El 25 de abril de cada año se evoca el Día Internacional de la Lucha Contra el Maltrato Infantil. La fecha fue instituida por UNICEF para generar concientización sobre la necesidad de erradicar todo tipo de violencia hacia las infancias y adolescencias.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato infantil se define como “cualquier forma de abuso o desatención que afecte a un menor de 18 años, abarca todo tipo de maltrato físico o afectivo, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otra índole que vaya o pueda ir en perjuicio de la salud, el desarrollo o la dignidad del menor o poner en peligro su supervivencia en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder”.
Cuál es la situación de Argentina
En cuanto a lo que ocurre con esta problemática en Argentina, si bien no hay todavía informes del corriente año, hay varios estudios anteriores que sirven para reflejarla.
En febrero del año pasado, la ex-Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) presentó en un informe sobre los datos de la Línea 102 correspondientes al año 2022. La Línea 102 es un servicio especializado de orientación y escucha para niñas, niños y adolescentes, gestionado e implementado por los gobiernos provinciales para que víctimas menores de edad puedan contactarse ante una situación de vulneración de derechos. También se reciben consultas de adultos sobre problemáticas puntuales que afectan a las niñeces y adolescencias.
A nivel federal, se recibieron un total de 39.409 llamadas pertinentes en 2022. Del total, 15.431 fueron consultas para información u orientación que no requirieron la articulación con otro actor del Sistema de Protección Integral de Derechos, mientras que 23.770 sí requirieron su intervención.
El 21,3 por ciento de las llamadas por situaciones de violencia fueron por maltrato físico, seguido por negligencia (15,5%), abuso sexual (7,5%) y niñas, niños y adolescentes que fueron testigos de violencia (3,7%).
En el informe colaborativo más reciente del Ministerio de Justicia y UNICEF, estos organismos realizaron un análisis de la información recabada a través de las consultas atendidas por profesionales especializados de la Línea Nacional 137 del Programa “Las Víctimas Contra Las Violencias”, recibidas entre los meses de octubre de 2020 y septiembre de 2021.
De las 15.118 consultas que se hicieron, la cantidad total de víctimas registradas en consultas fue 20.520, mientras que 9.989 de estas víctimas eran niñas, niños y adolescentes. Es importante notar que el número de víctimas es más alto que el número de consultas dado que puede existir más de una víctima por consulta.
Dentro de las consultas recibidas, 9.554 fueron por violencia familiar, que el informe define como un maltrato ejercido por un integrante del grupo familiar, independientemente del espacio físico donde ocurra, que puede dañar el bienestar y la integridad física, psicológica, o sexual de un menor de edad. La cantidad total de víctimas registradas en este tipo de violencia fue 14.954, mientras que 6.770 de ellas eran niñas, niños y adolescentes.
De las 6.770 consultas de violencia familiar recibidas, el 65 por ciento de las víctimas menores de edad recibieron exclusivamente violencia psicológica, mientras que un 31 por ciento padeció violencia física y psicológica. Casi el 54 por ciento de las víctimas fueron agredidas por su padre mientras que casi el 30 por ciento fueron agredidas por su madre.
En la misma línea, hubo 5.564 consultas por violencia sexual, definida como abuso sexual contra un menor edad cuando un adulto agresor lo utiliza para cualquier acto con fines sexuales. La cantidad total de víctimas registradas en estas consultas fue 5.566, mientras que 3.219 fueron niñas, niños, y adolescentes.
En todos los grupos etarios, el mayor porcentaje de menores de edad víctimas de violencia sexual pertenece al género femenino, representando casi cuatro veces más que el masculino. El mayor porcentaje de niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual de género masculino se concentra en el rango etario de 12 a 17 años.
En la última Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes llevada a cabo por UNICEF Argentina entre 2019 y 2020, se reveló que el 59% de chicas y chicos entre 1 y 14 años experimentó prácticas violentas de crianza, mientras que el 42% experimentó castigo físico, incluyendo formas severas como palizas y golpes con objetos, y el 51,7% agresión psicológica como gritos, amenazas, y humillaciones.
Aunque no hay estadísticas publicadas actualizadas al 2023 a nivel federal, Infobae accedió a los últimos datos actualizados de maltrato infantil en la Ciudad de Buenos Aires, proporcionados por el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (CDNNyA).
En el 2023, hubo un total de 40.146 intervenciones trabajadas por el CDNNyA en el marco del Derecho a la protección contra situaciones de violencia. En 25.482 consultas –o el 63,48% del total– se estableció el derecho a la protección. El motivo más frecuente de intervención fue de un menor de edad conviviente en situaciones de violencia intrafamiliar o doméstica (43,41%), seguido por maltrato físico (30,31%), maltrato psicológico o emocional (16,56%), trato negligente (15,91%) y abuso sexual (15,59%).
Las consecuencias en el desarrollo de las infancias
El maltrato infantil tiene a menudo graves consecuencias físicas, sexuales y psicológicas a corto y a largo plazo, según la OMS. Estas consecuencias pueden incluir lesiones, estrés postraumático, ansiedad, depresión e infecciones de transmisión sexual y, en el caso particular de las mujeres, trastornos ginecológicos o embarazos no deseados.
Este tipo de abuso también puede impactar negativamente el rendimiento cognitivo y académico de la víctima, y guarda estrecha relación con el abuso de alcohol, el tabaquismo, y el uso indebido de drogas,
Dado que el maltrato infantil genera altos niveles de estrés en la víctima, puede llegar a causar alteraciones del desarrollo temprano del cerebro. En casos de estrés extremo, el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunológico pueden verse perjudicados.
Un adulto que haya sido víctima de maltrato en la infancia también presenta un mayor riesgo de problemas físicos y psicológicos o de comportamiento, tales como actos de violencia como autor o como víctima, obesidad, comportamientos sexuales de alto riesgo.
La OMS también resalta que la violencia ejercida contra los niños contribuyen a las desigualdades en la educación y que, más allá de las consecuencias previamente establecidas, el maltrato infantil tiene efectos económicos, tanto en los costos de hospitalización y de tratamiento psicológico como en el costo de los servicios de protección de menores y de la atención de salud de larga duración.
Cómo denunciar
El maltrato infantil se puede prevenir y la OMS asegura que para abordarlo hay que incorporar un enfoque multisectorial. El Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil presenta la oportunidad ideal para generar concientización sobre esta problemática persistente y para entablar acciones que puedan reducir las cifras a nivel nacional y mundial.
La Línea 102 es un servicio gratuito y confidencial de atención especializada sobre los derechos de niños y adolescentes y sirve para realizar consultas o denuncias ante una situación de vulneración de derechos. Las llamadas las pueden realizar niñas, niños y adolescentes, como también familiares o cualquier otra persona que tenga conocimiento o sospecha de la existencia de un maltrato infantil.
La Línea 137 también está destinada a brindar contención y acompañamiento a victimas d violencia familiar, violencia sexual, y casos de grooming. También cuenta con un número de Whatsapp por consultas escritas: +54 9 11 3133-1000.
Por último, el gobierno nacional cuenta con un formulario de consulta confidencial, cuyos mensajes son recibidos por el Equipo Contra las Violencias Digitales del Programa “Las Victimas contra Las Violencias” del Ministerio de Justicia de la Nación: https://www.argentina.gob.ar/justicia/violencia-familiar-sexual/formulario-de-consulta-grooming