La localidad bonaerense de Blaquier quedó paralizada, envuelta en la conmoción y la profunda tristeza después del hecho trágico de ayer a la tarde, cuando seis personas murieron asfixiadas luego de un frustrado intento de rescate de un operario que trabajaba en un pozo de bombeo de 12 metros de profundidad, perteneciente al cuerpo de Bomberos Voluntarios del lugar.
Todo comenzó cuando Ricardo Bottega, un conocido bombista de la zona, fue contratado por el municipio local para realizar tareas de mantenimiento rutinario en el sistema de red cloacal, arreglar una bomba, en un sitio conocido -por su forma- como “El cigarro”.
El hombre ingresó sin máscara de protección ante alrededor de 70 centímetros de aguas servidas y frente a los gases que emana el líquido condensado. Poco después comenzó a sentirse mal y no pudo salir a la superficie. Los demás trataron de rescatarlo y murieron en el intento.
Luego de que trascendiera el doloroso hecho, en las redes sociales se multiplicaron los mensajes de lamento.
Bottega tenía 60 años, tres hijos y seis nietos. Le decían “Duende”. Era oriundo de Florentino Ameghino y se dedicaba a realizar este tipo de tareas de mantenimiento. “Toda la vida se dedicó a esto. No teníamos personal técnico para esto y entonces se lo contrató porque hacía muchos años que lo hacíamos. Se ve que por la tarde la concentración de gas se elevó y primero fue Ricardo (hace una pausa) esto es un pueblo chico y cuando pasa algo como que todos queremos salir al rescate”, dijo a TN el intendente de ese partido, Nahuel Mittelbach.
También era músico. Se destacaba tocando el acordeón, tenía una radio en su casa y lo contrataban para animar eventos. “Perdón por no poder despedirte con lágrimas, pero cada vez que me acuerdo de las anécdotas que tuvimos sonrío, porque ese fue tu legado acá en este mundo. Gracias amigo, te llevaré por siempre en mi corazón”, lo despidió un colega.
Desde la Comisión del Centro Tradicionalista El Ceibo hicieron lo propio: “Él era el que nos hacía reír, el que siempre estaba predispuesto para todo, el que cerraba nuestras peñas y dejaba todo por El Ceibo. Siempre ahí al pie del cañón, amigo de todos y con una humildad que lo caracterizaba. Lamentablemente hoy debemos despedirlo. Gracias por todo siempre. Hasta luego, Ricardo”.
Los restos de Bottega fueron inhumados este sábado en el cementerio de Ameghino.
Las otras cinco víctimas eran vecinos de Blaquier. El más joven era Mateo Pellegrino, quien tenía 27 años. Oriundo de Lincoln, a 120 kilómetros de Blaquier, le gustaba el fútbol: era hincha de Independiente y jugó en el Club Social y Deportivo Blaquier. Algunos lo llamaban “Gringo”.
Pellegrino cursó la carrera de médico veterinario. Se graduó en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa, desde donde difundieron un comunicado en el que manifestaron que la institución “participa con hondo pesar el fallecimiento del M.V. Mateo PELLEGRINO, graduado de de nuestra Unidad Académica. Acompañamos a su familia en este doloroso momento”.
El suboficial de Bomberos Voluntarios Juan Ramón Sánchez (50) y su hijo, el cabo Juan Nicolás Sánchez (28), también perdieron la vida.
El primero era aficionado al automovilismo. “Gran persona, siempre dispuesto a dar una mano a los colegas. Una pérdida para el automovilismo zonal, Q.E.P.D. Juan Ramón Sánchez, mis condolencias a su familia”, lamentó un amigo en Facebook. También jugó al fútbol, como arquero en la Liga de General Villegas.
El menor de los Sánchez era conocido como “Juani” o “El Flaco”. Según el diario local Democracia, tenía una hija de apenas un año y, al igual que su padre y que Pellegrino, también le gustaba mucho el fútbol: en su caso, jugó en Deportivo Ameghino y en Deportivo Blaquier.
Los otros dos bomberos que fallecieron al querer rescatar a Bottega fueron Carlos Renger, de 39 años, y Alejandro Centeno, de 36.
Los restos de las cinco víctimas que vivían en Blaquier fueron velados en el “Club Social y Deportivo Blaquier” e inhumados en el cementerio de dicha localidad.
Según los informes preliminares, las seis personas murieron por “asfixia por broncoaspiración”, debido a la inhalación de gases cloacales, emanado de las aguas servidas presentes en el pozo. “Se están estudiando que tipos de gases había, sobre todo, con este nivel de letalidad”, señaló Mittelbach, aunque se estudia la presencia de gas butano en aquella zona de profundidad.
El jefe comunal agregó un dato importante: Bottega, horas antes de la tragedia, había ingresado al lugar y salió sin dificultad, lo que es un punto de investigación a cargo de la Ayudantía Fiscal de Ameghino.
Como muestra de luto y solidaridad, el intendente decretó tres días de duelo en el partido, durante los cuales las banderas se izarán a media asta en todos los establecimientos públicos.