asuntos con ellos y hoy somos mejores amigas”, remarcó. “Igual, quiero aclarar que todo el chamuyo quedó ahí, en los chats porque ninguna de las dos fuimos infieles”, añadió.
Un Día del Amigo particular
En 2024, la celebración del Día del Amigo -que cae sábado- las encuentra a 10 mil kilómetros de distancia. Es que el año pasado, Julieta decidió emigrar a Madrid en busca de mejores oportunidades para potenciar su faceta artística como bailarina.
Juliana, en cambio, vive en Río Cuarto y le faltan pocas materias para recibirse de Técnica Universitaria en Gestión Empresarial en la universidad pública de esa ciudad cordobesa.
“La pasé muy mal cuando me contó que se iba a vivir a España. Estábamos juntas 24x7 y ahora nos tenemos que conformar hablándonos por Whatsapp”, se lamentó Juliana.
Sin embargo, las dos van a tener su revancha para festejar como corresponde en enero 2025, ya que Juliana tiene planeado volver a la Argentina los primeros 15 días del año y pasar el verano en Córdoba.