“No me daban respuestas”: la historia detrás del ataque de furia del hombre que destrozó la oficina de Energía de Misiones

Sergio Berrios tiene 38 años y tres hijos. En diálogo con Infobae, repasó el origen del conflicto y dio su versión de los hechos. “Sé que estuve mal”, reconoció

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A lo “Bombita” Darín: descargó su furia en una oficina de Energía de Misiones porque no le instalaban el medidor de luz

Sergio Berrios (38) se convirtió en noticia luego de haber protagonizado una escena similar a la que interpretó Ricardo Darín con “Bombita” en la película Relatos Salvajes, pero en la vida real. Fue después de que se viralizó un video suyo destrozando una de las oficinas de Energía Misiones, tras una disputa administrativa que mantuvo con la compañía durante más de dos años y que terminó detonando este miércoles.

“Este mes me tengo que mudar. Tengo tres criaturas. ¿Qué voy a hacer? ¿Me voy a ir a la casa sin luz? Hace casi tres años que estoy con esto. Tengo que dejar el alquiler”, se quejó el hombre ante uno de los empleados. Luego, se levantó de su silla, la pateó y arrojó otra contra el box de atención al cliente.

Del otro lado del mostrador, quien lo estaba atendiendo esquivó el ataque y abandonó la oficina. Los presentes en el lugar lo miraban atónitos, pero a Sergio pareció no importarle: rompió dos monitores, revoleó una silla contra el ventanal de vidrio y, antes de retirarse, pateó una maceta que había en el medio de la sala de espera.

Sé que estuve mal, pero no me daban respuestas. Lo único que quiero es que me instalen el medidor de luz”, dijo en comunicación con Infobae y se dispuso a repasar el origen del conflicto, que se remonta al 2021, año en que compró un lote ubicado en el antiguo ingreso a la ciudad de Posadas, donde comenzó a construir una casa.

“Un año después de adquirir el terreno, instalaron dos postes y ‘bajaron la luz’ en el lote que está justo frente al mío. En ese momento hice el reclamo y la respuesta fue que no podían instalarme nada porque no tenía postes de luz. Me ofrecí a pagarlos, pero se negaron. Para 2023, mi vecino ya tenía el medidor definitivo y yo seguía sin nada”, recapituló.

Sergio decidió llevar su reclamo
Sergio decidió llevar su reclamo a la Defensa del Consumidor

Ante la falta de respuesta por parte de la empresa, Sergio decidió llevar su reclamo a la Defensa del Consumidor. “Solicito la bajada de luz desde el año 2022. He reclamado varias veces pidiendo un poste y bajada de luz, lo cual me negaron por tratarse de un ‘loteo’ nuevo”, expresó en un documento que presentó ante el organismo oficial.

Lo que siguió fue una puja legal con la compañía de luz. “Me pedían que desestimara el reclamo a Defensa al Consumidor. Paralelamente, decían que la instalación del medidor tenía que ser solventada por el loteador”, dijo a Infobae.

Desde Energía Misiones también dieron su versión de los hechos: “Este hombre vino a reclamar a nuestras oficinas, pero nosotros no podemos hacer nada. Tiene que dirigirse a la empresa que le vendió el terreno”, dijeron voceros de la compañía. Y agregaron: “No es la primera vez que se presenta acá, aunque sí es la primera vez que actúa de esta manera. Siempre que vino se le explicó lo mismo”.

Sergio, segundos antes de destrozar
Sergio, segundos antes de destrozar la oficina de Energía de Misiones

El detonante de su ataque de furia —dice ahora Sergio— fue que el empleado que lo atendió lo maltrató. “Yo fui a pedir que me instalen el medidor de luz porque me tengo que mudar, hacen más de 40 grados y tengo tres criaturas. No podemos estar sin electricidad. Le expliqué eso y el tipo, lejos de empatizar, me amenazó: ‘Mirá, que tenemos un staff de más treinta abogados’, me dijo. Por eso reaccioné como reaccioné. Sé que estuve mal, pero no me daban respuestas. Lo único que quiero es que me instalen el medidor de luz”, dijo a Infobae.

Tras la secuencia, Sergio se retiró del lugar. No estaba solo: lo habían acompañado su esposa (a quien le pidió que filmara mientras lo atendían) y la menor de sus tres hijas. “Mi señora me tuvo que llevar abrazado hasta el coche. Empecé a manejar, pero tuve que frenar a mitad de camino, en la banquina, porque tenía palpitaciones. A todo esto mi nena de cuatro años quedó superasustada, así que para distender un poco la llevamos a McDonald’s y a los jueguitos”, recordó.

Berrios trabaja en la Marina Mercante. Está casado y tiene tres hijos de 13, 10 y 4 años. Este miércoles, el teléfono no le paraba de sonar. Lo contactaron periodistas y productores de distintas partes de su provincia y del país. Aunque bien podrían haber sido sus amigos o familiares: es que, este 6 de marzo, era su cumpleaños número 38.

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