Luego de que más de 90 pasajeros tuvieran que ser asistidos por los servicios de emergencia por las lesiones que sufrieron producto del choque de trenes ocurrido en Palermo, la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) anunció que en siete días publicarán un informe básico, en el que se detallarán los hechos que hayan sido comprobados por el Equipo de Trabajo de Investigación de Campo (ETIC).
Según confirmaron fuentes oficiales a Infobae, las tareas de investigación y recolección de pruebas y/o elementos que serían de interés para la causa se dieron por finalizadas horas más tarde de que se produjera el siniestro. De esta manera, explicaron que los investigadores procederán a analizar los materiales, en conjunto con la información que recolectaron de testigos y funcionarios de Trenes Argentinos.
A pesar de que los primeros avances de la pesquisa se verán reflejados en el informe básico, las autoridades anticiparon que se conocerá un informe preliminar que sumará los detalles que se hayan podido corroborar en los primeros 30 días de haberse iniciado los exámenes de las evidencias recolectadas. No obstante, los resultados finales serán volcados en un informe de seguridad operacional, en el que también se presentarán una serie de recomendaciones futuras para evitar que esta situación se repita.
El accidente ocurrió el viernes, cerca de las 10:30 horas, cuando una formación de la Línea San Martín que transportaba a más de 100 personas en dirección hacia la estación de Pilar chocó contra una locomotora anexada a un vagón vacío. Aparentemente, la unidad que se encontraba desocupada era utilizada para transportar materiales pero, al momento del impacto, estaba detenida en el puente ubicado entre Dorrego y Figueroa Alcorta.
Los datos oficiales aseguraban que el accidente se produjo 100% por una falla humana en el marco de la falta de funcionamiento del sistema automático de señalización. Sin embargo, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, desmintió la información al señalar que “se analizan múltiples hipótesis”. Entre ellas, aparecen el robo de cables, la falta de señales, una falla en la comunicación y hasta una cadena de irresponsabilidades en la prevención de este tipo de siniestros.
Por este motivo, desde la JST explicaron que la investigación será realizada bajo el modelo sistémico que tiene como finalidad realizar un análisis del hecho más allá de si se tratara de un error humano o una falla técnica. Asimismo, remarcaron que en las observaciones se considerarán aquellos factores que hubieran contribuido a que sucediera el siniestro, pese a que estos pudieran estar alejados en tiempo y espacio de la escena.
El organismo descentralizado del Ministerio de Economía fue creado para realizar investigaciones técnicas que contribuyeran a mejorar la gestión de la seguridad operacional en los servicios de transporte. De hecho, el artículo 2° de la Ley 27.514 establece que las conclusiones de los informes de la junta no deberían tomarse como presunciones de culpas o responsabilidades administrativas, civiles o penales.
En materia judicial, la causa fue asignada al juez federal Julián Ercolini y al fiscal Carlos Rívolo. Por el momento, la investigación fue caratulada como “estrago doloso”, por el cual todavía no hay personas señaladas como presuntas responsables del accidente. Sin embargo, el secretario general de La Fraternidad, Omar Marturano, denunció que el sistema de señalización no funcionaba porque se habían robado los cables.
“Hace 10 días que estamos trabajando así porque se roban los cables de señalamiento, venimos reclamando que los reparen pero no hay repuestos, hay una degradación total de la empresa”, apuntó el representante. En paralelo, otras fuentes del sector que dialogaron con este medio plantearon que el siniestro habría estado motivado por dos factores: un error humano y las consecuencias de “cinco meses de gestión sin inversión”.
En respuesta a las informaciones cruzadas que circularon, el secretario de Transporte remarcó la necesidad de mantener la prudencia sobre lo ocurrido, a la vez que reconoció que el caso de los cables robados estaba bajo investigación. A pesar de que los funcionarios manifestaron que las tareas se realizaban con minuciosidad, un señalero de campo que da la autorización al auxiliar de la estación de Palermo para que habilite la circulación de los trenes apuntó que “en un funcionamiento normal, habiendo señales, esto no hubiera pasado”.