En medio del descenso de la curva de contagios por dengue en Santa Fe, el Ministerio de Salud provincial informó que diez personas murieron a causa de la enfermedad durante la última semana. De esta manera, la cifra de muertes ascendió a 33, de los cuales 20 de ellos presentaban comorbilidades que agravaron el cuadro sintomatológico que transitaban.
De acuerdo con el informe presentado por la secretaria de Salud, Andrea Uboldi, la mayor cantidad de víctimas se concentraron en Rosario (5), seguido de Santa Fe Capital (3), San Javier (1), y San Martín (1). Asimismo, especificaron que se trataban de personas que tenían edades entre los 27 y 78 años.
A pesar de las muertes, la vocera se enfocó en la baja que se produjo en los contagios, debido a que en los últimos días se confirmaron 19 casos que se distribuyeron en un 45% en el departamento de Rosario; 9,5% en la Capital; 9% en Castellanos; 5% en San Cristóbal y Las Colonias. De esta manera, el número total de infectados que hubo a lo largo del año llegó a 55.273 casos.
“Esta semana tenemos la buena noticia de que hay una curva en descenso en los casos de dengue, probablemente por muchas de las medidas de control que establecimos y la baja temperatura”, comunicó Uboldi al señalar que desde la cartera de salud se han concentrado en recabar los datos sobre cómo se desarrollaron los casos, con el objetivo de planificar futuras políticas de salud.
“Estamos haciendo un trabajo muy fuerte para recuperar esa información porque si se piensa a futuro la incorporación de la vacuna, tener datos de la cantidad de casos que hubo en cada uno de los departamentos de la provincia nos permite estratificar el riesgo”, explicó la secretaria tras agregar que la gran mayoría de los casos letales presentaban comorbilidades y/o factores de riesgo.
Según las declaraciones recopiladas por Rosario3, Uboldi remarcó que “todavía la letalidad, que es la relación entre los fallecidos y los casos confirmados, está dentro de los valores esperables”. De la misma manera, analizó que la mayor presencia de contagios se había registrado en la ciudad capital y en Rosario porque se tratan de los dos distritos con mayor cantidad de población.
Pese al descenso de casos santafesinos, la situación aún preocupa a las autoridades de Córdoba por la reciente invasión de mosquitos que se reportaron en la zona norte de la provincia. El fenómeno afectó a las localidades de la cuenca de Río Dulce, en las cercanías de Mar Chiquita, en donde se planean futuras fumigaciones para combatir la presencia de los insectos en el área.
Aunque el intendente de La Rinconada, José Luis Ludueña, explicó que la problemática comenzó en enero con las primeras lluvias del verano, destacó que el brote se produjo en los últimos diez días. “El pico está siendo ahora, en abril. Hoy está muy bravo”, señaló al mencionar que ya hay unas 300 hectáreas damnificadas.
De acuerdo con la información publicada por ElDoceTV, el jefe comunal informó que a lo largo de la temporada solamente se registraron diez casos de dengue, debido a que el único mosquito capaz de transmitir la enfermedad es el Aedes aegypti. No obstante, remarcó que la infesta de mosquitos provocó la muerte de varios animales de campo.
Otras de las localidades que resultaron damnificadas fueron Sebastián Elcano y Obispo Trejo. Sin embargo, sus respectivos intendentes indicaron que el brote no tendría la misma magnitud que en La Rinconada. De hecho, la mandataria de Obispo Trejo, Silvia Mansilla, reconoció que la mayor cantidad de plagas se concentraron en las áreas rurales, pero desmintió que hubiera animales de campo muertos por estos.
Por otro lado, las autoridades sanitarias comunicaron que los descensos de temperatura serían favorables para que el Aedes aegypti disminuya su circulación, pero advirtieron sobre la posibilidad de que el insecto busque instalarse en el interior de las casas. “Hay que tener mucho cuidado en estas circunstancias, ya que el mosquito puede estar detrás de las cortinas o en diferentes lugares dentro de la casa”, advirtió Hugo Pizzi, el médico infectólogo, epidemiólogo y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, durante una entrevista con Infobae.
En este sentido, el especialista aclaró que la baja presencia de los mosquitos no implicaría que el problema esté resuelto, ya que muchas hembras infectadas depositaron huevos que podrían eclosionar cuando regrese el calor. “Esto seguirá acumulándose y aumentando los aspectos negativos de cualquier brote epidemiológico”, resaltó al recordar que las larvas engendradas ya nacerán portadoras del virus.
Frente a esto, Pizzi subrayó la importancia de cuidar los ambientes y el hogar para evitar la propagación de los mosquitos, por lo que aconsejó: “Limpiar bien el patio, desechar el agua estancada en los sumideros, fregar con una esponja rugosa todos los lugares donde puedan estar los huevos, entre otras cosas, de lo contrario, aparecerán en agosto o septiembre esos mosquitos”.