A tres semanas del fatal derrumbe en Caballito, que se cobró la vida de dos hermanos, otra obra en construcción sufrió este viernes el colapso de su estructura en la Ciudad de Buenos Aires. Esta vez el escenario de la tragedia fue el barrio porteño de Palermo, donde una edificación se vino abajo en horas de la tarde, causando la muerte de una dupla de obreros que trabajaban en el lugar. El domicilio había sido inspeccionado por las autoridades porteñas apenas ocho días atrás.
Las víctimas fatales fueron dos hombres de nacionalidad paraguaya, de 55 y 69 años, quienes se encontraban realizando tareas en el primer piso de la vivienda ubicada en la intersección de las calles Uriarte y Costa Rica cuando ocurrió el hecho. El derrumbe fue reportado a emergencias pasadas las 15, cuando vecinos de la zona realizaron un llamado al 911 para advertir lo sucedido.
Minutos después, agentes de la Comisaría vecinal 14A ya se encontraban en la zona afectada, donde constataron el desastre y la presencia de dos personas que habían quedado atrapadas bajo los escombros. En consecuencia, se procedió a realizar las respectivas tareas de rescate en conjunto con una dotación de bomberos que arribó al lugar y equipos médicos del SAME, que se pusieron a disposición con seis ambulancias para atender a los afectados.
Sin embargo, apenas unos minutos después de entrar a la vivienda, el personal se encontró con el cuerpo de uno de los obreros ya sin vida. El cadáver fue retirado poco más de dos horas después con la presencia de peritos forenses. Su compañero, por su parte, fue hallado en grave estado y lo trasladaron de urgencia al Hospital Pirovano, donde murió poco después debido a las graves lesiones que había sufrido.
En este sentido, fuentes policiales dieron a conocer cómo ocurrió el trágico suceso: de acuerdo a las primeras informaciones, lo que se desplomó fue una parte de la estructura, sobre la cual ambos trabajadores se encontraban llevando adelante el armado de una loza. Fue en medio de sus tareas que cedió el encofrado -sistema de moldes temporales que se utilizan para dar forma al hormigón- y se desarrolló el episodio.
La construcción, que se convirtió en escenario de la tragedia, contaba con las habilitaciones correspondientes para los trabajos. Incluso tan solo ocho días antes había sido inspeccionado por el gobierno porteño. La fecha de la visita fue el pasado jueves 22 de febrero, cuando las autoridades de la Ciudad se hicieron presentes en la obra para realizar los chequeos y las verificaciones, descartando cualquier tipo de irregularidad.
Más allá del procedimiento llevado a cabo por la Agencia Gubernamental de Control (AGC), la normativa de la Ciudad de Buenos Aires tiene un apartado en el que se refiere particularmente a la integridad física de los trabajadores durante la construcción.
“El Director de Obra tiene la responsabilidad de supervisar y controlar los trabajos, tomar las medidas necesarias para evitar derrumbes, deslizamientos de tierra, daños a linderos y cualquier otro perjuicio que puedan producir los trabajos de Excavación y tomar todas las medidas inherentes de seguridad en el trabajo hacia terceros y del personal en obra”, señala la declaración de inicio, avance y finalización de la obra en el territorio porteño.
El hecho desarrollado en Palermo ocurrió tres semanas después del derrumbe en Caballito, donde el 8 de febrero, cerca de las 12.30, colapsó una obra en construcción, con fecha de inicio en agosto de 2023, que tenía una fosa de dos subsuelos a cielo abierto. Hubo dos víctimas fatales y los vecinos contaron que habían pedido a la Justicia el cese de los trabajos en varias oportunidades por peligro de derrumbe. La AGC la había inspeccionado por última vez el 5 de diciembre pasado.