A 40 años de la explosión del “Perito Moreno” en Dock Sud: un buque en llamas y el polo petroquímico a punto de estallar

La noche del 28 de junio de 1984, un barco de la flota costera de YPF se incendió cuando descargaba petróleo crudo en una dársena del puerto de Dock Sud. En ese momento había 13 tripulantes a bordo. Los bomberos demoraron once días en extinguir las llamas ante el peligro inminente de que su calor hiciera volar los tanques de petróleo y de gas del Polo Petroquímico. El trágico saldo y los que se salvaron

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El buque tanque Perito Moreno,
El buque tanque Perito Moreno, presa de las llamas y deformado por la explosión (flotaypf.com.ar)

El jueves 28 de junio de 1984 amaneció en Buenos Aires como el día más frío del año sin que nadie imaginara que a la noche se convertiría en un infierno. La mínima había superado el grado bajo cero en la ciudad y los medios informaban que faltaba gas y que durante la noche habían muerto cinco personas por el frío. La crisis económica heredada de la dictadura golpeaba fuerte y el presidente Raúl Alfonsín pedía un esfuerzo excepcional para enfrentarla, al mismo tiempo que negociaba un acuerdo para la concertación con los cuatro secretarios generales de la CGT y el Ministerio de Economía anunciaba que se pagarían 280 millones de dólares de intereses de la deuda externa.

El día transcurrió sin otros hechos relevantes. Del otro lado del Riachuelo, en el Polo Petroquímico de Dock Sud, donde se concentraba más de una decena de empresas de ese rubro, los trabajadores cumplieron sus turnos, mientras los vecinos del asentamiento más cercano, bautizado no sin razón como Villa Inflamable, se preparaban pasar pasar otra noche helada en sus casillas heladas. Atracado en el puerto de Dock Sud, el buque tanque “Perito Moreno”, de la flota de YPF, estaba descargando combustible.

El buque tanque Perito Moreno
El buque tanque Perito Moreno navega antes de la explosión (flotaypf.com.ar)

El infierno se desató exactamente a las 20.15, cuando una tremenda explosión conmovió el suelo de gran parte de Avellaneda y la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. En el “docke” – como los vecinos llaman a Dock Sud – las casas se sacudieron, los vidrios de las ventanas estallaron y un apagón general dejó todo a oscuras. En el primer momento de sorpresa, estupor y miedo, nadie supo qué había pasado.

La frágil democracia argentina llevaba poco más de siete meses y el gobierno de Alfonsín navegaba por aguas difíciles por las presiones de sectores de las Fuerzas Armadas que no querían que se juzgara a sus miembros por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Por eso, muchos pensaron en un atentado ejecutado con una bomba de tremenda potencia.

Impresionante vista del buque en
Impresionante vista del buque en llamas

Aturdidos, aterrados y sin acceso a los medios de comunicación, los vecinos de Dock Sud y de Villa Inflamable demoraron en saber que no se trataba de una bomba sino del estallido del “Perito Moreno” mientras descargaba su carga en el puerto, con el trágico de tres tripulantes muertos y seis desaparecidos. Sólo sobrevivieron cuatro de las personas que estaban en ese momento en el barco porque se arrojaron a las oscuras aguas y nadaron hasta la orilla. Los bomberos demorarían once días en apagar el fuego.

La explosión del “Perito Moreno”

El buque tanque “Perito Moreno”, de 172 metros de eslora y 21 tanques con una capacidad de 25.386 metros cúbicos de combustible, operaba para la flota de YPF desde que fue botado en 1966 por Astano Astilleros y Talleres del Noroeste S.A, en El Ferrol, España. Se lo bautizó inicialmente como “Hipólito Yrigoyen”, en homenaje al ex presidente radical, pero la dictadura iniciada ese mismo año no demoró en cambiarle el nombre por el del polémico naturalista y explorador del sur argentino.

Los intentos por controlar el
Los intentos por controlar el fuego duraron 11 días (flotaypf.com.ar)

El 28 de junio de 1984 atracó en el puerto de Dock Sud con una carga de 13.000 metros cúbicos de combustible, de los cuales para las 20.15 había descargado 10.000 y contenía los restantes 3.000 en sus tanques. Con una tripulación de 41 hombres durante la navegación, en ese momento había sólo 13 personas a bordo, las encargadas de la tarea de descarga. Eso evitó que las víctimas fueran muchas más.

La explosión partió al buque prácticamente en dos y en pocos minutos las llamas se elevaron hasta unos doscientos metros de altura. Tres de los tripulantes murieron en barco y los cuerpos de otros seis nunca fueron encontrados.

El barco ardía en su parte media, lo que incrementaba el peligro de una nueva explosión, porque cerca de allí estaba el tanque número seis todavía cargado con 3.000 metros cúbicos de petróleo crudo. No era el único riesgo, porque de propagarse las llamas hacia el Polo Petroquímico, donde también había tanques de petróleo y de gas, podía causar una explosión decenas de veces mayor, al punto de hacer volar no solo todo el sector industrial sino la totalidad de Villa Inflamable y el Dock Sud.

La oscilación del barco también
La oscilación del barco también provocaba que las llamas se moviera y fueran más difíciles de controlar (flotaypf.com.ar)

Por esa razón, además de tratar de contener el fuego, los bomberos comenzaron a arrojar agua a los tanques más cercanos dentro del Polo Petroquímico. “Era espeluznante, porque podría haber estallado todo. Fue un siniestro muy complicado por las características de la zona, donde había muchas refinerías. Y algunas petroquímicas. El peligro era que las altas temperaturas hicieran explotar alguno de los tanques de las empresas que estaban pegadas a la dársena y provocara un efecto dominó”, explicó después Daniel Blanco, de los Bomberos Voluntarios de Dock Sud, los primeros en llegar al lugar.

Poco después se sumaron los Bomberos de Prefectura y más tarde dotaciones de Barracas, La Boca, Avellaneda, Wilde, Lanús, Echenagucia y la Policía Federal.

El acceso de las autobombas y las ambulancias se hizo muy difícil, porque el fuego había elevado la temperatura hasta centenares de metros alrededor de la embarcación. Recién al día siguiente de la explosión los bomberos pudieron abordar el buque para atacar frontalmente el foco del incendio, pero las explosiones que se sucedían en el interior del casco incrementaron el fuego en el sector de popa y los obligaron a retirarse nuevamente.

Eran las primeras y difíciles escaramuzas de una lucha contra las llamas que se prolongaría durante una semana y media.

Desde un helicóptero arrojan agua
Desde un helicóptero arrojan agua para apagar el siniestro, que cobró tres vidas (flotaypf.com.ar)

Testimonios de un desastre

La noche de la explosión, Juan Jugovik, estaba detrás del mostrador de su almacén en Dock Sud. “Yo estaba atendiendo una vecina que vino a comprar fiambre cuando estalló el barco. La explosión me rompió los vidrios del local y tembló todo de golpe, nos asustamos muchísimo. En principio pensé que era una casa donde había estallado una garrafa, nos quedamos sordos. Luego me enteré lo del barco de YPF y salí corriendo a ver lo que pasaba en el Polo. Después de eso me fui de Dock Sud. Había vivido 37 años ahí, pero me di cuenta de que era una bomba de tiempo”, relató a estudiantes de la Universidad de Avellaneda que quisieron reconstruir la memoria popular los hechos de esos días.

“Yo vivía en un edificio de Las Torres del ‘docke’ y pensé que era una bomba. El edificio se sacudió y se rompieron todos los vidrios. La gente salió disparando de los departamentos y nos chocábamos en las escaleras. No veíamos nada porque se cortó la luz. Tembló todo Avellaneda, literal, todo, me acuerdo bien. Cuando llegué a la calle estaba todo oscuro y a lo lejos veíamos las llamas que alumbraban, alumbraban todo”, relató años después, Beatriz García, vecina de Dock Sud.

Desde barcos más pequeños arrojaron
Desde barcos más pequeños arrojaron agua al barco petrolero. El riesgo era que las llamas alcanzaran a los tanques del Polo Petroquímico Dock Sud (flotaypf.com.ar)

El bombero Daniel Blanco nunca olvidará esos días. Una de sus primeras tareas fue abrir las válvulas de un búnker de Union Carbide. Estaba en eso cuando se produjo la segunda explosión en el “Perito Moreno”. “No bien llegamos y quisimos abrir unas válvulas, que ya conocíamos, para refrigerar los tanques de Unión Carbide. Entonces se produjo la segunda explosión. Un compañero, Daniel Villa, me contó que yo salté por reflejo no sé cuántos metros. Hoy miro a veces la distancia que había del suelo al techo de ese búnker y es imposible que yo en un estado normal saltara lo que salté para caer del otro lado. En esos momentos solo pensás en salvar la vida. Nos quedamos tirados ahí, cuerpo a tierra, sin decidir qué hacer porque todavía se sentía un sonido muy fuerte en los oídos, estábamos sordos. La verdad es que pensé que de esa no salía”, relató.

En los medios de la época se pueden leer testimonios coincidentes de los vecinos que fueron entrevistados al día siguiente de la explosión. Los más repetidos son: “En mi casa temblaban las paredes y volaban los muebles” y “Parecía un terremoto”.

El estado en que quedó
El estado en que quedó el buque tanque Perito Moreno (flotaypf.com.ar)

Once días de fuego

Al día siguiente de la explosión, cuando el incendio del buque distaba de estar totalmente controlado, el presidente Raúl Alfonsín se acercó a la zona del desastre. Lo hizo en contra de las recomendaciones de sus colaboradores y de los bomberos de la Policía Federal, que le advirtieron sobre el peligro de nuevas explosiones en el “Perito Moreno” o, mucho peor, en el Polo Petroquímico.

Después de unos primeros días de avances y retrocesos, los bomberos pudieron controlar primero el fuego, cuyo último foco fue extinguido el 9 de julio. “Fue realmente un incendio que costó muchísimo mantenerlo controlado, no extinguirlo sino mantenerlo en su cauce, porque si bien el barco estaba partido a la mitad, no estaba hundido y entonces, con las variantes de las mareas, oscilaba para la banda de babor o la de estribor y el fuego corría para ahí. En poco tiempo llegaron dotaciones de bomberos de todos los cuarteles y la petrolera YPF nos dio la espuma que necesitábamos para controlar el fuego. Para controlar que no se expandiera nomás, no para extinguirlo. En ese momento no contábamos con los equipos más sofisticados que hay hoy, que podrían haber hecho todo mucho más rápido. Así estuvimos once días y noches”, relató el bombero Blanco.

El incendio atrajo a muchos
El incendio atrajo a muchos curiosos en el puerto de Dock Sud. Todo el barrio, sumado a Villa Inflamable, corrió riesgo que las llamas lo alcanzaran en un primero momento (flotaypf.com.ar)

Después de extinguido el fuego, las huellas del desastre se seguían viendo en toda la zona circundante. En Dock sud y Villa Inflamable se multiplicaban las paredes caídas, las ventanas destrozadas, puertas arrancadas de sus marcos y un clima de miedo que no se disiparía en muchísimo tiempo.

Poco después los vecinos comenzaron a organizarse y exigir más controles sobre el Polo Petroquímico, a la vez que reclamaban que se investigaran los efectos del funcionamiento de las petroquímicas sobre el medio ambiente y los habitantes del lugar. También se inició una movida para erradicar a las empresas contaminantes que tuvo muy pocos frutos.

A 40 años de la explosión del “Perito Moreno”, cerca de la dársena donde se incendió aún hay diseminados algunos restos del buque como mudo testimonio de un desastre que puso en peligro de muerte a cientos de miles de personas.

El siniestro trajo el reclamo
El siniestro trajo el reclamo de los vecinos de Dock Sud por más controles en el Polo Petroquímico (flotaypf.com.ar)
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