Fue el creador de la “pizza con champagne” en los ‘90 y hoy lidera a cien mil kioskeros de la Argentina

Norberto Tomasino fue uno de los socios de Pizza Banana Recoleta y otros boliches emblemáticos donde se congregaban las celebrities de la época. La noche también condicionó su vida con el consumo de drogas, pero pudo salir adelante: es doctor en Ciencias Económicas y es el secretario de UKRA, que agrupa a los microemprendedores

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Norberto Tomasino Crédito: Gastón Taylor
Norberto Tomasino Crédito: Gastón Taylor

En su boliche, en un momento de la noche se corrían las mesas y Amalita Fortabat salía a demostrar sus reconocidas habilidades con el baile y la diversión. Enseguida se sumaba el mismísimo Bartolomé Mitre y tantos más... Ambos eran habitués de Pizza Banana Recoleta, y en la carta, además de las clásicas de pepperoni, napolitana, margarita y provolone, aparecían las dedicadas a ellos con nombre propio. “La Especial Amalita era una de las que más salía”, cuenta Norberto Tomasino, Doctor en Ciencias Económicas, hoy presidente de UKRA, gremio que agrupa a los kiosqueros de la Argentina, pero por entonces anfitrión de lujo de la restó-disco emblemática de los 80/90.

Norberto confiesa sin vueltas a Infobae que por aquellos años transitaba dos vidas paralelas: “De día como profesional responsable de un estudio comandando a 50 colegas, y de noche en un negocio donde creamos lo que terminó siendo un clásico de los clásicos, la pizza con champagne, que se repite hasta hoy cuando se habla de aquellos tiempos inolvidables”, describe.

En realidad Pizza Banana en Peña y Ayacucho, donde asistía la creme de la creme porteña, fue su segundo emprendimiento junto al DJ Ezequiel Lanús y otros socios. El inicial en el intenso recorrido de su vida nocturna fue Soviet, en Viamonte y Suipacha, que antes se decía “para público gay”, ya que en esos tiempos no era tan común hablar de comunidad LGBT+ como sucede en la actualidad. “Existían otros como los recordados Bunker y Contramano, pero logramos imponer nuestro estilo y fue un éxito, una experiencia increíble que funcionó de manera excelente hasta que llegó la hiperinflación y no lo pudimos soportar. No eran tiempos fáciles tampoco porque no había la tolerancia que existe hoy con relación al tema de la diversidad”, detalla y hace un alto para continuar con la persecución que se ejercía sobre aquellas personas que se consideraban “diferentes” más allá de que ya el país transitaba tiempos de democracia, aunque incipiente todavía.

Norberto Tomasino, Moria Casán y Jorge Ibañez en la noche porteña
Norberto Tomasino, Moria Casán y Jorge Ibañez en la noche porteña

Norberto hace memoria acerca del hostigamiento constante que padecía tanto la disco como quienes asistían para divertirse: “Era una época difícil claro, de mucha persecución a pesar de que la dictadura se había terminado, pero algunos integrantes de fuerzas del orden seguían acechando a la gente, discriminando... Hay que ubicarse hace cuarenta años cuando las mentalidades y las formas de pensar y procederes eran otros. Las razzias policiales se repetían, caían con tres colectivos, los llenaban de gente por deporte y nos dejaban el boliche vacío. Después el público tenía temor de venir, había que lidiar con todo eso, no era fácil”, explica.

“Fueron varias vidas en una sola”, resume Tomasino mientras camina por avenida Figueroa Alcorta paseando a sus perras Shar Pei rescatadas de un criadero, Isadora, Chocolina y Felicitas, rumbo al kiosco de su barrio. “Mi amor por esta raza nace hace muchos años por mi amistad con Moria Casan, con quien tuve una relación de amigos entrañable. Ella me ayudó en un momento bastante difícil de mi vida cuando trabajar en la noche me trajo consecuencias: entré en un consumo problemático de drogas y para superar la adicción me fui a vivir solo a una chacra en General Rodríguez durante tres o cuatro años. Organicé y llevé a cabo mi propio tratamiento de recuperación, aislado en lo que tiene que ver con el lugar donde vivía, pero respaldándome en mi profesión, trabajando mucho como siempre lo hago, planteándome nuevos objetivos. Pude salir alejándome de la nocturnidad, pero también recurriendo a pensar con otras perspectivas y buscando desafíos en mi tarea profesional”.

La consulta para Tomasino es cómo contribuyó Moria en esa historia y así lo recuerda con gran afecto: “´Teníamos una gran relación de mucho cariño, yo había abierto en aquella temporada de verano 2006 en Mar del Plata una disco que se llamó Moria en Palacio que funcionó muy bien. Ella sabía que yo no estaba bien, me regaló un Shar Pei y me dijo algo que nunca me voy a olvidar porque fue el punto de partida de mi “salvación”. ¿Por qué lo remarco? Por lo simple pero efectivo de su mensaje: “De acá en más acá tenés al Salvador de tu vida”, remarcó, y quedó ese nombre. Te juro que cuando lo tomé en brazos sentí mucha emoción y una impresionante sensación de bienestar en el cuerpo, de calma, y me enamoré de él en ese instante. A partir de ese día tenía alguien en quien pensar, revolucionó mi vida para bien. Los animales tienen una influencia psicológica positiva muy importante en los seres humanos y lo pude comprobar. Lamentablemente esta hermosa historia tiene un final poco feliz porque Salvador murió a los tres meses de manera inesperada. Yo estaba deshecho buscando recuperarme y perdía a un ser tan querido porque vivíamos pegados el uno al otro. Pero en lugar de deprimirme, busqué otros rescatados de criadero y así continuó mi relación de amor con esta raza que fue clave para que mi cabeza pensara en ellos para no caer en otras tentaciones. Eso y dedicarme por completo y con responsabilidad a mis trabajos diurnos me salvó”, confiesa con sinceridad.

Tomasino está al frente de UKRA, la Unión de Kioskeros de la República Argentina Crédito: Gastón Taylor
Tomasino está al frente de UKRA, la Unión de Kioskeros de la República Argentina Crédito: Gastón Taylor

Hoy recuerda con sonrisas vivencias y anécdotas de aquellos tiempos pasados donde además de ser dueño de Pizza Banana y Soviet, también llevó adelante el desarrollo de otras discos exitosas como Palacio Alsina, Big One, Tea Dance, L’Inferno... En su mayoría para el público gay, que sentía el lugar como propio por la calidad y el nivel de sus visitantes y por sus increíbles fiestas temáticas: “En los 80 y en los 90 el vínculo que se armaba con la gente gay era muy familiar. Es más, entre los grupos se consideraban, se llamaban y se trataban como hermanas, porque se protegían de agresiones y persecuciones. Es lo que te conté antes respecto a las razzias y la escasa tolerancia de otros grupos. No existía la aceptación que vivimos hoy”, explica.

Tomasino cuenta que bastante de su personalidad la heredó de su padre, que perteneció a la Marina y a quien perdió muy joven por un ataque al corazón: “Yo tenía 20 años apenas y él me daba un sueldo de hijo porque mi viejo no quería que trabajara hasta que me recibiera. Lo hice de Contador Público a los 21 y dos años más tarde de Doctor en Ciencias Económicas. Pude cumplir con eso aunque ya no estuviera. Vivimos varios años en Estados Unidos porque él era agregado de la Marina. Tuvo mucho éxito como distribuidor de los libros de cocina de Doña Petrona. Era muy inquieto, hacía varias cosas a la vez, igual que yo. De muy joven realicé un trabajo muy importante para una consultora económica de la que era socio, que fue estar al frente con un grupo de cincuenta contadores de la quiebra de Sasetru, la compañía más grande de alimentos. También con la consultora nos ocupamos de varias de las privatizaciones de entonces”.

Su rol como profesional de la economía duraba siempre hasta las ocho de la noche aproximadamente, después se calzaba “el traje de la noche”, como él lo llama y sonríe: “Traíamos los mejores Dj’s locales e internacionales como Aldo Haydar, José Luis Gabin, Germán Rovira, Tiësto, Roger Sanchez, Erick Morillo, Carl Coxy, y las fiestas eran imperdibles. Habíamos generado una tarjeta dorada para el ingreso y todos querían tenerla. Venían desde Julio Bocca hasta los diseñadores y modelos top de entonces, todo con mucho estilo y glamour. A la gente le encantaba y todos nos divertíamos mucho. La presidenta de Chandon nos eligió para lanzar la versión Mini, fue extraordinario”.

Tomasino, el tercero desde la derecha, como presidente de la UKRA (que aglutina a los kioskeros) en la reunión con el exsecretario de Comercio Matías Tombolini para arreglar el affaire figuritas del Mundial con Panini
Tomasino, el tercero desde la derecha, como presidente de la UKRA (que aglutina a los kioskeros) en la reunión con el exsecretario de Comercio Matías Tombolini para arreglar el affaire figuritas del Mundial con Panini

Otra persona clave en la plena recuperación de Norberto es su mujer, Andrea, médica de profesión y con quien se casó hace ya quince años: “Ella es mi cable a tierra, quien me baja de revoluciones porque soy de trabajar mucho. Arranco muy temprano y termino tarde. Lo que sucede es que me autoimpongo una agenda muy movida para poder concretar todo lo que proyecto, digamos que no paro un minuto”, relata.

La gran incógnita es cómo llegó un hombre que fue dueño de boliches que tuvieron que ver con la noche, Doctor en Ciencias Económicas al frente de privatizaciones, quiebras de empresas y liquidaciones de bonos de consolidación de deuda a presidente de UKRA –Unión de Kiosqueros de la República Argentina- gremio que nuclea a cien mil microempresarios en todo el territorio. “Ya plenamente recuperado hice un trabajo durante años de auditoría de medicamentos para la UBA –Universidad de Buenos Aires- comandando otro grupo de profesionales. Ahí me contrata UKRA como consultor asesor porque también pertenecí al cuerpo de peritos contables de la Corte Suprema dedicados a la parte penal. Luego fui vicepresidente y hace tres años me eligieron presidente. Me siento conforme porque estoy desarrollando una plataforma de e-commerce para centralizar y abaratar costos con compras comunitarias. Generamos convenios con las principales empresas tabacaleras, cerveceras y de gaseosas, que son nuestros ‘Socios Protectores’. Mi tarea además es mantener a todos unidos porque la unión hace la fuerza. Quiero lograr que estemos en contacto permanente como ocurre con las farmacias donde está todo muy sistematizado. Me considero muy creativo para eso. Ahora estamos por concretar la iniciativa de un predio en Luján para intentar construir viviendas. También estamos dando lucha para defender los derechos de los kiosqueros porque en todas las provincias existen proyectos de ley de prohibición de la publicidad, en especial la relacionada con el tabaco. Solo pedimos participar, que nos consulten, que no tomen decisiones sin darnos lugar a opinar porque sabemos sobre el tema. Decimos que el camino no es prohibir, sino concientizar, lo mismo sucede con el acohol, con lo que comemos, hay que darle información a la gente, no prohibirle”.

Tomasino con sus perros Shar pei: Isadora, Chocolina y Felicitas  Crédito: Gastón Taylor
Tomasino con sus perros Shar pei: Isadora, Chocolina y Felicitas Crédito: Gastón Taylor

Antes de despedirse porque al otro día debe visitar temprano a los senadores de la provincia de Buenos Aires en La Plata para hablar del tema, Tomasino sonríe cuando rememora que su madre le decía: “Ya tenés 26 años y no te casaste”. Bueno, le dí el gusto un poco más tarde con una compañera de lujo. ¿Sabés qué extraño de aquellos años 80/90 tan recordados y queridos? Los afters, ya no existen esos encuentros los miércoles o jueves donde uno escuchaba buena música y se encontraba con amigos y amigas hasta la medianoche. Por eso con Mike Cameroni, experto PR de trayectoria estamos desarrollando una nueva propuesta, la Cámara de la Industria de la Moda de Pinamar, que producirá eventos en toda la costa desde Ushuaia por todo el corredor atlántico. Él como presidente y yo como asesor creativo, será un espacio para que todos aquellos emprendedores puedan presentar y comercializar sus creaciones. Eso sí, no puede faltar el glamour, uno de los requisitos necesarios para alcanzar el éxito”.

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