La Fraternidad, el sindicato que representa a los trabajadores ferroviarios, anunció una nueva medida de fuerza para el martes 25 de junio en los trenes que circulan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La protesta consiste en reducir la velocidad a la que se moviliza este medio de transporte durante 24 horas, con el objetivo de manifestar la disconformidad por la falta de mejoras en los salarios.
“La paciencia tiene un límite”, señala el comunicado que difundió el gremio este miércoles, en donde informa a los usuarios de trenes que el martes las unidades circularán a 30 kilómetros por hora. La decisión llega tras haber participado en cuatro reuniones consecutivas, mostrando la mejor predisposición para llegar a un acuerdo”, afirmaron. Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen puerto.
“Nuestra voluntad no fue efectiva, habida cuenta de que el sector empresarial ha tenido más de 15 días para mejorar la propuesta salarial de forma que la misma reflejara los índices inflacionarios para mantener el poder adquisitivo alimentario, el cuál viene siendo licuado sistemáticamente desde enero de 2024”, explica el texto difundido por La Fraternidad, firmado por su secretario general, Omar Maturano.
El sindicato remarcó que, como gesto de buena voluntad, había suspendido el paro previsto para el 4 de junio. Tal decisión buscó enviar una señal, tras un pedido del gobierno nacional. “Mostramos la mejor predisposición para llegar a un acuerdo”, subrayó el gremio.
“Habiéndose agotado las instancias de diálogo es que con la medida anunciada nuestro sindicato retoma su plan de lucha, que fuera postergado”, cierra el comunicado, anticipando un periodo de conflictividad en las líneas de trenes del centro del país.
De esta forma, los usuarios de trenes en la provincia de Buenos Aires se verán afectados dadas las demoras derivadas de la reducción de la velocidad por 24 horas. Se trata de la tercera acción directa del sindicato en 2024. El gremio sostiene que la reducción presupuestaria derivó una desmejora del servicio y repercutió en el nivel de los salarios que cobran los ferroviarios, que corren detrás de los índices de inflación, de acuerdo a lo informado por el gremio.
“No hay una inversión ni una política para el modo ferroviario. Nosotros trabajamos sin insumos, atando algunas veces con alambre algunos objetos y así salimos con los trenes. Y yo le pondría un sinónimo, que estamos trabajando con bajas condiciones de seguridad”, se quejó Maturano con anterioridad.
La dirigencia viene reclamando un aumento que oscila entre el 52 y 55%, lo que considera que igualaría el impacto del aumento de los precios. “No reclamamos un aumento, queremos empatarle a la inflación”, fue la consigna expresada a lo largo de los últimos meses por los dirigentes.
La protesta afectará a las líneas ferroviarias que atraviesan el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), entre ellas Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín y Belgrano. Según las cifras oficiales, en los trenes metropolitanos viajan un millón y medio de personas por día.
El gobierno nacional, a través de la Secretaría de Trabajo y Transporte, impulsó en febrero una mesa de negociación para evitar las medidas de fuerza. En ese marco, convocó a los despachos oficiales a La Unión Ferroviaria (UF), la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos y Puertos (APDFA), la Asociación de Señaleros Ferroviarios Argentinos (ASFA) y La Fraternidad. En aquella oportunidad, el vocero presidencial, Manuel Adorni, había criticado la postura de La Fraternidad. “Resulta inentendible la medida de fuerza que conlleva una mala fe negocial al encontrarse en plena vigencia la mesa de negociaciones paritarias”, señaló Adorni.
La Fraternidad aduce que los encuentros no arrojaron resultados positivos ante sus planteos.