Un adolescente de 14 años se encuentra en estado crítico tras sufrir quemaduras severas en diversas partes del cuerpo en un incidente y se investiga si intentaba robar cables de alta tensión.
Tras el incidente, registrado durante la madrugada, el menor fue llevado inicialmente al Hospital Roque Sáenz Peña por sus familiares, quienes informaron que el joven llegó a su domicilio manifestando haberse quemado al intentar cortar unos cables, antes de desvanecerse. Dada la gravedad de sus heridas, los médicos tomaron la decisión de trasladarlo al Hospital Víctor J. Vilela.
El joven, residente en el sector sur de Rosario, específicamente en Cepeda al 3700, está siendo atendido en la unidad de terapia intensiva del citado nosocomio. Actualmente, se encuentra “intubado”, con soporte de asistencia mecánica respiratoria. A pesar de su grave estado, los informes médicos indican que está compensado desde el punto de vista hemodinámico.
Las autoridades policiales aún están investigando las circunstancias exactas del incidente y se investiga si ocurrió en el contexto de un posible intento de robo de cables del tendido eléctrico. Se espera más información en las próximas horas, conforme avance la investigación.
Los otros casos en Santa Fe
En un suceso que evidencia la creciente problemática del robo de cables en Rosario, Julio Daniel González, un joven de 24 años, perdió la vida el jueves 21 de marzo tras sufrir graves quemaduras que afectaron el 80% de su cuerpo.
El lamentable hecho se había desencadenado el 5 de marzo cuando González intentó cortar un cable subterráneo en el barrio Pichincha, resultando en una explosión que le provocó lesiones críticas. En el lugar del hecho, la policía halló un cuchillo tipo serrucho de punta quemada, presumiblemente utilizado para cortar los cables, y una gorra negra.
González fue encontrado con quemaduras profundas en diversas partes de su cuerpo, incluyendo piernas, brazos, tórax y rostro. “Era un paciente muy crítico”, había comentado Andrea Becherucci, directora del Heca. La gravedad de sus heridas requirió asistencia mecánica respiratoria durante su hospitalización.
Este tipo de lesiones, según Becherucci, suponen un riesgo significativo cuando afectan más del 50% de la superficie corporal. El centro médico, especializado en el tratamiento de quemaduras, ha observado un aumento en estos incidentes relacionados con robos de cables.
Otro caso sucedió el 11 de febrero, cuando Ezequiel Francisco Curaba enfrentó un destino similar al intentar robar cableado subterráneo de la Empresa Provincial de la Energía. El joven de 21 años sufrió una descarga eléctrica que le provocó quemaduras en el 90% de su cuerpo, falleciendo dos días después en el Heca.
La dramática imagen de Curaba, caminando con su cuerpo y ropa quemada tras la explosión, causó conmoción y fue ampliamente difundida. A diferencia de González, Curaba se encontraba en situación de calle y ya había tenido problemas con la ley.
Este fenómeno no se limita a estos dos casos; existe al menos un tercer fallecido en Rosario bajo circunstancias similares, cuya identidad no fue revelada. El episodio se conoció el 11 de enero en la zona de Ramón Carrasco al 3900 y, según señaló una persona que vive en la cuadra, el intento de robo seguido de muerte habría ocurrido en la madrugada.
Este individuo fue encontrado por vecinos, colgado de un tendido eléctrico después de intentar sustraer cables, en el barrio Alvear. Uno de los residentes compartió a Radio 2 su impresión al descubrir la escena: “Hace meses vienen robando cables. Cuando salí me encontré con el tipo colgado de los cables, todo quemado”, señaló.