Marcha del #8M: historias entre la multitud que se movilizó por el Día de la Mujer 2024

Con una importante presencia policial y el Congreso vallado, la concentración convocó a mujeres cis, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, no binaries e intersex. Hubo muchas madres que marcharon por primera vez junto a sus hijas. El duro documento que se leyó al final de la jornada y las consignas de los participantes

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La manifestación en conmemoración del Día Internacional de la Mujer en Buenos Aires (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)
La manifestación en conmemoración del Día Internacional de la Mujer en Buenos Aires (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

Agarradas de la mano en la esquina de Entre Ríos e Yrigoyen, Valeria y Victoria ven la enorme concentración de mujeres, convocadas bajo la consigna “Ni un paso atrás por nuestros derechos”. Son mamá e hija y es la primera vez que se movilizan un 8 de marzo por el Día de la Mujer. Valeria tiene 45 años y Victoria, 7. Llegaron desde Mataderos con los párpados brillosos de purpurina violeta.

“Siempre me interpeló esta fecha, pero los contextos van cambiando. Y este es un contexto mucho más duro del habitual por el tema de los derechos. Tener un gobierno y un presidente misógino que corta los derechos de los trabajadores, de las mujeres y ataca todo eso me pareció que avalaba más todavía estar hoy acá, en la lucha”. Desde su altura y sin desenlazarse los dedos, Victoria mira a su mamá mientras habla con los ojos bien abiertos. Al rato pide contar sus propias razones de estar en la Plaza de los Dos Congresos.

“Un día en la escuela nos contaron la historia de las mujeres. Que hace mucho les pagaban más a los hombres que a las mujeres por hacer el mismo trabajo, entonces las mujeres decidieron hacer un paro. Y se causó un incendio y muchas mujeres murieron. Cuando se investigó fue a propósito”.

- ¿Qué sentiste con esa historia?

- Que no era justo.

Ahora es Valeria la que, desde su altura, mira hipnotizada a su hija.

Una multitud marchó por el 8M e hizo sentir sus reclamos (Luciano González)
Una multitud marchó por el 8M e hizo sentir sus reclamos (Luciano González)

Un poco más allá está mi mamá. En dos semanas cumple 70 años. Pero eso va a pasar en dos semanas. Hoy tiene casi 70 años y llegó en colectivo a su primera marcha feminista. Hoy vive su primer 8M en las calles.

“Pertenezco a la década del 50, siempre tuve mucho carácter, mucha personalidad pero no estaba orientada hacia nada… ahora veo. Hace unos años con mi hija, con mi nuera, con mi nieta, estoy viviendo cosas que no viví nunca con respecto a la salida del clóset, del tupper, de las mujeres. Y estoy muy orgullosa de poder vivirlo. Por eso quise venir hoy al Congreso, porque es el punto de reunión de las mujeres. Y me encanta. Sobre todo me gusta ver a adolescentes con carteles que dicen que están acá por todo lo que las abuelas no pudimos gritar. Es emocionante realmente. Yo ahora veo en las mujeres jóvenes y en las más chicas un objetivo en común en defensa de todas, que antes no existía”.

Mi mamá se emociona y se le nublan los ojos. Pero enseguida escucha una de las canciones del malón y vuelve a sonreír, y salta, y el nudo en el pecho se transforma en alegría en un santiamén.

Valeria y su hija Victoria (Gustavo Gavotti)
Valeria y su hija Victoria (Gustavo Gavotti)

Como nunca pasó en años anteriores, al Congreso de la Nación lo custodian filas y filas de policías que impiden el corte de Avenida Callao. De punta a punta de la plaza una hilera de vallas altísimas también cerca el espacio. Las miles de mujeres se apropian igual del espacio público. Lo recorren, deambulan, apostan las banderas, se sientan a descansar, a charlar, a compartir mates, arman ronda para bailar, para gritar consignas. Aunque estén las vallas, aunque los uniformados desfilen cerca a ritmo militar.

“Jamás en ninguna movilización por el 8M vi tanta, tanta policía. Así encima, como que te ahogan, es increíble. Es increíble sobre todo porque creíamos que estábamos en democracia. Pero esto no es democracia, esto se asemeja a la dictadura. Yo tengo 59 años, viví muchas cosas y esto se asemeja a eso. Pero no nos tiene que dar miedo, eso es lo importante, porque si te agarra el miedo, cagamos. Te quedás en tu casa y mirás desde la tele o el celular. No, venite igual a la Plaza o a donde sea que las mujeres protesten para que ellos sepan que tu voz se va a escuchar”.

Susana cumple 70 años en dos semanas y esta es su primera marcha (Gustavo Gavotti)
Susana cumple 70 años en dos semanas y esta es su primera marcha (Gustavo Gavotti)

Isabel es otra mujer que se acercó al Congreso con su hija, Manuela de 22 años. Participan ininterrumpidamente de las manifestaciones por Día Internacional de la Mujer desde 2015, cuando explotó el movimiento Ni Una Menos.

“Me enojan muchísimo las vallas, la policía. Me entristece, me genera impotencia, porque estamos saliendo a la calle a luchar para que dejen de silenciarnos, para que dejen de bloquear nuestros derechos. Y la forma que podemos encontrar para manifestarnos es bajo las normas que puso un chabón. Es horrible, recontra denigrante. Que literalmente todas tengamos miedo de que venga la policía con los palos. Me da miedo que nos peguen. Vengo con mi mamá… Ninguna de las que estamos acá venimos a generar violencia. Venimos a manifestarnos, venimos a conmemorar”.

Los pañuelos verdes y el color violeta fueron predominantes en la gigantesca movilización
Los pañuelos verdes y el color violeta fueron predominantes en la gigantesca movilización

A Ana María y a Elisa Susana la bronca se les nota mientras caminan, despacito, tratando de esquivar los armatostes de hierro. Elisa usa bastón. Tienen 74 años, son amigas y vinieron desde Boedo y Floresta.

“Hay muchas injusticias contra la mujer, contra el pueblo argentino. Perdón, pero no me representa este hombre que tenemos de presidente. Aunque fue votado, no me representa para nada. Además, la verdad es que tengo un poco de miedo porque soy viuda, alquilo y cobro la jubilación mínima. Pero bueno, de a poco se me está yendo el miedo porque creo que son derechos adquiridos. Y cuando el miedo se va, llegan las ganas de luchar. Por eso desde la semana pasada sabíamos que íbamos a marchar hoy. No nos podemos quedar en casa nunca más”, dice Ana y Elisa asiente, convencida.

Ana María y Elisa Susana dijeron presentes en la convocatoria (Gustavo Gavotti)
Ana María y Elisa Susana dijeron presentes en la convocatoria (Gustavo Gavotti)

Desde las cinco de la tarde, las nubes amenazaron con darle paso a un tormentón. Alrededor de las seis sobre el escenario, armado de espaldas al Congreso, ya empezaba a prepararse el momento de la lectura de un documento. Con el consenso de las diferentes organizaciones convocantes, el texto enumeró un panorama de retrocesos en materia de derechos en la Argentina y un lista de reclamos sobre la actual crisis económica que afecta particularmente a mujeres, lesbianas y personas trans.

“Con la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) venimos intentando acompañar, sostener y asistir a muchas compañeras en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las doce provincias donde estamos organizadas gremialmente. Se nos acercan historias de precariedad, de angustia, de mala alimentación, de crisis habitacional, de no poder pagar la luz, de no poder mandar a los hijos al colegio por no tener plata para comprar los útiles o no tener para comprar medicación. Y estamos siempre atajando penales, detrás de la emergencia y las demanda que cada vez son más, porque se ha profundizado muchísimo la precariedad en nuestras vidas producto de las políticas de ajuste y de hambre del actual gobierno”.

Hubo una inusual presencia policial en la marcha (Luciano González)
Hubo una inusual presencia policial en la marcha (Luciano González)

Georgina Orellano es la Secretaria General del sindicato de las trabajadoras sexuales y una de las que sigue la jornada desde el escenario: “Pero no solo nos preocupa la situación en la que estamos, sino que no haya un debate político sobre por qué estamos con un gobierno de ultraderecha y por qué no construimos estrategias y un programa político que permita enfrentar todo lo que atravesamos en el día de hoy y lo que se nos viene”.

Contra el hambre y el ajuste. Contra las violencias machistas. Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Por el trabajo y contra los despidos. Para gritar ¡abajo el DNU! ¡Basta de extractivismo contra los cuerpos y los territorios! Y abajo el Protocolo Antiprotesta: esos fueron los ejes del texto firmado por decenas de organizaciones y colectivos feministas y de mujeres.

La multitud ocupó todo el espacio de la Plaza de los Dos Congresos
La multitud ocupó todo el espacio de la Plaza de los Dos Congresos

Algunos de los párrafos leídos fueron:

“La destrucción del salario con un salario mínimo de miseria golpea a las y los trabajadores. La desregulación de políticas de protección de precios de alimentos afecta a la totalidad de la clase trabajadora. Se ha interrumpido la entrega de alimentos en los barrios. No hay comida en los comedores populares ni reconocimiento salarial para las cocineras comunitarias que trabajan 8 horas diarias para darle de comer a 10 millones de personas. Les niñes están desnutrides o malnutrides y enfermes”.

“Repudiamos todos los proyectos de ley que pretenden hacernos retroceder en los derechos sexuales y (no)reproductivos. Denunciamos la política del gobierno que niega las desigualdades de género mientras fortalece a las Iglesias Católicas y Evangélicas, instituciones históricamente enemigas de nuestras libertades sexuales”.

El Congreso estuvo fuertemente vallado (Nicolas Stulberg)
El Congreso estuvo fuertemente vallado (Nicolas Stulberg)

“Necesitamos más políticas públicas de calidad, no menos. Cada vez que se cierra un programa se dejan de garantizar derechos. Los despidos empiezan por los sectores más precarizados y hay tanto una feminización de la precariedad como una feminización de los despidos. La inflación y la retracción del consumo también se traducen en despidos masivos en el sector privado”.

“Hoy enfrentamos, nueve años después, una verdadera emergencia en violencia de género. Hay más de 70 femicidios en lo que va del año. El recrudecimiento de la violencia institucional y el hambre y la deshumanización de determinados grupos de personas por su color de piel, género o pobreza son un caldo de cultivo para el recrudecimiento de todos los tipos de violencia de género, siendo los más extremos los femicidios, travesticidios, transfemicidios, transhomicidios y la violencia política”.

Pía cursa segundo año en el secundario Mariano Acosta y avisa enseguida que esta es “su primera vez como 8M”: “Vine con mi centro de estudiantes y me siento muy orgullosa de estar acá para defender mis derechos como mujer. En especial en este momento que estamos teniendo un presidente bastante complicado. Vinimos para que sepan que no nos vamos a dejar pisotear fácilmente y que no nos vamos a callar si quieren avanzar sobre todo lo que conseguimos las mujeres. Que lo sepan: no nos callamos más”.

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