El único paciente que quedaba internado tras el choque de trenes ocurrido el pasado viernes en el barrio de Palermo fue dado de alta este en la tarde de este jueves, según confiaron fuentes del ministerio de Salud porteño a Infobae. Se trata de un hombre de 37 años que se encontraba en el Hospital Rivadavia, a donde había ingresado luego del accidente con una importante lesión en la cabeza.
Su cuadro había sido uno de los más complejos registrados durante la jornada, en la cual hubo más de 90 heridos y se requirió el traslado de un total de 55 personas a diferentes centros médicos de la ciudad de Buenos Aires.
El sábado pasado, a más de 24 horas del hecho, 54 de los pasajeros hospitalizados ya habían recibido el aval médico para retirarse de los establecimientos. El único que permaneció en observación durante más tiempo fue el hombre que regresó esta tarde a su hogar. Su estadía fue más larga debido a que el impacto entre los vagones le provocó un hundimiento del lado izquierdo del cráneo que lo llevó a ser sometido a una operación.
Según indicaron a este medio, la neurocirugía se concretó en la noche del mismo viernes en el que sucedió el siniestro y resultó exitosa. No obstante, los profesionales determinaron que el paciente continuara su recuperación en una sala de la Unidad de Terapia Intensiva. La indicación fue solo por si surgía alguna complicación en su salud.
Debido a su favorable evolución, a comienzos de esta semana el paciente fue llevado a una habitación de la terapia intermedia, donde permaneció en observación hasta que finalmente le dieron el alta médica.
El Hospital Rivadavia, donde se encontraba el joven, fue el que más afectados recibió del choque entre un ferrocarril de la línea San Martín contra una locomotora que llevaba un furgón vacío.
El resto de los centros que albergaron a los pasajeros con lesiones de mayor gravedad fueron el Fernández, Pirovano, Santojanni, Durand, Tornú, Ramos Mejía, Piñero, Grierson, Zubizarreta, Argerich, Gutiérrez y Álvarez. Asimismo, un efectivo de la Policía que iba a bordo del tren fue derivado al Churruca.
De acuerdo a lo indicado en los partes médicos a los que accedió Infobae, los diagnósticos más repetidos entre los pacientes hospitalizados fueron lesiones de cráneo: del total de derivados, se contabilizaron 10 que sufrieron traumatismos encefalocraneanos de distintas gravedades.
En esa decena están incluidas una bebé de un año y una niña de siete, quienes sufrieron daños cerebrales aunque sin pérdida de conocimiento y tuvieron que ser atendidas en el Rivadavia. Este fue el establecimiento que más cantidad de gente recibió tras el choque de trenes.
Policontunsiones, politraumastismos y lesiones en diferentes partes del cuerpo completan la lista de los diagnósticos de los afectados en el accidente. También hubo pasajeros con traumas faciales, lesiones en los tobillos y cervicales y traumatismos de tórax y rodillas.
En cuánto a las hipótesis sobre las causales del choque, las primeras informaciones aseguran que el accidente se produjo 100% por una falla humana en el marco de la falta de funcionamiento del sistema automático de señalización.
Fuentes del sector afirmaron a Infobae que el maquinista que conducía la formación con pasajeros recibió la autorización para circular por esa vía, pese a que se encontraba en el camino la locomotora detenida. La notificación para avanzar los conductores la recibieron de manera escrita, ya que desde hace 10 días no hay señalización producto del robo de cables y estos no se reparan por falta de repuestos.
“Hace 10 días que están sin señales, entonces se va dando vía por escrito. Al no andar el circuito automático, se va haciendo de forma humana. Enviaron una locomotora con un furgón y atrás le dieron vía libre a la formación con pasajeros. Y ahí se da el impacto”, confirmaron las fuentes.
El hecho está siendo investigado por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nro. 11 a cargo de Julián Ercolini. Asimismo, tras el siniestro, Gobierno nacional declaró la emergencia ferroviaria, lo que le permitirá disponer de la administración de fondos para afrontar contingencias como las que sufrieron algunas líneas en los últimos meses, por ejemplo con el robo de cables o los daños en la infraestructura.