Mientras los brigadistas intentan trabajan para controlar el fuego en el Parque Nacional Los Alerces, Chubut, y el lago Nahuel Huapi, Río Negro, se conoció que durante el año pasado los incendios forestales arrasaron sobre 60 mil hectáreas de áreas protegidas.
La Administración de Parques Nacionales (APN) publicó un informe sobre el saldo que dejaron los focos ígneos que afectaron a varias regiones del país durante el años pasado. De esta manera, se indicó que se trataron de 88 casos en 13 áreas protegidas que recaen bajo la órbita del organismo, por lo que precisaron que la superficie dañada fue de 57.480 hectáreas.
El mayor número de hechos y de superficie quemada se concentró en la región del noreste argentino (NEA), pero las autoridades aclararon que los incendios forestales que se reportaron en la Patagonia fueron menos en cantidad pero tuvieron una mayor magnitud. Además, indicaron que el noroeste argentino (NOA) fue el área menos afectada del país.
En cuanto al origen de los siniestros, los técnicos de la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias (DLIFyE) explicaron que las causas podrían ser intencionales o accidentales, debido a que en las temporadas altas los terrenos suelen estar más propensos a que se inicie el fuego por las condiciones climáticas que provocan que la vegetación se seque y pueda prenderse por las temperaturas elevadas.
Sin embargo, las autoridades sostuvieron que los incendios que azotaron al área de Los Alerces y Nahuel Huapi podrían haberse tratado de focos provocados por una persona humana. En el caso del primero aseguraron que no era natural que se incendiaran dos puntos cercanos entre sí, mientras que apuntaron las llamas en el Brazo Tristeza se habrían extendido por culpa de un fogón mal apagado.
Hasta el momento no hay ningún responsable identificado luego de que la APN elevara una demanda para que la Justicia Federal investigue y encuentre a los presuntos responsables del daño ambiental generado.
Los incendios en Chubut y Río Negro
Pese a que las llamas disminuyeron su intensidad, las cuadrillas que operaron en el Parque Nacional Los Alerces y el Parque Nacional Nahuel Huapi reforzaron las líneas de defensa contra el fuego para evitar que el incendio se expandiera en la zona y afectara más territorio de las reservas naturales.
Luego de que los focos ígneos fueran hallados en el territorio perteneciente al Parque Nacional Los Alerces el pasado 25 de enero, el siniestro fue el que tuvo un mayor saldo negativo en la zona. A pocos días de que se cumpla un mes desde el inicio de la problemática, las autoridades señalaron que unas 7.501 hectáreas fueron consumidas.
“El incendio no está controlado”, apuntó el intendente del área protegida chubutense Danilo Hernández Otaño. Aunque el fuego está detenido en los sectores 3, 4 y 5, no descartan la posibilidad de que pudiera reactivarse. Asimismo, comunicó que “el incendio está quemando muy suave, se está pudiendo trabajar sin dificultad”, en referencia a las condiciones que se presentaron durante la tarde del viernes.
Más allá de la influencia que pudiera tener el clima en el desarrollo del incendio, el titular del área protegida chubutense explicó, en un diálogo con Télam, que “los flancos y el frente todavía están activos y puede haber un cambio en la superficie del incendio en las próximas horas”. El cese del fuego en la zona fue producto del trabajo diario que sostuvieron las cuadrillas compuestas por 395 personas, de las cuales 284 estuvieron en el terreno para trazar cortafuegos y sofocar las llamas.
En el caso del Parque Nacional Nahuel Huapi, los brigadistas centraron sus esfuerzos en controlar el fuego que ya consumió un total de 629 hectáreas. A lo largo de la jornada, unos 45 agentes de la Administración de Parques Nacionales y del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales de Río Negro se desplegaron en el sector del arroyo Cretón-Brazo Tristeza.
“Se dio continuidad al trabajo que se viene realizando, afianzando y reforzando las líneas de defensa construidas desde el inicio de las operaciones”, señalaron las autoridades al mencionar que el helicóptero Bell 412 no pudo utilizarse ayer ya que requería de un servicio de mantenimiento.
En este sentido, manifestaron que solo contaron con el apoyo aéreo del avión anfibio Airboss, que fue suministrado por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego. Asimismo, adelantaron que hoy se sumarán otros 10 efectivos del Sistema Provincial de Manejo del Fuego de Neuquén, puesto que reemplazarán a parte del equipo que regresó a su base de origen.