Un joven fue víctima de un intento de estafa virtual, pero con ingenio logró convertirse en el “estafador” y les sacó dinero a los delincuentes. El caso se viralizó por redes sociales, pero Infobae habló con fuentes del caso, quienes contaron detalles de la maniobra.
Todo ocurrió este lunes a la noche, cuando “Esteban”, el nombre de fantasía que tendrá el joven ya que se resguarda su identidad, recibió un mensaje de WhatsApp de parte de su abuelo paterno en el que le pedía plata.
Esteban estaba en la universidad cuando desde el número de su abuelo le preguntaron si tenía dinero “para transferir”. “Necesito si podés prestarme 40 mil pesos”, ese fue el monto solicitado en un principio.
“¿Tan poco? Qué raro vos pidiendo poca plata”, le respondió rápidamente el joven, quien además aseguró que podía llegar a esa cifra como préstamo para su abuelo. Sin embargo, cuando obtuvo los datos para hacer la transferencia, algo lo frenó.
El motivo aparente que les dio a los estafadores para no poder girarles el dinero fue la falta de datos en su celular para realizar la transacción: “Si necesitás urgente, de última, cargame crédito y te transfiero. Si no, esperá, que llego a casa”, les avisó. Así fue como el abuelo le planteó que sólo podía pasarle 500 pesos, al menos, para abrir la aplicación de Mercado Pago.
Pocos minutos después, Esteban recibió la plata, pero le aclaró que estaba por comenzar una nueva clase en la universidad y que, por lo tanto, el acuerdo debía esperar para concretarse. “Dale, que necesito”, le reclamó impaciente el presunto abuelo. Luego, no volvieron a insistir.
Allí fue cuando el intento de estafa quedó en evidencia: “No le robaron el celular. Aparentemente, se conectan al WhatsApp de otra persona consiguiendo un código de verificación, persuadiendo”, explicó una fuente cercana al caso.
Lo que sucedió en realidad fue que el joven supo desde un principio lo que estaba sucediendo. Su padre, quien se encontraba con el abuelo, le avisó antes de recibir estos mensajes que también habían intentado estafarlo.
Por suerte, el abuelo de Esteban sólo tuvo que cambiar el número de teléfono, pero nadie en la familia cayó en la trampa para sacarles plata. Por el momento, no se sabe con exactitud cómo lo lograron, pero se sospecha de un robo de datos a través de las redes.
Los nuevos métodos de estafas virtuales
En una época en que el fútbol ya no es para todos y que cada vez son más los partidos que exigen adquirir un servicio pago para poder verlos, los sitios web que piratean las imágenes cada vez suman más adeptos. Lo que no saben en muchos casos estos usuarios es que automáticamente se convierten en blancos fáciles para los robos y los fraudes.
Estas páginas cuyos nombres se asocian a la viveza y a cómo vencer al sistema (“Fútbol Gratis”, “Fútbol Libre”, “Cómo ver el partido sin pagar”), son utilizados por los hackers como plataformas para concretar múltiples estafas virtuales y acceder a billeteras virtuales, cuentas bancarias, datos de tarjetas de crédito, cuentas de mensajería instantánea, correos electrónicos e información familiar.
Todo comienza cuando el fanático, enceguecido por su deseo de ver como sea a su equipo, ingresa a la página y, para llegar a la pantalla deseada, va sorteando cada paso que le imponen, que incluyen una importante cantidad de “clicks”. Es durante ese proceso que los sistemas informáticos de piratería roban información sensible o directamente acceden al control de teléfonos, computadoras u otros dispositivos.