“Somos la Guia Michelin de los discursos de odio en el mundo de las redes sociales”. Con esa frase Ariel Gelblung, director para América Latina del Centro Wiesenthal define el trabajo de la organización para detectar este tipo de relatos que recorre las distintas plataformas. “Para dar sólo un ejemplo, en el 2014 en un sólo día hubo en el mundo 200.000 personas tuiteando sobre ISIS. Eso equivale a más de dos estadios de River Plate”.
El evento denominado “Terrorismo digital + odio” se realizó en el auditorio de la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El primero en hablar fue el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff. “Es importante este acto en la víspera del aniversario número 30 del atentado de la AMIA. Fue el peor ataque contra la comunidad judía, fuera del territorio israelí. Además, es también el atentado más grave ocurrido en Argentina. Creo que nuestro país no es antisemita aunque si existe el antisemitismo”.
El secretario de Seguridad de la Ciudad, Diego Kravetz, también estuvo presente. “El delito se complejizó y tenemos que estar mucho más atento a las redes sociales para lograr alertas tempranas. Así, es necesario adaptarse a la nuevas situaciones para combatir este tipo de delitos complejos”.
El funcionario dio un ejemplo de una de las últimas investigaciones de narcotráfico que le tocó afrontar. “Pensamos que era una gran narco por la cantidad de dinero que movía. Nos costó encontrarlo porque se manejaba todo con grupos de Telegram. Cuando llegamos a su casa nos sorprendimos. Era un chico de 22 años que vivía con sus padres y manejaba todo con un teléfono y los deliverys”.
El recuerdo de la AMIA
En tanto, el rabino Abraham Cooper, Director Global de Acción Social del Centro Simon Wiesenthal, explicó que llegó al país para participar de los actos de los 30 años del atentado a la AMIA. “El mundo sería otro si desde aquel momento se hubieran tomado las alertas de lo que había realizado Irán. Hoy la amenaza hubiera sido mucho menor”.
Antes de arrancar con el informe, Cooper resaltó la figura de Simon Wiesenthal. “Fue víctima del Holocausto. De su familia de 90 integrantes, sólo se salvaron él y su esposa. Salió del campo de concentración con vida, pero pesaba apenas 40 kilos”, recordó el rabino. El líder religioso recordó también una frase de Wiesenthal sobre si la Shoa podría volver a pasar. “Lo dijo en la Universidad de Ohio en 1980. ´Si se organiza el discurso del odio, se suma una crisis social pronunciada y las tecnologías en su poder, cualquier cosa puede ocurrir´, sostuvo en aquel momento”.
Gelblung sostuvo que Telegram es uno de los espacio en los cuales los discursos de odio tienen menos control. Por ejemplo, el informe Wiesenthal muestra un grupo llamado “Whites lives matter”, en contraposición al movimiento “Black Lives Matter”, surgido en Estados Unidos tras el crimen de George Floyd por parte de la policía. Allí hay manuales racistas en los que se habla de supremacía blanca. “Arman un mapa del mundo en el cual el judío con sus hilos dirige todo desde Estados Unidos hasta Europa”, explicó Gelblung.
Cooper agregó que TikTok es un espacio de captación de jóvenes con videos atractivos, para luego pasarlos a Telegram. “En esta red social no hay control sobre los mensajes que se emiten. Los terroristas tienen total libertad”, admitió el rabino.
Telegram sin control
Otros grupos de Telegram muestran a los asesinos de masas como santos y le dan formas de animales a los judíos. “Por ejemplo, se puede ver una aplicación que le dio formas de animales a una de las chicas secuestradas por Hamas el pasado 7 de octubre. Eso de mostrar judíos con formas de animales es algo que ya viene de la época del nazismo”, explicó Gelblung.
Cooper, aclaró que “puede ser que los grupos de Telegram sean chicos. De unas 200 personas o menos. Aún así, tienen la opción de en la captación hallar un lobo solitario que luego pasará a la acción en cualquier momento. Uno de estos ejemplos es el joven que disparó contra Donald Trump la semana pasada. Wiesenthal decía que los judíos estamos más tranquilos y en paz en los lugares en donde la democracia es más fuerte”.
En el informe se mostró otro tipo de contenido que es la de los llamados “aceleracionistas”. Están inspirados en un libro de James Meson llamado Siege. El autor es un neonazi que había sido socio de Charles Manson en su secta. “Este tipo de movimientos están muy presentes en Estados Unidos. Se basan en ataques a los recursos naturales o las instalaciones de servicios públicos del país para provocar el caos”, explicó Cooper.
Otro de las alertas que aparecen en las redes sociales es el movimiento AWDA, que ya tiene sus bases en Argentina. “Uno de los jóvenes que atentó contra la ex presidenta Cristina Kirchner tenía tatuajes que lo identificaban con este movimiento”, relató Gelblung. Este grupo en sus redes sociales pide matar políticos, atacar a la comunidad homosexual y combatir la inmigración.
Dentro de las alertas que enumeró el Centro Wiesenthal es sobre el uso de la inteligencia artificial para generar imágenes falsas. “Otra vez se da mostrar a los judíos como animales o atacar a la comunidad gay”, contó Cooper. En muchos sitios aparece el número 1488 como código secreto de los grupos neonazis. “El 14 son la cantidad de palabras que usan para motivarse sobre su destino de salvar al mundo. Y el 88 refiere a dos veces la octava letra del abecedario. Son las dos H que significan heil Hitler, el saludo nazi característico”, contó el rabino.
En Telegram y TikTok hay también mucha información de cómo convertirse en un terrorista con entrenamientos de armas y discursos de odio contra los judíos. Y hasta la promoción de una serie de recitales de bandas neonazis en Chile que incluye venta de literatura ligada a Hitler.