La denuncia por la desaparición de un niño de 3 años en la localidad de Atahona, ubicada a más de 80 kilómetros de la capital provincial, derivó en una causa por un posible homicidio. Los sospechosos del crimen son sus progenitores. A la madre, de 30 años, le informaron que está siendo investigada. Lo mismo ocurrió con su padre, de 47, que desde el 8 de enero pasado está detenido y con prisión preventiva por violencia de género.
El caso, que dio a conocer este fin de semana la periodista Mariana Romero, se desencadenó el pasado martes 20 de febrero, luego de que la abuela paterna del niño, identificado como Benjamín G., radicó una denuncia en la Comisaría 2ª de Tucumán. Este domingo, la mujer contó a Infobae, que tomó la decisión de hacerlo, ante las reiteradas ausencias de su nieto y las respuestas evasivas de sus padres.
“La última vez que lo vi, ‘Benja’ tenía un año y medio y había empezado a caminar. Recuerdo que tenía la cabeza lastimada. Me dijeron que había cabeceado la punta de una lata. Yo les creí”, recordó Mercedes Luna (67). Hasta ahí, la mujer se mantenía en contacto con su nieto a través de videollamadas y mensajes de WhatsApp que, de un día para el otro, “se cortaron”. “Mi nuera y mi hijo empezaron a cambiar de domicilio permanentemente y eso me dificultaba ir a visitarlos porque yo estoy en Taquello, en Departamento Burruyacú. Cada vez que les pedía una foto de ‘Benja’ me mandaban la misma; y cuando les proponía hacer una videollamada, buscaban excusas. Ante el silencio empecé a dudar”, explicó a este medio.
Esa denuncia inicial, tres días después, fue ampliada por la abuela materna del chiquito. Su nombre es Mónica Gargiulo (48) y vive en Las Talitas, en el Departamento de Tafí Viejo. Según su relato, a su nieto lo vio por última vez cuando tenía once meses. La actitud “sospechosa” de su hija la motivó a presentarse en la comisaría el 23 de febrero pasado. “Ese fin de semana ella había venido de visita a casa con sus otros dos nenes de 8 y 4 años, pero otra vez sin Benjamín. Su justificación era que el niño estaba con el padre, pero a otro familiar le dijo que estaba con la vecina. En el medio recibió un llamado del comisario de la ciudad de Simoca. Después juntó sus cosas y decidió irse”, explicó a Infobae Mónica que, hasta ese momento, desconocía la existencia de la denuncia por “desaparición”.
Tras las denuncias y la posterior ampliación, el caso comenzó a ser investigado por la fiscal Mariana Rivadeneira, que encontró algunos episodios llamativos en la historia familiar de Benjamín. Según contó La Gaceta, la funcionaria descubrió que la abuela materna había decidido criar al hermano mayor del nene. “Vive conmigo desde que tiene un año y medio. Ahora tiene 10 años. Padece autismo y es fruto de una relación anterior de mi hija”, confirmó Mónica a este medio. También dijo que tomó la determinación de pedir la guarda de su nieto al descubrir que, por un supuesto descuido, el pequeño se salvó de morirse ahogado cuando tenía poco más de un año.
La fiscal indagó un poco más y encontró un detalle que encendió todas las alarmas: en 2018, otro hijo de la pareja falleció al año de vida. Según informó la autopsia, había murió por broncoaspiración. Sin embargo, también se habría detallado que el pequeño habría presentado lesiones compatibles a malos tratos de vieja data. “Al no haber datos de que el deceso se haya producido de manera violenta, el fiscal Jorge Carrasco decidió archivar la causa, pero comunicó de la novedad a la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf) para que tome cartas en el asunto. Se desconoce por el momento si hubo algún tipo de intervención”, informó La Gaceta.
Ante este panorama, la fiscal comenzó a sospechar que podría estar ante un posible filicidio. Siguió indagando y descubrió que al padre del niño desaparecido le habían dictado la prisión preventiva por violencia de género. Entonces dio intervención al fiscal del Cetro Judicial de Concepción, Miguel Varela, para que avanzara sobre la hipótesis de un posible crimen como explicación a la prolongada ausencia de Benjamín.
El funcionario realizó algunas entrevistas, que no resultaron fáciles de hacer, ya que no hay viviendas cercanas al lugar donde reside la familia. A pesar de ello, logró determinar que nadie en la zona tenía noticias recientes del niño. Pero lo peor se dio al consultar a los padres: “Ambos negaron la existencia de Benjamín”, explicó a Infobae el abogado de las abuelas del nene, Álvaro Zelarayán.
“La madre (que en total tuvo cinco hijos) dijo que con su actual pareja solo había tenido tres hijos y que uno de ellos falleció en 2018. Al mayor, que ahora tiene 10 años y que es de su relación anterior, aseguró que se lo cuidaban sus padres. ‘Benjamín no existe. Se están confundiendo con mi otro hijo, que murió hace seis años’, argumentaba la mujer. El padre dijo exactamente lo mismo”, explicó el letrado a este medio.
La versión fue rápidamente desestimada: un pedido de informe a distintos organismos, entre ellos, la Maternidad y el Registro Civil dejó en evidencia que la mujer dio a luz a un niño llamando Benjamín el 6 de julio de 2020.
De inmediato, la Justicia ordenó rescatar a las tres criaturas que la pareja tenía en común y entregárselos en una guarda provisoria a su abuela materna. Pero cuando la Policía llegó a la casa donde vivían, solo encontró a dos de ellos: Benjamín no estaba. Ahí la madre cambió su versión: dijo que el niño existía, pero que desconocía su paradero. Incluso deslizó que su pareja lo había regalado.
Los investigadores dudaron y hasta sospechan de un “pacto de silencio” y “encubrimiento de parte de ella” para favorecerlo al padre: “¿Por qué esta mujer, con su marido violento ya detenido, no mencionó que, además de intentar matarla, regaló a su hijo? ¿Por qué ella negó la existencia de ese hijo? ¿Por qué el padre, ya detenido, también negó la existencia de Benjamín? “Hasta ahora, todo esto es una incógnita porque la mujer nunca fue llamada a declarar”, se indigna el abogado Álvaro Zelarayán.
La situación no termina ahí. Una vez en lo de su abuela Mónica, los hermanos de “Benja”, de 8 y 4 años, hablaron. “Me dijeron que ‘Benja’ no iba a parecer porque estaba muerto”, contó la mujer a Infobae. Por esa razón, el pasado 21 de marzo, los pequeños fueron entrevistados a través de una Cámara Gesell.
“Durante las charlas se constató que los nenes vivían en un contexto de violencia ‘tremendo’. Con mucho esfuerzo, ambos relataron el episodio de la última vez que lo vieron a su hermano. Uno dijo que se le cayó un bloque en la cabeza y que se quedó dormido; la otra que le pegaron una cachetada cuando acomodaba un bloque y que lo llevaron al hospital. Las psicólogas tuvieron que hacer un trabajo grande para contextualizar el episodio, que habría ocurrido entre febrero y julio de 2023”, detalló Zelarayán y explicó que el tema de los “bloques” está relacionado con que la precariedad de la casa donde vivían: los usaban para que no se les volaran las paredes de plástico.
Mientras la investigación avanza, el fiscal Varela decidió tomar algunas medidas, entre ellas según informó La Gaceta, asegurarse de que una jueza prorrogara la prisión preventiva por la causa de violencia de género en contra del padre del pequeño; informarle a la madre que está siendo investigada por la desaparición de su hijo; preservar el lugar donde residía la familia en Atahona; pedir ayuda a grupos especializados en búsqueda; y lograr que la Dianyf intervenga en el caso y le entregue la custodia de los dos hermanitos de Benjamín a una de sus abuelas.
“Queremos saber dónde está nuestro nieto. Necesitamos que se sepa la verdad”, dicen a dúo Mercedes y Mónica. Por ahora la causa sigue calificada como ‘Desaparición’, pero esto podría variar cuando se haga la formulación de cargos, lo cual debería ser esta semana.