La Legislatura porteña aprobó que los extranjeros no residentes comiencen a pagar tres veces más cara que los argentinos y residentes la entrada al Jardín Japonés. La iniciativa fue presentada por la legisladora María Luisa Gonzales Estevarena (Vamos por Más), en coautoría con los legisladores Sebastián Nagata (Confianza Pública) e Inés Parry (UCR Evolución).
Fue durante la sesión de este jueves, en la que también se aprobaron los aumentos por inflación del ABL, el impuesto inmobiliario y las patentes, así como un incremento del presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires en un 75% respecto de la partida original presentada en 2023.
De esta manera, se autorizó a la Fundación Cultural Argentino Japonesa a establecer una entrada solidaria de hasta cuatro unidades fijas ($1.885,56 según el valor actual de la UF) para residentes en el país, e introduciría una tarifa diferenciada de hasta doce unidades fijas ($5.656,68) para no residentes.
“Esta modificación le provee más recursos para el mantenimiento del propio jardín”, destacó la diputada Parry, una de las impulsoras de la medida.
Por otro lado, se mantienen las excepciones al cobro de entrada para menores de 12 años, mayores de 65 años, personas con discapacidades, grupos de instituciones educativas y organizaciones de bien público. Asimismo, seguirá habiendo días de acceso gratuito una vez a la semana y otro día sin costo durante el tercer fin de semana de cada mes.
El Jardín Japonés, ubicado en el Parque Tres de Febrero, es el más grande de su tipo fuera de Japón y se ha convertido en uno de los destinos favoritos de turistas de todo el mundo que visitan la ciudad, así como uno de los paseos preferidos por los porteños.
Inaugurado el 17 de mayo de 1967, el Jardín Japonés fue construido por la colectividad japonesa y luego fue donado por la embajada de ese país en Argentina a la entonces Municipalidad de Buenos Aires, en agradecimiento al país por haberlos recibido en tiempos de inmigración. El proyecto se convirtió en realidad en tiempo récord, ya que era inminente la visita de los príncipes herederos al trono imperial, Michiko y Akihito, lo que constituyó el primer viaje de miembros de la familia imperial a estas tierras.
“Me sentiré sumamente complacido si una visita nuestra, aunque sea de corta duración, nos permite servir de puente (entre Japón y Argentina) para un más estrecho vínculo”, expresó Akihito en aquel entonces.
En el 2004, la Secretaría de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires declaró al Jardín Japonés “sitio de interés turístico”. Cuatro años más tarde, el Poder Ejecutivo Nacional lo declaró “bien de interés histórico y artístico de la Nación”.
En la belleza singular del predio, se destacan particularmente las flores de los cerezos en julio, las violetas nenúfares en verano, las brillantes hojas amarillas del ginkgo biloba en otoño y los caminos de gigantescas azaleas en septiembre. Además, se brindan cursos de diferentes especialidades relacionadas a la cultura japonesa y se puede disfrutar de la rica gastronomía nipona en el restaurante, con variados menús, tanto para almuerzos y cenas, como para meriendas.