En el marco del Día Internacional de la Mujer, distintas organizaciones encabezaron actividades en la ciudad de Buenos Aires para denunciar las violaciones y abusos sexuales cometidos por los terroristas de Hamas durante el ataque contra Israel del 7 de octubre del año pasado.
Durante la mañana, un grupo de mujeres caminó en silencio desde Arenales y Coronel Díaz hasta el Parque Las Heras. “Tenemos la responsabilidad de romper el silencio por quienes no pueden hacerlo: las víctimas que no vivieron para contarlo, las que continúan secuestradas en Gaza y aquellas que por el trauma no están hoy preparadas para hacerlo”, sostuvieron en la previa, para luego realizar la caminata silenciosa, vestidas de negro y con zapatos rojos.
Al respecto, Mirta Kupferminc, la artista encargada de dirigir el evento, dijo a Infobae: “Fue una forma de llamar la atención sobre las violaciones realizadas por los terroristas durante el ataque de octubre pasado. El objetivo es que las personas toman conciencia y recuerden lo que está pasando en Medio Oriente. Que todavía quedan 130 secuestrados que no volvieron a sus casas”.
Ese sábado 7 de octubre, miles de terroristas cruzaron las frontera desde la Franja de Gaza para atacar los kibutz del sur de Israel. Arrasaron con las casas de las comunidades, mataron a 1.200 personas y secuestraron a unas 250.
“Tenemos la responsabilidad de romper el silencio por quienes no pueden hacerlo: las víctimas que no vivieron para contarlo, las que continúan secuestradas en Gaza y aquellas que por el trauma no están hoy preparadas para hacerlo”, explicó Kupferminc.
La importancia de los zapatos
Los zapatos rojos son un símbolo de la violencia contra la mujer. “Siempre ese calzado es el símbolo de las que ya no están porque fueron asesinadas por Hamas - explicó Kupferminc-. Creo que la manifestación artística es importante para realizar este tipo de denuncias. Es vital porque tiene la metáfora como forma de enviar un mensaje y eso ayuda a generar más impacto”.
En ese mismo sentido, vinculó esta acción en Buenos Aires con la instalación de zapatos de bronce en Budapest. Se trata de un monumento conmemorativo erigido el 16 de abril de 2005 en la capital de Hungría. Fue realizado por el director de cine Can Togay. El artista lo creó en la orilla oriental del río Danubio con el escultor Pauer Gyula para honrar a los judíos masacrados por los milicianos húngaros fascistas pertenecientes al Partido de la Cruz Flechada en Budapest durante la Segunda Guerra Mundial. A las víctimas se les ordenó que se quitaran los zapatos (los zapatos eran valiosos y podían ser robados y revendidos por los milicianos tras la masacre), y fueron fusilados al borde del agua para que sus cuerpos cayeran al río y fueran arrastrados.
“Los zapatos son muy importantes en la tradición judía. Cuando muere una persona se regala toda la ropa, menos el calzado. Se dice que los zapatos conservan el alma de las personas. Es más, otros relatos cuentan que no hay que pararse en la punta del ataúd porque por los pies sale el alma”.
En cuanto a la caminata realizada a Parque Las Heras, Kupferminc dijo: “Queremos denunciar el silencio de la ONU en las violaciones cometidas por Hamas en el ataque del 7 de octubre pasado. Creo que la indiferencia es mayor porque las abusadas son mujeres judías”.
Intervención urbana
Por su parte, el Foro Argentino Contra el Antisemitismo (FACA) realizó una intervención urbana en el cruce de Palestina y Estado de Israel, en el barrio porteño de Almagro. Allí fueron intervenidas las cebras de la senda peatonal con los nombres de las mujeres que siguen secuestradas en manos de los terroristas con el pedido de ¡Vivas y libres las queremos!
“Todos fuimos testigos del silencio de las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres frente a las que sufrieron abusos, violaciones, secuestros el 7 de octubre por la organización terrorista Hamás”, aseguraron desde FACA.
“Desde la madrugada del 8 de marzo quienes pasen por esa esquina verán los nombres de todas esas mujeres que aún permanecen retenidas, sin saber ni su destino, ni su condición, ni a qué espantos están siendo sometidas”, indicaron en un comunicado. En el lugar de la intervención hay un cartel con un código QR para sumarse a la protesta en forma virtual.
El horror de Hamas
Esta semana se conoció un informe de la ONU que sostuvo que hay “buenas razones para creer” que se cometieron violaciones durante los ataques de Hamas a Israel del año pasado.
Los datos fueron revelados por Pramila Patten, representante especial de la ONU sobre violencia sexual en conflictos. La funcionaria, explica que el informe, encontró “información clara y convincente” de que algunas rehenes fueron violadas, incluso en grupo, y que “este tipo de violencia puede seguir ocurriendo”, con los que siguen en cautiverio en la Franja de Gaza.
“Se recopiló información circunstancial creíble que indica de algunas formas de violencia sexual, incluyendo mutilación genital, tortura sexualizada o tratos crueles, inhumanos y degradantes”, afirmó la ONU en el informe de 24 páginas.
Patten destacó que en varios lugares el equipo encontró “que se recuperaron varios cuerpos completamente desnudos o parcialmente desnudos de cintura para abajo, en su mayoría mujeres, con las manos atadas y con múltiples disparos, a menudo en la cabeza”. Estos actos ocurrieron en al menos tres lugares: en el sitio donde ocurría el festival musical Supernova y sus alrededores, en la carretera 232 y en el kibutz de Reim. “En la mayoría de estos incidentes, las víctimas fueron violadas primero y después asesinadas”, según el informe, que también señaló que “hay otros relatos de personas que presenciaron al menos dos incidentes de violación de cadáveres de mujeres”.