Una multitud se concentró frente al mástil del Parque Centenario porteño para pedir por la liberación de las 133 personas que aún continúan secuestradas por Hamas. Entre los capturados hay 11 argentinos. El acto se realizó un día después de que se cumplieran 6 meses del ataque terrorista en el que fueron asesinados unos 1.200 civiles y apresados otros 240 y llevados a la Franja de Gaza.
El evento arrancó con la canción Regresame a la vida y sólo vuelve, que fue realizada con la colaboración de artistas de América Latina. Por argentina participaron del clip Alejandro Lerner, Marcela Wonder, Patricia Sosa, Gloria Pankaeva, Elías Gurevich, Joaco Catarineu, Santiago Bruno, Coqui Sosa y Karen Nisnik. “Una carta interrumpida, tantas frases sin decir”, dice una parte de la letra de la canción que produjo las primeras emociones de la noche entre un público conmovido.
El conductor del evento fue el periodista de Canal 13 Gustavo Baabour, quien sufrió el secuestro de cinco familiares la mañana del sábado del horror. Luego de 52 días fueron liberadas Clara Marman (63), Gabriela Leimberg (59) y su hija Mia (17). Y luego de 128 jornadas fueron liberados Fernando Marman y Luis Har. “Estamos acá bajo el lema Hinedi, que significa ´yo sí estoy acá´, para pedir que vuelvan con vida a sus casas las 133 personas secuestradas por Hamas el pasado 7 de octubre. No queremos volver a pedir lo mismo el mes que viene”, arrancó Baabour ante el aplauso de la multitud.
Luego, el periodista leyó la comunicación oficial del evento que le pedía al Gobierno argentino que declare a “Hamas como una organización terrorista internacional”.
Público conmovido
Entre el público, en tanto, una mujer con la bandera de Israel atada como capa miraba fijo y aplaudía cada palabra de los oradores. Marta Peretz, así con z le aclara la mujer al cronista de Infobae, se mostró muy conmocionada por la situación. “Tenemos que hacer algo. Me parece una gran injusticia lo que le pasó a estas personas que lo único que buscaban en esa zona de Israel era la paz entre los pueblos”. A Marta se le caen las lágrimas mientras habla y se despide antes de que llegue el minuto de silencio por las víctimas del ataque de Hamas.
Muy cerca del escenario se ubicó desde temprano Enrique Kuznicky. El hombre aplaude luego del homenaje a los asesinados por los terroristas el pasado 7 de octubre. “Es una obligación para mí estar acá para que este tema no se olvide. Siento que a veces los medios no le dan la importancia necesaria a que haya civiles secuestrados. Y que no se sepa nada de ellos hasta el momento”, sostiene.
Hablan familiares y amigos de secuestrados
Llega el momento más emotivo del acto. Antes de subir al escenario se abrazan y se dan fuerzas. Un joven de la organización les dice que llegó el momento. Entonces, se miran ya con lágrimas en los ojos y suben las escalinatas y enfrentan a los miles de ojos que los siguen y los van a escuchar en silencio.
Son Sandra Miasnik, prima de Shiri Bibas y sus hijos Ariel, de 5 años y el bebé Kfir; Jonathan Stolarza, amigo de Iair y Eitan Horn; Micaela Rudaeff, prima de Lior Rudaeff y Mirta Tinaro, tía de David y Ariel Cunio. Llevan en sus ojos el dolor de la ausencia de sus queridos que fueron arrancados de los kibutz el día del ataque de Hamas en territorio Israelí.
Entonces en forma alternada empiezan a hablar, a relatar sus sensaciones de estos 6 meses de ausencias. Jonathan habla de ese grupo de chats de amigos que nota la ausencia de Iair y Eitan. Que les falta ese comentario futbolero sobre Atlanta o la recomendación sobre el mejor falafel. Micaela Rudaeff, con la voz quebrada por la emoción, habla de Lior y le dice: “Te espero para abrazarte”.
Mirta recuerda a sus sobrinos David y Ariel y recuerda que esa mañana capaz por alguna razón que no entiende se levantó temprano. Y los empezó a llamar pero no atendían. “Estaban atrapados en sus casas, mientras afuera era todo violencia y gritos”. Tinaro también recuerda a las víctimas del kibutz Nir Oz, en el cual vivió por muchos años. “Veo las caras de mis vecinos asesinados y no lo puedo entender”.
Jonathan, por su parte, define sus sentimientos con una frase de las más gráficas de la tarde: “Todo el tiempo respiro como con un ladrillo en el pecho”. Marta en el mismo sentido agrega que es “un dolor que no se cura”.
Sandra recuerda a los dos niños que aún continúan en manos de Hamas, Ariel y Kfir, y lleva una esperanza al público: “No nos quebramos, nos levantamos y nos organizamos para pedir la liberación de todos los secuestrados. Porque el terrorismo también busca atacar la esperanza, pero no pudieron”.
Al final, un grupo de jóvenes subió al escenario para cantar Como la cigarra, mientras los miles de personas ponían su celular en modo linterna. Así, la mujer que tenía la bandera de Israel como si fuera una capa canta más fuerte que nunca la parte que dice “Cantando al sol como la cigarra/Después de un año bajo la tierra/Igual que el sobreviviente/Que vuelve de la guerra”.