El fuego no da tregua en el Parque Nacional Los Alerces y las condiciones meteorológicas no ayudan al trabajo de los brigadistas, debido a las altas temperaturas que se registraron en Chubut. En simultáneo, la actividad de las llamas disminuye en el lago Nahuel Huapi, en Río Negro, pero las autoridades advierten que el incendio “no está extinguido”.
El incendio forestal en la provincia de Chubut consumió ya casi 8 mil hectáreas y, pese a que algunos focos están detenidos, las posibilidades de que la situación se revierta son altas.
Al respecto, en un diálogo con Télam, el jefe del departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE), Mario Cárdenas, explicó que “tener mucha temperatura complica, pero se seguirá trabajando en sectores donde está la mayor actividad y tratando de llegar a todos los lugares donde se activan (los focos)”.
En ese sentido, precisó que el objetivo de las personas que trabajan para calmar las llamas es “llegar a todos los puntos calientes, enfriar y trabajarlos con herramientas de mano, haciéndole líneas para que queden más seguros y afianzar las líneas de contrafuego”.
El intendente del Parque Nacional los Alerces, Danilo Hernández Otaño, por su parte, aclaró que “la mayor actividad sigue estando fuera del parque, pero tampoco afectando zonas de viviendas”. “Está prácticamente en la montaña, quemando bosque de lenga, dirigiéndose hacia arriba. Y si no se puede apagar antes de que termine de consumir el bosque de lenga se apaga solo cuando llegue a la piedra” explicó.
En el incendio trabajan de manera conjunta 724 personas, mientras 419 intentan detener el incendio, otras 305 están asignadas al terreno para el combate con herramientas manuales y fajas de cortafuegos.
Luego de reconfigurar el polígono de superficie total alcanzada por las llamas, el Comando Unificado precisó que fueron afectadas un total de 7.841 hectáreas. Además, explicaron que la disminución de la superficie consumida por el fuego se debe a ajustes realizados de manera conjunta con la información que se recolecta en el terreno diariamente.
En paralelo, el incendio en el lago Nahuel Huapi, Bariloche, disminuyó en su actividad. “En este momento el incendio tiene una actividad relativamente baja porque hemos logrado contener la mayoría de los sectores que podrían generar un peligro de que el incendio avance”, aseguró el intendente del Parque nacional Nahuel Huapi, Hugo Paradela, aunque aclaró que “esto no quiere decir que esté detenido ni menos aún extinguido”.
En este contexto, planteó que si bien se viene dando “poca acción de avance del incendio”, la situación podría agravarse debido a las altas temperaturas y la posibilidad de que los vientos activen el fuego. Por esto mismo, no cesa la alerta.
El fuego comenzó el 5 de febrero en la zona del Arroyo Cretón, una zona de difícil acceso al que solo se puede llegar por vía lacustre. Aparentemente, todo sucedió por un fogón mal apagado. Ahora, las llamas consumieron 626 hectáreas.
“Parecería que 600 hectáreas es poco, pero dependiendo del lugar donde se produce el incendio, uno también aborda el relativo impacto que puede tener. Y 600 hectáreas en un sector de vegetación nativa puede considerarse de alto impacto, por eso se requieren todos estos recursos para evitar su propagación”, indicó Paradela.
En consecuencia, los brigadistas concentran sus fuerzas en circunscribir los focos y evitar el avance efectivo por fuera de la línea de control, así como también apuestan por preservar a aquellos parches de vegetación que no sufrieron un impacto severo dentro de las zonas afectadas. “El incendio no está descontrolado, no está produciendo lo que se produce el primer o segundo día que son llamas continuas que coronan árboles y que avanzan de manera veloz”, afirmó.
Actualmente, trabajan especialistas de distintos organismos nacionales, provinciales y municipales. El equipo total está conformado por 100 personas que combatieron el fuego durante los últimos 10 días. Además, cuentan con un avión anfibio Fireboss, un helicóptero Bell 412 con helibalde y un avión observador, administrados por el Servicio Nacional del Manejo del Fuego, que complementan el trabajo que se hace desde la tierra.