La vida del profe Jorge, el jubilado que pasó de las petroleras a dar clases particulares para llegar a fin de mes

Da lecciones de biofísica, análisis matemático, matemáticas, física y química en un local de comidas rápidas, cerca del barrio de Once. Espera poder lanzar un canal online para que sus clases lleguen a todo el mundo

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el "Profe Jorge", como pide ser llamado
el "Profe Jorge", como pide ser llamado

A las 8 de la mañana, Jorge sale con sus cuadernos, apuntes y algún que otro libro desde su casa de Almagro y camina por Avenida Rivadavia hasta llegar a un local de comidas rápidas. Saluda a los chicos y chicas que allí trabajan que ya lo conocen. Se sienta siempre en la misma mesa y a los pocos minutos llega su primer alumno.

Ocho años atrás, el especialista en Industrialización del Petróleo, se animó a comenzar a dar clases cuando le llegó la jubilación. “Tenía una oficina donde había armado un aula, pero cuando vino el coronavirus el edificio cerró por unos dos años, entonces la anulé y cuando ya todo se abrió, me animé a ir al local que está en Avenida Rivadavia 3145, y empecé a dar una clase y me fue bien. Me quedé acá”, cuenta sobre el inicio de la nueva etapa como profesor de clases particulares de biofísica, análisis matemático, matemáticas, física y química para estudiantes del CBC de la UBA, de universidades privadas y hasta algunos del secundario.

“Estas son las materias que a mi siempre me gustaron y sé que cuestan, porque es otra manera de pensar; aunque siempre digo que me doy cuenta a qué alumno le irá bien o aprenderá rápido. A veces también noto que quizás no es para esa carrera porque aunque Messi sea Messi, si lo ponés en el arco no sabés cómo va a atajar. Uno puedo ser muy bueno para una cosa, pero no para todo”, asegura.

El tuit viral en X (@constanzabois)
El tuit viral en X (@constanzabois)

Entre sus pasiones, además de los números, está mirar fútbol (es hincha de Boca), hacer ejercicio para mantenerse siempre activo y mirar a cada uno de los perros que se cruza mientras camina. “Si veo alguno medio raro, por la raza, o pelaje, lo que sea, le pregunto a la persona si me puedo sacar una foto, y me dejan. ”, confía el hombre nacido en abril de 1952 en la ciudad de Buenos Aires.

La historia

Fue un tuit viral de la usuaria @constanzabois en la red X el que dio a conocer lo que estaba haciendo Jorge, el pasado 28 de marzo. “No esperaba que hiciera eso, la verdad, no me acuerdo de la chica... ¡Bah! Son tantos los estudiantes que veo porque a veces voy a las esquinas de las universidades a repartir volantes y también le pago a un chico para que los reparta, pero a esa chica se lo habré dado yo y bueno, se conmovió. Le estoy muy agradecido”, dice sobre la viralización de su trabajo.

A los 65 años, cuando se jubiló, el hombre que trabajó un tiempo en YPF y luego en una petrolera de Brasil, comenzó con las clases particulares para incrementar sus ingresos porque “siempre cobré la jubilación mínima”, cuenta y admite que aunque nunca pensó en convertirse en profesor sí disfruta mucho dar clases, sobre todo porque “me gusta ayudar a que el alumno entienda y que apruebe las materias”. asegura orgulloso.

Jorge con sus alumnos particulares
Jorge con sus alumnos particulares

“Hoy, es un dinero extra que me está llegando porque con la jubilación no alcanza”, lamenta y reitera que lo que más disfruta enseñar es Biofísica (la ciencia que estudia la biología con los principios y métodos de la física para describir los fenómenos físicos del actuar de las células y organismos vivos), una de las materias que deben aprobar en el CBC de Medicina y Odontología, por ejemplo.

“Y, es una de las materias en la que aplazan a casi todos, se la hacen difícil y desaprueban; y yo, modestamente, me considero experto en la materia”, dice el profe, que cuenta que prefiere preservar su apellido y datos más personales porque ya lo estafaron de manera virtual y teme que le vuelva a pasar. También prefiere no ahondar en el tema.

Volviendo a sus clases dice que también disfruta mucho del contacto con los estudiantes de otras nacionalidades. “Hay muchos chicos que tengo de alumnos y son de Colombia, Ecuador, Venezuela y diferentes países. Me gusta hablar también de sus costumbres y cuestiones culturales; yo tengo muy buen trato con todos ellos y también tuvieron mucho éxito en sus exámenes”, asegura y recuerda que la materia más solicitada es biofísica y matemáticas la segunda.

Uno de los carteles que Jorge regala a sus alumnos
Uno de los carteles que Jorge regala a sus alumnos

Estas asignaturas, pese a estar en el CBC, no serán troncales en la carrera y, lamentablemente, determina quién ingresa y quién no. “Es una manera de ‘medir’ la inteligencia de un estudiante, creo”, considera y cuenta que tiene una costumbre con los alumnos: “Les suelo pedir que nos saquen fotos y luego le hago carteles, para que tenga de recuerdo, y pongo quiénes están en la mesa, el lugar, la fecha, la hora, la temperatura, la cotización del dólar, el nombre del presidente y del ministro de Economía... Así recuerdan todo”, dice y ríe.

Respecto a las falencias que ve en sus estudiantes al momento de llegar a sus clases, dice que la dificultad primera es entender el tema, por eso les hace hacer muchos ejercicios así comienzan a pensar “de esa manera”. “Con la práctica empiezan a aflojar la cabeza, a entender mejor de qué se tratan esas fórmulas, esos números. No tengo, en realidad, una muestra representativa de cuántos estudiantes tengo por año, pero suelen llegar en este tiempo, unas semanas antes de los primeros parciales, que son en la semana del 20 de mayo. Muchos me escriben, averiguan por los horarios de las clases y no vienen, o vienen una vez, se dan cuenta de que en verdad no entienden y no siguen, lamentablemente. Pero, la mayoría sigue y aprueba”.

Al respecto, opina que la real falencia proviene de la escuela media porque “estas materias se ven más en escuelas técnicas, no en todos los secundarios. Hay una diferencia grande en los secundarios del país y en la Facultad les dan todo junto, cosas que nunca antes vieron, y en poco tiempo para aprenderlo. Por eso, son pocos los estudiantes secundarios que tengo Alguno que otro de escuelas técnicas”.

A Jorge le gusta fotografiarse con algunos de los perros que se cruza en las calles
A Jorge le gusta fotografiarse con algunos de los perros que se cruza en las calles

Como novedad, cuenta que ahora tiene una notebook y que está viendo de qué manera usar lo que le queda del aula que había montado (la pizarra, al menos) para grabarse explicando lo que más necesitan saber o lo que le piden por mensaje desde otros países.

“Todavía no lo hice, pero quiero armar un canal online y ahí dejar todas las explicaciones, son muchos números. Lo bueno es que los números y las fórmulas son universales y la podrán entender”, se entusiasma. Pese a eso, hoy no sabe cómo hacer para dar clases vía zoom, por ejemplo, y que el alumno lo aproveche y que a él le sea cómodo también dar la clase.

Para eso está trabajando: “Quiero armar algo bueno y útil, algunos apuntes con explicaciones para que también tengan acceso. Ya veremos cómo lo hago”, finaliza.

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