¿Conocés a adolescentes que realicen apuestas online? Cómo prevenir, detectar y ayudar a que dejen de hacerlo

Cada vez más docentes se encuentran con chicos y chicas abstraídos por el juego virtual. En el último mes dos periodistas revelaron cómo los atravesó la ludopatía. En la newsletter Hora Libre dediqué un envío al tema. Acá te lo comparto.

Los docentes observan un aumento de estudiantes que participan en juegos virtuales de apuestas y esta tendencia se manifiesta cada vez más en el aula

Tal vez ya oíste hablar de las apuestas online, observaste las publicidades de las casas que las ofrecen en las camisetas de los equipos de fútbol, viste la entrevista que la periodista Tatiana Schapiro le hizo a Nicolás Cayetano —el periodista y presentador contó su lucha contra la ludopatía y dió pistas sobre cómo reconocer a un chico que apuesta—. Ese mundo está más cerca de los y las adolescentes de lo que parece.

En los últimos meses me crucé con varios especialistas y docentes preocupados por el aumento de chicos y chicas que hacen apuestas virtuales. El acceso a celulares (a este tema ya dediqué un envío de Hora Libre —si querés recibirla, solo tenés que registrarte—) y billeteras virtuales que tienen los y las menores complejiza el cuidado por parte de familias y docentes. Pero de ninguna manera lo impide. Solo requiere del conocimiento de determinadas herramientas para saber dónde buscar ayuda. Vayamos por partes.

¿Qué está pasando? A nivel nacional y global crece el número de jóvenes que apuestan incluso siendo menores de edad, y en muchos casos, terminan desarrollando una adicción al juego. El uso de las aplicaciones de apuestas comenzó a crecer a partir del año 2020, cuando la pandemia obligó a pasar más tiempo utilizando medios digitales, y se intensificó con el Mundial de Qatar 2022. Los y las adolescentes llegan a estas aplicaciones porque se promocionan en las ligas de fútbol y en las redes sociales de influencers y periodistas que tienen entre su seguidores a adolescentes.

¿Qué ven los y las docentes? “Observamos un aumento de estudiantes que participan en juegos virtuales de apuestas y esta tendencia se manifiesta cada vez más en el aula, donde los alumnos pierden la noción de que están en un entorno escolar”, cuenta Cinthia, profesora de educación tecnológica y tecnología de la información en escuelas de los barrios porteños de Parque Avellaneda, Villa Lugano, Villa Soldati y Floresta.

Un informe presentado por el Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense, revela que en la Argentina la opción de apuesta online más elegida está vinculada con el fútbol (41,2%), seguida por los bingos (37%) y boxeo (16,8%)

“En general, comienza con un estudiante que se involucra en estos juegos y luego influye sobre sus compañeros y compañeras”, explica la docente. Y sigue: “Juegan durante el recreo e incluso durante las horas de clase. A pesar de que conversamos con ellos, no pueden detenerse y continúan jugando sin control. Pierden la noción del tiempo y el espacio constantemente. Durante el recreo, podemos ver a estos mismos estudiantes aislados en un rincón, sin socializar con sus compañeros”.

Parecido es lo que cuenta desde la ciudad de La Plata, la profesora de historia Daniela Leiva Seisdedos: “Al principio eran varones. Pero luego de las vacaciones de invierno ya estaban incorporadas las chicas, y empezó a bajar la edad. Al finalizar el año, los chicos de 13 ya apostaban”. Así, en clase y en el patio empezaron a verse alumnos pendientes de los resultados de un partido de fútbol o debatiendo sobre cuántos corners pateará un equipo.

Cinthia, por su parte, resalta que ella y sus colegas están preocupados y tratan de trabajar con las familias “para fomentar un uso responsable de los celulares y prevenir estas situaciones”. Pero las respuestas de las familias son diversas. “Recuerdo que una argumentaba que, dado que su hijo ganaba dinero, no veían problema en que continuara con las apuestas. En esos casos, sin el apoyo de la familia, resulta extremadamente difícil sacar al estudiante de esa adicción”. Al mismo tiempo, los y las docentes buscan tener conversaciones abiertas con sus estudiantes para tratar de que este comportamiento no se propague. Además, concluye Cinthia, “desde una perspectiva pedagógica, debo decir que se pierde un tiempo valioso que podríamos dedicar a otras actividades”.

¿A qué edad comienzan chicos y chicas a hacer apuestas virtuales? Desde Chicos.net, asociación que promueve los derechos de la niñez y la adolescencia en entornos digitales, hablan de una iniciación promedio a los 15 años. Pero psicólogas y psiquiatras especializadas en adicciones están recibiendo consultas por chicos de 12 años. Y en la mayoría de los casos quienes participan en las páginas de apuestas son varones.

¿A qué signos hay que prestar atención porque revelan un uso excesivo del celular? Si bien esto no quiere decir que su uso sea por la participación en apps de apuestas, es un primer paso para entrar en acción. Desde Chicos.net subrayan que las primeras señales se manifiestan cuando se ven cambios bruscos en el humor (irritabilidad, ansiedad), falta de interés en la escuela o eventos sociales y sentimientos de vergüenza, depresión y baja autoestima. También hay que estar atentos a la disminución del rendimiento escolar y problemas físicos, como dolores de cabeza o trastornos del sueño, y los cambios en la relación con el dinero, pidiendo más de lo habitual.

La ludopatía es la compulsión irrefrenable al juego

Cabe aclarar que Argentina no tiene una ley nacional sobre juegos en línea. Pero el tema tiene tal impacto que 17 provincias ya dictaron su propia legislación. Es más, el propio Ministerio de Justicia de la Nación reconoce, en su página web, que el problema consiste en los sitios ilegales que no están sometidos a ningún control estatal y hacen publicidad por redes sociales donde incentivan a los adolescentes para que apuesten su dinero.

Ahora, ¿cómo ingresan los estudiantes a las aplicaciones si están prohibidas para menores de 18 años? Marcela Czarny, directora de Chicos.net, cuenta que los filtros de edad son escasos y fáciles de falsear para los y las adolescentes. Y agrega: “En otros casos, juegan a través de cuentas de amigos que ya cumplieron la mayoría de edad. Luego de crear un usuario, al comienzo las aplicaciones ofrecen gratuitamente una cantidad de monedas virtuales para poder apostar, pero cuando se acaba, llega la hora de pagar con dinero real. Para esto, suelen usar plata que les dan sus familias y que guardan en billeteras virtuales”.

Czarny aclara que “no podemos analizar esta problemática sin pensar en el contexto social que estamos atravesando a nivel nacional y global. La pandemia del COVID-19 cambió radicalmente nuestra forma de concebir el trabajo y nuestra vida social. Las tecnologías ocupan un lugar completamente distinto en nuestras vidas”. Además, afirma que es relevante notar que las nuevas generaciones tienen cosmovisiones distintas a las nuestras acerca del trabajo: hoy en día es más difícil pensar en un trabajo formal, que dure toda la vida. “Esto se ve agravado con la crisis económica que está viviendo el país, que pone en lugar de precariedad a quienes recién comienzan a insertarse en el mundo laboral”, añade. Y ve en el juego una salida rápida para conseguir dinero.

Es relevante saber que las apps de juegos permiten no solo apostar a quién gana un partido, sino también si suceden jugadas específicas: corners, laterales, tarjetas o quién va a ser el goleador, entre otras posibilidades. Estas propuestas generan una sensación de confianza en quienes tienen cierto conocimiento sobre el deporte al que apuestan. Y a diferencia de las apuestas offline, las plataformas virtuales cuentan con datos del comportamiento de sus usuarios, que pueden usar para promover aún más esta práctica en ellos y ellas.

“Las apuestas son una adicción, que es un trastorno mental”, señala el médico psiquiatra Federico Pavlovsky

Si bien participar de juegos de apuestas tanto en línea como fuera de línea tiene un alto riesgo de generar un vínculo adictivo, las chances son mayores en los y las adolescentes, que están en una etapa de desarrollo y vulnerabilidad. Por eso, te punteo cómo proponen desde Chicos.net hablar con los y las adolescentes para prevenir la adicción al juego o ayudarlos si ya está jugando:

  • Generar un vínculo de confianza y conversar diariamente sobre sus actividades e intereses en medios digitales. Reforzar la idea de que ante cualquier incomodidad pueden acudir a una persona adulta para que los acompañe. Un viaje en auto, durante una cena o yendo a una salida pueden ser buenos momentos para la conversación. Solo hay que estar atentos a cuando aparecen esas oportunidades y no dejarlas pasar.
  • Una vez iniciada la conversación, algunos disparadores para abarcar la temática de las apuestas: ¿Conocen amigos que usen aplicaciones de apuestas? ¿Qué los motiva a apostar? ¿Qué hacen los amigos y amigas en esos casos? ¿En qué gastan el dinero que les dan para su vida diaria? ¿Ahorran para algunos gastos personales?
  • Analizar con ellos y ellas las publicidades de casas de apuestas. ¿Qué mensaje transmiten? ¿Quiénes las promocionan? ¿Por qué son tan populares en el mundo del fútbol? El objetivo es que puedan tomar conciencia de sus propios hábitos y a partir de eso, que tomen sus decisiones de forma crítica, para que otros no las tomen por ellos.
  • Brindarles información acerca de la ludopatía y sus consecuencias. Tener en cuenta que hablamos de adicción al juego cuando hay un impulso incontrolable por las apuestas. Esto genera en muchos casos pérdidas económicas y consecuencias negativas en el trabajo, la familia y las amistades. Las casas de apuestas tienen lógicas que buscan pasar del juego controlado, al abuso y luego a la adicción.
  • Si tu hijo o hija está realizando apuestas, conversá con él o ella sobre el tema, analizá si tiene un uso reducido, abusivo o si hay indicios de una adicción. Como primer paso, se recomienda reducir la cantidad de dinero que se le da mensual o semanalmente. Luego, evaluá junto a él o ella si puede parar de hacerlo. Si lo ves necesario, buscá la ayuda de un profesional para que pueda hacer un seguimiento.
  • Incentivalo a que haga actividades recreativas (artísticas, deportivas) que no requieran del celular. Consensuá momentos y espacios de desconexión de las tecnologías: en la mesa, antes de dormir, en las salidas al aire libre, cuando está con amigos/as. Este tipo de límites promueven un uso crítico de las tecnologías.
  • Es muy importante que brindes el ejemplo. Hacé un uso equilibrado de tus dispositivos y no promuevas el uso de aplicaciones de apuestas. Reflexioná sobre tus propios usos y límites de los medios digitales.

Si querés más información sobre cómo seguir conversando en casa o en la escuela, en la newsletter tenés más enlaces.

Hace un par de semanas, en un webinar sobre el tema, Federico Pavlovsky, psiquiatra especializado en tratamiento de adicciones, contó: “Llegan al consultorio chicos que han intentado quitarse la vida porque las deudas contraídas en las apuestas online los sobrepasan. Los chicos juegan con cosas de adultos y cuando las cosas de los adultos, como las deudas, los sobrepasan, colapsan. Porque, precisamente, son chicos”. Poco después aclaró: “En general, cuando vemos el uso que hacen los padres de los dispositivos, también vemos que tienen una adicción”. En tanto, Marcela Czarny, que también participó del encuentro, subrayó: “tengan en cuenta que los chicos se quejan de que padres y docentes usan mucho el celular”.