El 7 de octubre a la mañana, Ester Cunio estaba en su casa del kibutz israelí Nir Oz cuando irrumpieron los terroristas de Hamas. Esta argentina de 90 años estuvo a punto de ser arrastrada a Gaza junto a ocho miembros de su familia, pero la sola mención del nombre de Lionel Messi le salvó la vida.
La noche anterior al ataque, los Cunio habían cenado en familia. Vivían en Israel desde la década del 80. De los veinte miembros que estuvieron alrededor de la mesa, al día siguiente sólo quedaron doce.
Ester es la abuela de Lucas, Eitan y los gemelos Ariel y David. Los últimos dos permanecen secuestrados en Gaza desde hace cinco meses. También Arbel (novia de Ariel) y su hermano Dolev, quien se convirtió en padre estando en cautiverio.
David fue secuestrado junto a su esposa Sharon y las mellizas Emma y Yuli. Sin embargo, las niñas y la mujer fueron liberadas en noviembre pasado, en el único intercambio de rehenes por prisioneros palestinos ocurrido hasta ahora.
La historia de la abuela
La suerte de Ester parecía marcada. El terrorista que la encontró en su casa le dijo que iba llevársela, pero una conversación le dio un vuelco increíble a la historia.
Cunio lo revela en en este breve extracto de un documental al que accedió Infobae. En el clip, la abuela cuenta que golpearon la puerta de su casa esa mañana y que enseguida dos miembros de Hamas ingresaron y le preguntaron dónde estaba su familia. Ella respondió que estaba sola. “Vos te venís conmigo, acá va a haber sólo fuego”, le gritó el terrorista, que se enojó porque la mujer no hablaba bien en hebreo ni en inglés.
“Le dije que yo hablo en argentino, en castellano”, recuerda la mujer. El terrorista ni siquiera conocía el país: “¿¡Qué es Argentina!?”, la interrogó. La respuesta de Ester cambió todo.
- ¿Vos mirás fútbol?
-Sí, fútbol, me gusta
-Yo soy de donde es Messi
-¡¿Messi!? A mí me gusta Messi...
Tras escuchar el nombre del diez de la selección argentina la actitud del terrorista se transformó por completo. Le apoyó un brazo en el hombro, le dio sus armas, le hizo saludar a cámara y juntos posaron para la foto que recorrió el mundo.
A Ester la salvó nombrar a Messi, pero sus nietos no tuvieron la misma suerte: “Si él (por Lionel) sabe que yo lo mencioné y me salvé, ahora le pediría por mis nietos que están ahí encerrados. Le diría que por favor ruegue a Dios porque son chicos que valen oro”.
Su experiencia es una de las muchas recogidas en un nuevo documental en español, Voces del 7 de octubre. Allí se repasan historias de supervivencia que detallan la masacre en boca de latinos israelíes.
“Este documental es único ya que destaca a la comunidad hispanohablante en Israel y transmite sus historias de horror y heroísmo frente al ataque de Hamás”, dijo Leah Soibel, directora ejecutiva y fundadora de Fuente Latina, una organización sin ánimo de lucro líder que trabaja con medios de habla hispana que cubren Israel. “La película preserva estos testimonios para las generaciones futuras, garantizando que la verdad no se distorsione ni se olvide, como es el caso de acontecimientos pasados”, añadió.
“Documentar las narrativas de los ataques de Hamás del 7 de octubre desde los puntos de vista de los inmigrantes de habla hispana ha sido un privilegio extraordinario. Nuestra película tiene como objetivo preservar las lecciones de la historia, al tiempo que aprovecha la fuerza de nuestra humanidad compartida en la batalla contra el terrorismo”, añadió Tony Hernández, el director de la película.
La masacre de Hamas en Israel
El 7 de octubre unos 3.000 terroristas de Hamas cruzaron desde la Franja de Gaza y atacaron 22 comunidades israelíes. Ese sábado del terror, fueron asesinados 1.200 personas, en su mayoría civiles y además fueron secuestradas 250 personas. De los cautivos, aún quedan en Gaza 134 rehenes.
Entre las víctimas y secuestrados hay muchos argentinos, en especial los que vivían en la comunidad de Ester, Nir Oz, cuyos campos sembrados daban directamente con el alambrado fronterizo de la Franja de Gaza.
Este kibutz sufrió el ataque feroz de Hamas. Un 25% de los habitantes de este lugar fue asesinado o secuestrado por los terroristas. De esta misma comunidad se llevaron a los dos nenes de mamá argentina, el bebé Kfir y su hermano Ariel Bibas, que siguen en cautiverio en Gaza.