El juicio contra José Carlos Olaya González (33), el automovilista que atropelló a un grupo de ciclistas y runners y mató a una mujer de 62 años en los Bosques de Palermo, continuó este martes con las declaraciones de testigos y víctimas. Entre ellas, una de las acompañantes del imputado al momento del hecho ocurrido la mañana del 2 de enero de 2022. Su testimonio complicó aún más al conductor acusado, ya que aseguró que él había consumido drogas y alcohol.
Aquella mañana de enero, Marcela Bimonte había salido a andar en bicicleta junto a su pareja y compañeros de un grupo de ciclistas que los fines de semana sale a pedalear por la Ciudad de Buenos Aires. Antes de las 9 de la mañana, un Ford Focus que circulaba a toda velocidad por la avenida Figueroa Alcorta la embistió a ella y a otras cuatro personas. Olaya González había perdido el control del vehículo, chocó contra un cartel y terminó arriba de la bicisenda. Luego huyó del lugar con la complicidad de tres amigos. Más tarde pudo ser localizado y los cuatro hombres quedaron detenidos en la zona de Avellaneda. Luego se confirmaría, a partir de los exámenes toxicológicos, que el conductor de 31 años manejaba drogado.
Según Priscila Ávalos (22), antes de atropellar a los ciclistas, Olaya González había concurrido a un boliche del barrio de San Telmo. De acuerdo a la agencia Télam, la joven relató que allí consumieron alcohol y marihuana y estuvieron hasta aproximadamente las 6. Dijo que luego ambos, junto a una amiga, fueron a desayunar a una estación de servicio. “Para despertarnos un poco”, recordó. Y acotó: “Tomamos café y agua y estábamos tranquilos, estuvimos unos 40 minutos. Decidimos ir a una pileta en Parque Norte”.
“Estábamos muy cansados, creo que el alcohol ya nos había bajado. Avanzábamos bastante rápido, les dije que no vayamos, que estábamos cansados”, siguió su relato la testigo, tras lo cual mencionó que ella se dispuso a dormir en la parte trasera del auto, se puso el cinturón, y que lo próximo que recordaba era “cuando ya chocamos”.
Tras reponerse del impacto, la testigo le preguntó a Olaya qué había pasado: “Me dijo que se había dormido”. También sostuvo que el conductor se acercó a “la mujer que murió” y le preguntó “si iba a vivir o morir”, tras lo cual el acusado “buscó sus pertenencias en el auto y después empezamos a escuchar que le gritaban que no se vaya, no lo vimos cuando se fue”.
“No pensé que se podía ir. Yo pensaba por qué se fue, estaba enojada porque nos dejó ahí”, expresó.
Oriunda de la localidad de San Andrés, partido de San Martín, Marcela estaba en pareja con Luis Ceccato, aunque no convivían. Juntos daban clases de reiki y de masaje tailandés. Además, en su tiempo libre, la mujer de 62 años iba al Hospital Roffo, especializado en tratamiento de pacientes oncológicos, para practicarles reiki a los enfermos terminales.
Este martes, Ceccato también declaró en el juicio. Dijo que la mañana del hecho estaban inaugurando las actividades del grupo de ciclismo que había creado junto a Marcela. En ese contexto, circulaban junto a “un pelotón de 30 o 40 personas” por los Lagos de Palermo cuando “de repente apareció un auto a toda velocidad de frente, que impactó y derrumbó un cartel de cemento que había”, que le cortó y fracturó el brazo al hombre.
“(El impacto con el cartel) desvió al auto y atropelló a Marcela y otros ciclistas que circulaban por la bicisenda”, continuó Ceccato, y contó que mientras asistía a su pareja, que permanecía tendida en el suelo, alcanzó a divisar a Olaya González: dijo “que huía y todos le gritaban que no se vaya”.
“Se fueron, desaparecieron, nadie se acercó a asistirnos”, aseguró.
“Mi única expectativa es que su muerte no sea en vano. Que despierte conciencias de otro modo de vida posible”, manifestó la pareja de la víctima fatal, y añadió que confía en que “la sentencia va a ser la justa, la máxima”.
El proceso estará a cargo del Tribunal Oral Criminal N°25 de la Ciudad de Buenos Aires con Olaya González imputado por homicidio simple con dolo eventual, en concurso ideal con lesiones graves dolosas con dolo eventual, lo que podría representar una condena de 8 a 25 años de cárcel.
“Además, hay una imputación subsidiaria por homicidio culposo agravado por el consumo de estupefacientes, por el abandono de las víctimas y por culpa temeraria por cómo manejaba. En este caso la condena podría ser de entre 3 y 6 años de cárcel”, explicó a la citada agencia Gabriel Becker, abogado de la familia de Bimonte.
Por otra parte, Fernando Escobar, Patricio Valiente y Lucio Valiente afrontan cargos de “encubrimiento agravado”, calificación que podría llevar a condenas de hasta 6 años de cárcel.
Los cuatro se negaron a declarar en la apertura del debate, cuya finalización se prevé para el 7 de marzo.