El 11 de mayo de 1974, 50 años atrás, el padre Carlos Mugica fue baleado a la salida de la Iglesia San Francisco Solano, en Villa Luro, donde había celebrado la misa. Herido gravemente, el sacerdote fue trasladado Hospital Salaberry, donde poco después murió. Su asesinato causó una profunda conmoción en una sociedad sacudida por una violencia que lamentablemente era moneda corriente en aquel tiempo.
Por estos días, al cumplirse cinco décadas del luctuoso episodio, se realizan distintos homenajes a la memoria del cura. Una de ellos se lleva a cabo en la Legislatura porteña, donde fue inaugurada una muestra itinerante con objetos y documentos que pertenecieron a Mugica, entre los que están los zapatos que usó hasta el último día de su vida.
La exposición, montada en el Hall de Honor del palacio legislativo de la Ciudad de Buenos Aires, se titula “El Padre Carlos Mugica vive en el corazón de su pueblo”, y está organizada por la Parroquia Cristo Obrero -que supo ser el lugar donde el sacerdote asesinado ejercía su ministerio, en la villa de Retiro- y el Centro “Nuevo Tiempo”. Se trata de una iniciativa del diputado Juan Manuel Valdés, de Unión por la Patria.
El evento inaugural se realizó el miércoles 15 de mayo y contó con la participación de las máximas autoridades porteñas de la Iglesia, el arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva, y el vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires y vicario para las villas porteñas, Gustavo Carrara. También estuvieron en el acto el párroco de la Parroquia Cristo Obrero, Ignacio Bagattini, y el cura en Opción por los Pobres, Domingo Bresci. Dijeron presente asimismo legisladores de distintos espacios políticos y amigos personales de Carlos Mugica. Entre otros, asistieron Matías López, vicepresidente de la Legislatura, y diputados de diversos bloques como el PRO, el Partido Socialista, la UCR/Evolución y Unión por la Patria.
Al tomar la palabra, el diputado Valdés afirmó: “Mugica es un ejemplo de dedicación, de lucha y de solidaridad que debemos recordar siempre. Su compromiso por la causa de la justicia social y por la defensa de los más débiles fue inagotable, y su muerte temprana, en el marco de la violencia política de los años 70, aún en democracia, fue un fuerte golpe para quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo y trabajar con él. Vamos a entregarle una distinción de interés cultural a la Parroquia Cristo Obrero y al Centro Nueva Tierra, por la organización de esta conmovedora muestra, que nos permite seguir recordando al Padre Mugica”.
Por su parte, Monseñor García Cuerva llamó a recordar a Mugica y a seguir su ejemplo: “En 1974, cuando Carlos fue asesinado, los índices de pobreza y la calidad de vida en Argentina eran otros. Creo que el mejor regalo que podemos hacerle hoy es hacernos cargo entre todos, como decía el papa Francisco en su mensaje de este domingo”.
Entre los oradores estuvieron además Ricardo Capelli, quien fue amigo de Mugica y lo acompañó en sus últimos momentos. También Berta Pintos, vecina de la villa 31, hoy barrio Mugica. “Carlos fue la lucha nuestra del día a día”, sostuvo Pintos, en un emotivo discurso en el que recordó la entrega solidaria del cura asesinado. “Siempre estaba el padre Mugica trabajando con pala y pico, colaborando con nosotros. Ayudándonos a colocar canillas de agua más cerca de nuestras casas, a colocar postes de luz. Cuando se incendiaba la villa, él estaba ahí, ayudándonos, poniendo una olla, pidiendo colaboraciones. Él nos enseñó a los pobre a luchar, nos transmitió el valor para defender nuestros derechos y pelear por lo que nos corresponde”, agregó, conmovida.
La muestra itinerante, que ya recorrió múltiples villas de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, puede visitarse en la Legislatura porteña, en forma gratuita, hoy jueves 16 de mayo entre las 9 y las 19, y el viernes 17 de mayo, entre las 9 y las 17, en Hall de Honor, Perú 160.