La Ciudad de Buenos Aires relanzará este jueves su programa de asistencia a personas en situación de calle. Así lo adelantó esta tarde Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, en un encuentro con algunos periodistas del que participó Infobae. Mañana, en una conferencia de prensa, se hará el anuncio oficial. Lo que hasta ahora se conocía como el programa Buenos Aires Presente (BAP) empezará a llamarse Red de Atención y segmentará a la población a la que está destinada en paradores especializados, según las características distintivas de esa población. Se trata de una problemática que crece: en 2021, según el censo oficial porteño, había 2.573 personas en situación de calle, cifra que en abril de este año llegó a 4.009. Es un incremento del 55% en apenas tres años.
El anuncio llega después de que, sobre los últimos días de abril y a través del perfil de Instagram del titular del Gobierno porteño, se difundiera un operativo de “orden y limpieza” (sic) en el que se mostraban imágenes de cómo se reubicaba a una persona en situación de calle, sin explicitar su destino tras la intervención en la vía pública, y se limpiaba el lugar en el que había permanecido. Con dos fotos, el jefe comunal mostraba el “Antes” y “Después” de ese operativo.
“Fue poco feliz” dijo, en aquel momento, Jorge Macri sobre una publicación que finalmente levantó de sus redes sociales. Este miércoles enfatizó esa idea y fue por más: “Fue una muy mala comunicación de una muy buena política pública”. Esa política pública es la que relanzarán oficialmente este jueves aunque ya empezó a funcionar, y apunta, dijo el jefe comunal, “a las 4.009 personas que están en situación de calle y también a los demás porteños, que están preocupados, asustados o enojados por cómo impacta eso en sus vidas”.
A través de la Red de Atención, la Ciudad pone a disposición 47 Centros de Inclusión Social (CIS), habitualmente llamados “paradores”, que disponen de 3.300 plazas y que ya alojan a 2.684 personas, según cifras del Gobierno porteño. El ministro de Desarrollo Humano y Hábitat, Gabriel Mraida, aseguró: “Estamos preparando el parador 48, que sumará otras 180 plazas a nuestro sistema”. Según el censo que llevó a cabo la Ciudad en abril, que contabiliza oficialmente a las personas que pasan la noche en la calle, el total es de 3.560, una cifra históricamente discutida por organizaciones sociales, que aseguran que ese número es mayor.
La gran diferencia con el funcionamiento del BAP, que ya no está en vigencia, es que esos paradores estarán segmentados según el tipo de población que los habite. “En los últimos años la realidad en la calle cambió y entonces las políticas tienen que ser nuevas. Hay otros índices de agresividad y de violencia, que no sólo se circunscriben a las personas en situación de calle y que no se da, desde ya, en todas las personas en situación de calle, pero que sí son visibles en una ciudad como Buenos Aires”, describió Jorge Macri.
En ese sentido, el relevamiento de la Ciudad da cuenta de que el 60% de las personas en esta situación atraviesan un escenario de consumo problemático de sustancias o algún padecimiento de salud mental, o las dos cosas.
“Habrá paradores destinados a esa población exclusivamente, otros pensados para familias, otros para adultos mayores y también para mujeres solas. Antes todos los paradores servían para cualquier persona en situación de calle. Ahora un equipo analizará la situación de cada persona y se destinará al que mejor responda a sus necesidades, que son comida, abrigo, una cama, una ducha caliente, pero también un contexto en el que pueda resocializarse a través de actividades que pueda compartir con otras personas en una situación similar”, describió Macri.
La administración porteña tiene relevado que un 63% de la población en situación de calle asiste a los paradores. “Hace unos cuatro años, de 2.000 personas en esa situación, unas mil no querían ir. Hoy tenemos cerca de 4.000 en la calle y unas 1.200 no quieren ir. La proporción se achicó y hay que hacer todo para que quieran ir todos los que lo necesiten. Muchas veces encontrábamos que una persona no quería ir porque, por ejemplo, encontraba allí a alguien con algún problema de consumo o tenía miedo de no estar en un lugar familiar. Por eso ahora segmentamos”, describió el titular del Gobierno porteño.
Una de las puertas de entrada a la Red de Atención seguirá siendo el chat con Boti o la línea 108, a la cual se puede llamar para pedir asistencia a una persona en situación de calle. En promedio, la línea recibe unos 800 llamados diarios, muchas veces referidos a la misma persona. “Al 108 se le sumarán recorridos proactivos de los equipos de la Red para dar con esas personas sin depender de los llamados, de forma tal de llegar lo antes posible a esos casos y que no se cronifiquen”, detalló Mraida.
Retiro, San Nicolás, San Telmo, Monserrat, Constitución, Recoleta, Balvanera, San Cristóbal, La Boca, Nueva Pompeya, Barracas, Caballito, Flores, Parque Chacabuco, Belgrano, Palermo, Chacarita y La Paternal son algunos de los barrios en los que se registran los puntos más críticos respecto de la población en situación de calle, según el relevamiento oficial.
El comunicado al que tuvo acceso Infobae da cuenta de que la Ciudad distingue tres grandes grupos en esa población: “emergentes, crónicos y peligrosos”. Esa distinción es una de las bases a partir de las que se organiza de manera nueva el destino de cada uno de los paradores. En su conversación con periodistas, tanto Macri como Mraida explicaron que la presencia de los móviles del SAME preparados especialmente para atender una descompensación psiquiátrica están a disposición de los operativos de Red de Atención.
“Hasta ahora, sólo hubo que usarlo 60 veces desde que existe este servicio diferenciado en febrero. Es una proporción muy baja si se piensa en los 800 llamados diarios”, evaluó Macri. En su adelanto a la prensa, la Ciudad aseguró que, más allá de si una persona acepta o no ir a un parador, se hace un seguimiento de su salud física y mental, y si es necesario, se lleva a cabo un traslado a alguno de los hospitales del sistema sanitario porteño. Después de una “muy mala comunicación”, un relanzamiento.